Psicología infantil: causas y consejos para niños que no quieren comer

Que un niño no quiera comer puede ser motivo de preocupación para los padres. La hora de la comida puede convertirse en un desafío diario y generar estrés en el hogar. En este artículo, exploraremos las posibles causas de este comportamiento y ofreceremos consejos sobre cómo abordar el problema desde una perspectiva de psicología infantil.

Contenido

¿Por qué un niño no quiere comer?

Existen diversas razones por las que un niño puede resistirse a comer. Algunas de estas razones pueden ser físicas, como enfermedades o dolencias que afectan el apetito. Sin embargo, también pueden existir causas emocionales o psicológicas detrás de este comportamiento.

La psicóloga María Ignacia Burr explica que una pena, un estado ansioso o un cambio concreto en la vida del niño puede provocar que no quiera comer. si esto es temporal, hay que dejar que la situación se normalice por sí sola. pero si se establece en el tiempo, ya estamos frente a un problema de aprendizaje o conducta.

Factores que influyen en el hábito de alimentación

Para comprender mejor por qué un niño no quiere comer, es importante considerar los siguientes factores:

  • Atención: Muchas veces, los adultos ponemos más atención al niño cuando presenta comportamientos problemáticos relacionados con la comida. Esto puede incluir reacciones exageradas, negociaciones o incluso disfrazar las comidas para lograr que el niño coma. Sin embargo, es importante no caer en este juego y evitar darle más atención de la necesaria.
  • Modelo: Los niños aprenden mucho observando a sus padres y hermanos. Si ven que los adultos no prestan atención a la hora de comer o realizan otras actividades en ese momento, es probable que también pierdan interés en la comida y prefieran levantarse a jugar.
  • Ambiente: Es importante crear un ambiente propicio para la alimentación. Evitar distracciones como la televisión y proporcionar al niño los utensilios necesarios para comer, como plato, vaso y servilleta. Esto ayudará a que el niño asocie estos objetos con la comida y se enfoque en su alimentación.

¿Qué enfermedad puede tener un niño que no quiere comer?

En algunos casos, la falta de apetito en los niños puede estar relacionada con un trastorno de alimentación restrictivo o selectivo. Este trastorno se caracteriza por la aversión o el desinterés hacia ciertos alimentos y puede afectar negativamente el crecimiento y la nutrición del niño.

Los signos de este trastorno pueden variar, desde ser extremadamente selectivo con los alimentos hasta tener un desinterés generalizado por la comida. Además, los niños con este trastorno son más propensos a desarrollar ansiedad, trastornos del espectro autista o problemas en el hogar y la escuela debido a sus hábitos alimentarios.

¿Qué se puede hacer cuando los niños no quieren comer?

Si tu hijo presenta resistencia a la hora de comer, existen algunas estrategias que puedes implementar:

  • Dejar que el niño decida: No fuerces al niño a comer más de lo que necesita. Cada niño tiene su propio apetito y es importante respetarlo. Si el niño tiene hambre, comerá; si no, es probable que tenga hambre en la siguiente comida.
  • Realizar 5 comidas al día: Distribuir la alimentación en varias comidas pequeñas a lo largo del día puede ayudar a que el niño se sienta más cómodo y tenga más apetito. Sin embargo, es importante evitar los tentempiés excesivos entre comidas para no saciar al niño.
  • Promover la autonomía: Deja que el niño coma solo y fomenta su independencia en la hora de la comida. Esto puede ayudar a que se sienta más cómodo y seguro al comer.
  • Crear un ambiente agradable: Haz que la hora de la comida sea un momento agradable y participativo. Involucra al niño en la preparación de los platos y evita que la conversación se centre exclusivamente en la comida.
  • No prolongar la hora de la comida: Establece un tiempo razonable para comer y evita prolongar la comida innecesariamente. Esto ayudará a que el niño se enfoque en su alimentación y evite distracciones.
  • Limitar el consumo de leche: La leche puede llenar al niño y disminuir su apetito. Limita la cantidad de leche a 500 ml al día y asegúrate de que el niño también consuma otros alimentos sólidos.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Si el niño presenta una resistencia persistente a la hora de comer y no muestra interés por la comida en ninguna de las comidas del día, es recomendable consultar con un pediatra. También es importante buscar ayuda médica si el niño presenta síntomas asociados con enfermedades, como vómitos frecuentes o pérdida de peso.

Recuerda que cada niño es único y puede tener sus propias necesidades y preferencias en cuanto a la alimentación. Si tienes preocupaciones o dudas, no dudes en buscar la orientación de un profesional de la salud.

Consultas habituales

¿Es normal que un niño pierda el apetito?

Sí, es normal que los niños pierdan un poco el apetito entre el primer año de edad y los 5 años. Esto se conoce como anorexia fisiológica y es parte del proceso de crecimiento y desarrollo del niño. Mientras el niño tenga suficiente energía y esté creciendo adecuadamente, no hay motivo de preocupación.

¿Qué hacer si mi hijo no quiere comer ningún alimento?

Si tu hijo muestra una aversión persistente hacia ciertos alimentos y se niega a comerlos, es importante consultar con un pediatra. Puede ser necesario realizar una evaluación más detallada para descartar posibles trastornos de alimentación o problemas de salud subyacentes.

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