En el ámbito de la psicología, la monomanía se refiere a un tipo de paranoia en la cual una persona se obsesiona con una única idea o conjunto de ideas. Este trastorno puede manifestarse tanto en el ámbito emocional como en el intelectual, donde el individuo solo puede pensar en una emoción o en una idea específica.
La enfermedad de monomanía
La enfermedad de monomanía fue acuñada por primera vez en francés por Jean Étienne Dominique Esquirol en 181Se trata de un trastorno en el que el paciente solo puede concentrarse en una idea o tipo de ideas, limitando su capacidad de pensar en otros aspectos de su vida.
Existen dos tipos principales de monomanía: la emocional y la intelectual. En la monomanía emocional, el paciente se obsesiona con una única emoción o con varias emociones relacionadas entre sí. Por otro lado, en la monomanía intelectual, el pensamiento del individuo se centra exclusivamente en una única idea o conjunto de ideas.
Aunque en términos coloquiales el término monomaníaco puede ser asociado con subculturas extravagantes, la diferencia entre la monomanía y una pasión hacia un tema específico puede ser difícil de distinguir.
Clases de monomanías
La monomanía puede manifestarse en diferentes formas, cada una de ellas con características específicas. Algunos ejemplos de monomanías son:
- Cleptomanía: Obsesión por robar objetos sin necesidad o sin motivo aparente.
- Dipsomanía: Obsesión por el consumo excesivo de alcohol.
- Onomatomanía: Obsesión por pronunciar o repetir ciertas palabras o sonidos.
- Piromanía: Obsesión por provocar incendios de forma intencional.
- Clastomanía: Obsesión por romper o destruir objetos.
- Monomanía de suicidio: Obsesión con la idea de quitarse la vida.
- Monomanía de homicidio: Obsesión con la idea de cometer asesinatos.
La monomanía en la literatura
La monomanía ha sido un tema recurrente en la literatura, con personajes que se obsesionan con una idea o emoción hasta el punto de la destrucción mental o física. Algunos ejemplos destacados son:
En la obra de Miguel de Cervantes, varios personajes pueden ser considerados monomaníacos. El propio Don Quijote interpreta toda la realidad a partir de su idea de ser un caballero andante, mientras que el licenciado Vidriera está obsesionado con la idea de romperse como un cristal y el celoso extremeño con la posibilidad de ser engañado.
Por su parte, el escritor Edgar Allan Poe centró muchas de sus historias en personajes que sufren algún tipo de monomanía. En el gato negro, el protagonista teme tanto a un gato que lo mata, pero luego lo reemplaza por otro que lo delata tras cometer un asesinato. En el retrato oval, un pintor está obsesionado con pintar a su mujer. En berenice, un hombre se obsesiona con los dientes de su prima enferma. En la máscara de la muerte roja, un príncipe enloquece por miedo a la peste, y en el corazón delator, un hombre no puede apartar de su mente la imagen del ojo con cataratas del viejo a quien cuida.
Otro ejemplo de monomanía en la literatura es el personaje del Capitán Ahab en moby dick de Herman Melville. Ahab se obsesiona con su persecución de la gran ballena blanca, llevándolo a la destrucción tanto física como mental. En cumbres borrascosas de Emily Brontë, Heathcliff es descrito como un monomaníaco centrado únicamente en su encuentro final con Cathy.
La monomanía también se ha explorado en otras obras literarias, como la guarida del gusano blanco de Bram Stoker, donde el personaje de Edgar Caswall se obsesiona con el vuelo de su cometa en forma de halcón, llevándolo a su propia muerte durante una tormenta eléctrica.
La monomanía es un trastorno en el cual una persona se obsesiona con una única idea o conjunto de ideas. Esta obsesión puede manifestarse tanto en el ámbito emocional como en el intelectual, limitando la capacidad del individuo para pensar en otros aspectos de su vida. La monomanía ha sido explorada en la literatura a lo largo de los años, con personajes que se obsesionan hasta el punto de la destrucción. Aunque en ocasiones la diferencia entre la monomanía y una pasión hacia un tema específico puede ser difusa, es importante reconocer los límites para mantener un equilibrio mental y emocional.
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