Ikigai: la receta japonesa para una vida plena

En medio del nihilismo postmoderno, el ikigai se presenta como una filosofía japonesa que nos invita a encontrar nuestra razón de ser y vivir una vida larga y feliz. Se trata de una emoción existencial cotidiana que nos impulsa a levantarnos cada mañana con el propósito de mejorar día a día y contribuir a hacer de este entorno un lugar mejor.

Contenido

¿Qué es el ikigai y en qué consiste?

El ikigai es lo que hace que la vida valga la pena ser vivida, es nuestra razón de ser. Comprende la intersección de 4 conjuntos fundamentales: nuestra pasión, vocación, misión y profesión. Es decir, se trata de encontrar aquello que amamos, en lo que somos buenos, lo que el entorno necesita y por lo que nos pagan.

El ikigai nos invita a buscar nuestra pasión, esa actividad que nos permite fluir felizmente y, al mismo tiempo, sentirnos útiles al entorno. Es lo que nos impulsa a desear que llegue el futuro, incluso cuando el presente es difícil. Además, tiene un importante componente de cooperación comunitario-colectivo.

El ikigai nos brinda la oportunidad de encontrar una actividad que nos apasione, en la que seamos buenos y que sea valiosa para el entorno. Es la clave para experimentar un mayor bienestar emocional, aumentar la autoestima y disfrutar de una vida larga y feliz.

¿Cuáles son los 4 elementos del ikigai?

El ikigai está compuesto por la conjunción de 4 áreas básicas de nuestra vida:

  • Pasión: ¿Qué es aquello que amas? Qué actividad te gusta hacer siempre y que te apasiona.
  • Vocación: ¿Qué se te da bien y te resulta fácil realizar? Identifica en qué áreas tienes habilidades y talento.
  • Misión: ¿Qué crees que el entorno necesita de ti? Reflexiona sobre cómo puedes contribuir a hacer de este entorno un lugar mejor.
  • Profesión: ¿Por qué te pagarían otras personas? Piensa en aquello por lo que podrías recibir una remuneración económica.

Es importante encontrar un equilibrio entre estos cuatro elementos para descubrir nuestro ikigai. La idea es encontrar una actividad que combine nuestra pasión, vocación, misión y profesión en un tema central de nuestra vida.

Aunque para algunas personas puede parecer complicado, para otras el ikigai puede encontrarse en aspectos obvios. Sin embargo, es fundamental dedicar tiempo a explorar nuestro ser más profundo y reflexionar sobre lo que consideramos realmente importante.

El ikigai no es algo definitivo, puede cambiar a lo largo de nuestra vida debido a diferentes circunstancias personales o la edad. Es importante estar abiertos a explorar y descubrir nuevas facetas de nuestro ser para mantener la motivación y la razón de ser en constante evolución.

Ventajas de la práctica del ikigai

La búsqueda e identificación del ikigai proporciona numerosos beneficios para nuestro bienestar emocional y mental. Algunas de las ventajas de practicar el ikigai son:

  • Mayor bienestar emocional: Al encontrar y vivir nuestro ikigai, experimentamos una sensación de plenitud y satisfacción en la vida.
  • Aumento de la autoestima: Al hacer lo que nos gusta y sentirnos realizados, fortalecemos nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos.
  • Reducción del estrés, la ansiedad y la depresión: La práctica del ikigai nos ayuda a afrontar el día a día de manera más positiva y optimista, lo que se traduce en una menor carga de estrés y una mejor salud mental.

Tener en cuenta que el ikigai no es algo estático, puede evolucionar y cambiar a lo largo de nuestra vida. Es un viaje de exploración y autoconocimiento que nos permite adaptarnos a nuevas circunstancias y encontrar nuestra razón de ser en cada etapa.

¿Cómo aplicar el ikigai en mi vida?

Para aplicar el ikigai en tu vida, te recomiendo seguir los siguientes pasos:

  1. Autoexploración: Reflexiona sobre tus pasiones, habilidades, valores y lo que consideras importante en la vida.
  2. Identifica tus áreas de intersección: Encuentra aquellas actividades que combinan tu pasión, vocación, misión y profesión.
  3. Establece metas y objetivos: Define metas claras y alcanzables que te permitan vivir tu ikigai en el día a día.
  4. Actúa y experimenta: No te quedes solo en la teoría, pon en práctica tu ikigai y experimenta cómo te sientes al vivirlo.
  5. Adapta y evoluciona: Recuerda que el ikigai no es estático, está en constante evolución. Adáptate a los cambios y busca nuevas formas de vivir tu razón de ser.

Recuerda que encontrar tu ikigai no es algo que sucede de la noche a la mañana, requiere tiempo, reflexión y autoexploración. No te apresures, disfruta del proceso y mantén una actitud abierta a descubrir nuevas facetas de ti mismo.

El ikigai es una filosofía japonesa que nos invita a encontrar nuestra razón de ser y vivir una vida plena. A través de la combinación de nuestra pasión, vocación, misión y profesión, podemos experimentar un mayor bienestar emocional, aumentar nuestra autoestima y disfrutar de una vida larga y feliz.

No olvides que el ikigai no es algo estático, puede cambiar a lo largo de nuestra vida. Es importante estar abiertos a explorar y descubrir nuevas facetas de nuestro ser para mantener la motivación y la razón de ser en constante evolución.

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