La hipomanía es un estado de exaltación mental que se caracteriza por niveles desorbitados de energía, desinhibición y propensión a la irritación. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V, la hipomanía se detecta principalmente por un aumento de la energía o la actividad orientada a objetivos respecto a lo habitual en el sujeto. Este estado de ánimo elevado también puede aumentar la creatividad y la confianza en uno mismo, pero también puede manifestarse como irritabilidad y tendencia a la distracción fácil.
Síntomas de la hipomanía
Los síntomas de un episodio hipomaníaco suelen durar al menos un día y repetirse durante un mínimo de cuatro días. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Autoestima desproporcionada: la persona puede sentir una confianza exagerada en sí misma.
- Sensación de energía desorbitada: se experimenta un aumento significativo de la energía.
- Incapacidad para dormir y respetar el descanso: puede ser suficiente con solo tres horas de sueño.
- Necesidad continua de hablar sin parar: la persona puede tener una verborrea incontrolable.
- Tendencia al hedonismo y participación en actividades de riesgo: se pueden tomar decisiones impulsivas como apostar, consumir drogas o hacer compras compulsivas.
- Imposibilidad de controlar los pensamientos y fuga de ideas: la mente puede estar constantemente acelerada y llena de ideas.
- Capacidad para alcanzar un gran número de objetivos marcados: se puede tener una gran productividad y lograr muchas metas en poco tiempo.
Es importante destacar que la hipomanía generalmente está asociada con el trastorno bipolar tipo II o el trastorno ciclotímico, que se caracterizan por una inestabilidad emocional desproporcionada. Además, para recibir un diagnóstico de hipomanía, los síntomas mencionados no deben ser causados por el consumo de sustancias o enfermedades específicas.
¿Qué provoca la hipomanía?
La hipomanía puede ser causada por varios factores de riesgo, incluidos los genéticos, ambientales y biológicos.
Causas genéticas
Se ha demostrado que el trastorno bipolar y el trastorno ciclotímico, donde la hipomanía está presente, tienen un fuerte componente hereditario. Varios estudios han encontrado que hay varios miembros de una misma familia diagnosticados con hipomanía, lo que sugiere un componente genético en el desarrollo de esta condición.
Causas ambientales
Estar expuesto a altos niveles de estrés, ser víctima de actos violentos o la falta de sueño pueden contribuir a la aparición de episodios de hipomanía. Estos factores ambientales pueden desencadenar cambios en el estado de ánimo y aumentar la probabilidad de experimentar hipomanía.
Por consumo de fármacos y drogas
Algunos medicamentos y drogas pueden desencadenar episodios de hipomanía. Tener en cuenta que el consumo de sustancias como el alcohol y otras drogas puede alterar el equilibrio químico del cerebro y contribuir al desarrollo de síntomas hipomaníacos.
¿Cómo se trata la hipomanía?
El tratamiento de la hipomanía generalmente se basa en una combinación de medicación y psicoterapia. Los medicamentos recetados, como estabilizadores del estado de ánimo o antipsicóticos, pueden ayudar a controlar los síntomas y estabilizar el estado de ánimo. La psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a la persona a comprender y manejar sus emociones y comportamientos relacionados con la hipomanía.
¿En qué se diferencia la hipomanía de la manía?
La principal diferencia entre la hipomanía y la manía radica en la gravedad de los síntomas. En la hipomanía, la persona no experimenta episodios psicóticos y su funcionalidad diaria no se ve significativamente afectada. Por otro lado, la manía se caracteriza por síntomas más intensos que pueden interferir significativamente en la vida cotidiana de la persona.
La hipomanía es un estado de exaltación mental caracterizado por niveles elevados de energía y una propensión a la irritación. Se diferencia de la manía en la gravedad de los síntomas y su impacto en la funcionalidad diaria. La hipomanía puede ser tratada con medicación y psicoterapia, y su origen puede estar influenciado por factores genéticos, ambientales y el consumo de sustancias.
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