Transferencia con el psicólogo: comprendiendo el proceso terapéutico

La transferencia es un concepto fundamental en el ámbito de la psicología y la psiquiatría. Se refiere a la evocación de los afectos y emociones de la infancia que se producen en toda relación humana, y con mayor intensidad en la psicoterapia. En este artículo, exploraremos qué es la transferencia en el acompañamiento terapéutico, cómo se manifiesta en la relación entre el paciente y el psicólogo, y la importancia de la contratransferencia en este proceso.

Contenido

¿Qué es la Transferencia Terapéutica?

Comencemos por entender qué significa transferir. En el contexto de la psicología y la psiquiatría, transferir implica la proyección de ideas, sentimientos y recuerdos derivados de situaciones anteriores sobre una persona presente en el tratamiento. En otras palabras, es un movimiento de emociones y recuerdos del pasado que se llevan al momento presente por alguna circunstancia particular.

La transferencia terapéutica se refiere a los sentimientos, conductas y pensamientos que el paciente deposita en el psicólogo. Estos son el resultado de sus experiencias previas en relaciones con otras personas. El análisis de esta transferencia permite comprender la relación más adecuada para abordar las defensas del paciente y generar un vínculo terapéutico saludable, seguro y reparador.

Tipos de Transferencias

Existen diferentes tipos de transferencias que pueden manifestarse en la relación entre el paciente y el psicólogo. Los dos tipos principales son:

Transferencia positiva:

En este tipo de transferencia, los afectos proyectados hacia el terapeuta son amistosos o relacionados con el amor. Es deseable que exista una transferencia positiva, siempre y cuando no sea demasiado intensa. Si los afectos son excesivos, puede ser perjudicial y conducir al enamoramiento romántico, la obsesión y una erotización extrema de la relación terapéutica, lo cual puede poner fin al tratamiento.

Transferencia negativa:

En la transferencia negativa, el paciente experimenta sentimientos de odio y aversión hacia el psicólogo. Esta transferencia puede dificultar el trabajo terapéutico, ya que los sentimientos hostiles pueden desplazarse hacia el terapeuta o puede manifestarse una transferencia erotizada, que es un símbolo de resistencia al proceso terapéutico y dificulta la asociación libre.

Además de estos dos tipos principales, también se han identificado otros dos tipos menos comunes:

  • Amor de transferencia: En este caso, el paciente idealiza al psicólogo y trata de mostrar una imagen ideal de sí mismo. Puede reprimir aquellos deseos que no encajen con esta imagen.
  • Neurosis de transferencia: Esta transferencia implica la repetición de la neurosis infantil y se manifiesta como una relación de amor-odio con el psicólogo. Es importante que esta neurosis se establezca en la sesión para trabajar de manera óptima.

Estos ejemplos ilustran cómo la transferencia puede manifestarse en el contexto terapéutico, influenciando la relación entre el paciente y el psicólogo.

Transferencia y Contratransferencia en el Acompañamiento Terapéutico

La transferencia y la contratransferencia también juegan un papel crucial en el acompañamiento terapéutico. La transferencia se refiere a la reactualización de emociones, actitudes, vivencias y conductas que generalmente se manifiestan de manera inconsciente y están vinculadas a experiencias pasadas. Estas se transfieren a la figura del acompañante terapéutico, influyendo en la relación y en la forma en que el paciente se relaciona con el entorno.

Como acompañantes terapéuticos, es esencial comprender que las enfermedades y sus procesos afectan la vida relacional de las personas, especialmente sus vínculos. Además, estos procesos pueden exagerar la capacidad de ser influenciados o de resistir la influencia de los demás. Por lo tanto, es importante que los acompañantes terapéuticos reconozcan que todo lo que hacen o dicen será relativo a lo que representa para el paciente.

En la relación terapéutica, es común encontrarse con resistencia por parte del paciente. En estos casos, es responsabilidad del acompañante terapéutico abordar y manejar esa resistencia, transformándola en colaboración hacia el tratamiento. También es fundamental evitar los efectos negativos de la contratransferencia, manteniéndola positiva y sublimando cualquier reacción personal que pueda surgir.

La supervisión es una herramienta importante para el acompañante terapéutico, ya que permite analizar y trabajar los propios miedos, prejuicios y sesgos que puedan surgir en el trabajo con el paciente. Además, el análisis personal es fundamental para comprender cómo los procesos inconscientes pueden influir en la relación terapéutica y cómo estos deben ser abordados de manera ética y profesional.

La transferencia y la contratransferencia son aspectos fundamentales en el proceso terapéutico. Comprender y manejar adecuadamente estos procesos puede mejorar la calidad de la relación entre el paciente y el psicólogo, facilitando así el trabajo terapéutico y promoviendo un cambio positivo en la vida del paciente. Como acompañantes terapéuticos, es esencial estar conscientes de nuestra propia subjetividad y trabajar en nuestra formación y desarrollo personal para brindar un apoyo efectivo y ético a nuestros pacientes.

¿Qué es la transferencia en la psicología?

La transferencia en la psicología se refiere a la evocación de los afectos y emociones de la infancia que se producen en toda relación humana, y con mayor intensidad en la psicoterapia. Es un mecanismo psicológico presente en todas nuestras relaciones y consiste en el desplazamiento de características de una relación del pasado hacia una persona del presente.

¿Cuál es la importancia de la transferencia terapéutica?

La transferencia terapéutica es importante porque permite al paciente depositar en el psicólogo sus sentimientos, conductas y pensamientos derivados de sus experiencias previas. El análisis de esta transferencia ayuda a comprender la relación más adecuada para abordar las defensas del paciente y generar un vínculo terapéutico saludable y reparador.

¿Qué tipos de transferencias existen?

Existen diferentes tipos de transferencias en la psicología. Algunos ejemplos incluyen la transferencia positiva, en la cual los afectos proyectados hacia el terapeuta son amistosos o relacionados con el amor, y la transferencia negativa, en la cual se experimentan sentimientos de odio y aversión hacia el terapeuta. También se han identificado otros tipos menos comunes, como el amor de transferencia y la neurosis de transferencia.

Tipo de Transferencia Descripción
Transferencia positiva Afectos amistosos o relacionados con el amor hacia el terapeuta
Transferencia negativa Sentimientos de odio y aversión hacia el terapeuta
Amor de transferencia Colocar al terapeuta en un lugar idealizado
Neurosis de transferencia Repetición de la neurosis infantil en la relación con el terapeuta

La transferencia y la contratransferencia son elementos fundamentales en la relación entre el paciente y el psicólogo. Comprender y trabajar estos procesos de manera adecuada puede mejorar la calidad del tratamiento y promover un cambio positivo en la vida del paciente.

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