Tipos de actitudes en psicología social

Las actitudes son una parte fundamental de la psicología social, ya que influyen en nuestras creencias, valores y comportamientos. Son la disposición o tendencia a actuar de cierta manera o abordar una situación particular. Las actitudes pueden ser más o menos generalizadas y pueden cambiar a lo largo del tiempo. En este artículo, exploraremos diferentes tipos de actitudes y cómo se clasifican en función de varios criterios.

Contenido

¿Qué son las actitudes?

Antes de adentrarnos en los diferentes tipos de actitudes, es importante comprender qué son en sí mismas. Una actitud se refiere al conjunto de creencias y valores relativamente estables que tenemos a lo largo del tiempo, y que influyen en nuestra disposición a actuar de cierta manera o enfrentar una situación específica. Las actitudes también afectan nuestras emociones y nuestra forma de interactuar con estímulos o situaciones concretas.

Las actitudes pueden ser más generales o específicas, refiriéndose a un ámbito amplio o a un tipo de estímulo particular. Estas actitudes se forman a través de la interacción entre factores biológicos y hereditarios, así como factores ambientales y de aprendizaje a lo largo de nuestra vida. También pueden modificarse a través del entrenamiento o la exposición a diferentes estímulos.

Las actitudes son las disposiciones y tendencias que tenemos para actuar de cierta manera, y están influenciadas por nuestras creencias, valores, experiencias y aprendizajes.

Funciones de las actitudes

Las actitudes cumplen cuatro funciones básicas, según la propuesta de Katz en 1960. Estas funciones son:

  1. Función utilitaria o instrumental: Las actitudes nos ayudan a acercarnos y alcanzar nuestras metas.
  2. Función de conocimiento: Las actitudes nos permiten procesar y percibir selectivamente la información disponible en nuestro entorno.
  3. Función de expresión de valores: Las actitudes nos permiten mostrar nuestras creencias y valores a través de nuestras acciones.
  4. Función de defensa del yo: Las actitudes nos ayudan a preservar nuestra autoestima y autoconcepto, permitiéndonos justificar y afirmar nuestras acciones.

Estas funciones demuestran la importancia de las actitudes en nuestra vida cotidiana y cómo influyen en nuestra motivación, percepción y comportamiento.

Tipos de actitudes

Existen diversos tipos de actitudes que se pueden clasificar según diferentes criterios. Aquí exploraremos algunos de los tipos más comunes:

Según su valencia afectiva

Una forma de clasificar las actitudes es según su valencia afectiva, es decir, cómo valoramos el entorno y la situación. Podemos identificar los siguientes tipos:

  • Actitud positiva: Este tipo de actitud se caracteriza por tener una visión optimista y positiva de la realidad, incluso frente a dificultades. Se acerca a los estímulos y busca alcanzar metas de manera confiada y disciplinada.
  • Actitud negativa: En contraste, la actitud negativa se caracteriza por una visión pesimista y negativa de la realidad. Se enfoca en los aspectos negativos de la situación y puede generar evitación o quejas excesivas, dificultando el logro de metas.
  • Actitud neutra: Esta actitud se caracteriza por no tener una carga emocional positiva o negativa. Es menos común y suele ser propia de personas que buscan ser imparciales en sus juicios.

Clasificación según su orientación a la actividad

Otra forma de clasificar las actitudes es según la orientación hacia la actividad o conducta. Algunos tipos de actitudes en esta clasificación son:

  • Actitud proactiva: Este tipo de actitud se caracteriza por la búsqueda activa y autónoma de mejorar la realización de una actividad o resolver problemas. Promueve la creatividad y la generación de valor añadido, así como la consecución de objetivos.
  • Actitud reactiva: En contraste, la actitud reactiva implica una mentalidad más pasiva y dependiente de instrucciones y recursos establecidos. Las personas con esta actitud tienen dificultades para enfrentar problemas imprevistos y tienden al conformismo.

Clasificación según la motivación para actuar

Otra clasificación de las actitudes se basa en la motivación que impulsa a las personas a actuar de cierta manera. Algunos tipos de actitudes en esta categoría son:

  • Actitud interesada: Este tipo de actitud se caracteriza por buscar el beneficio personal en la acción, sin tener en cuenta las necesidades de los demás. Puede buscar el beneficio de los demás, pero siempre con algún tipo de beneficio personal.
  • Actitud desinteresada/altruista: En contraste, las personas con esta actitud realizan acciones con el propósito de beneficiar a los demás, incluso si no obtienen beneficios o pueden sufrir pérdidas. Esta actitud es menos común, ya que la mayoría de las acciones generan algún tipo de beneficio personal.

Clasificación según la relación con los demás

Además de los propios objetivos, las actitudes también se pueden clasificar según la forma en que interactuamos con los demás. Algunos tipos de actitudes en esta clasificación son:

  • Actitud colaboradora/integradora: Este tipo de actitud promueve la interacción con los demás para lograr metas compartidas y individuales. Se enfoca en el trabajo en equipo y en apoyar a los demás.
  • Actitud manipuladora: Esta actitud implica utilizar a los demás de manera consciente y voluntaria para obtener beneficios personales o dirigir una situación hacia nuestros propios intereses.
  • Actitud pasiva: Las personas con esta actitud tienen una visión negativa de la realidad y tienden a ser pasivas, evitando la acción y subordinando sus deseos a los de los demás.
  • Actitud agresiva: Este tipo de actitud implica defender los propios derechos y necesidades sin tener en cuenta los de los demás. Puede ignorar o menospreciar los derechos de los demás.
  • Actitud asertiva: La actitud asertiva implica defender los propios derechos y opiniones de manera consistente, respetando los derechos y opiniones de los demás y siendo flexible en la negociación.
  • Actitud permisiva: Esta actitud se caracteriza por ser flexible y permitir desviaciones de la norma. Tiende a valorar la diversidad y la diferencia.

Clasificación según el procesamiento de la realidad

Por último, las actitudes también se pueden clasificar según la forma en que procesamos la realidad y los aspectos que utilizamos para evaluar las situaciones. Algunos tipos de actitudes en esta clasificación son:

  • Actitud emocional/emotiva: Las personas con esta actitud tienden a basarse en las emociones y valorar los afectos propios y ajenos. Suelen ser generosas, románticas y afectivas en sus interacciones y evaluaciones de las situaciones.
  • Actitud racional: Este tipo de actitud se basa en el uso de la lógica y la razón para evaluar la realidad, a menudo ignorando aspectos emocionales o irracionales.

Las actitudes son una parte importante de la psicología social y tienen un impacto significativo en nuestra vida diaria. Existen diferentes tipos de actitudes que se pueden clasificar según diversos criterios, como su valencia afectiva, su orientación a la actividad, la motivación para actuar, la relación con los demás y el procesamiento de la realidad. Comprender estos diferentes tipos de actitudes nos ayuda a comprender mejor cómo influyen en nuestras creencias, valores y comportamientos, y cómo podemos trabajar en su cambio o modificación si es necesario.

Referencias bibliográficas:

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