Relación terapéutica: expectativas y límites éticos

Una de las razones por las que la amistad es incompatible con la relación terapéutica es que las expectativas de la terapia son diferentes de las expectativas de la amistad.

Es cierto que esperas muchas de las mismas cosas de un terapeuta que esperas de un amigo: que te traten con amabilidad y respeto, que te escuchen y te entiendan, y que estén en el mismo equipo que tú, animándote y ayudándote.

Sin embargo, de muchas maneras, esperas más de tu terapeuta de lo que esperas de un amigo. Por ejemplo, es posible que toleres que un amigo te interrumpa porque está tan emocionado por lo que tiene que decir, pero nunca lo tolerarías de tu terapeuta.

Y aunque es posible que esperes que ciertos amigos se cancelen planes sin previo aviso, o que a veces no te respondan durante días o incluso semanas, nunca aceptarías eso de tu terapeuta.

¡Y no deberías hacerlo! Ese es todo el punto de la relación terapéutica. Tu terapeuta se despeja emocional y mentalmente antes de cada sesión para estar completamente disponible para ti.

Los terapeutas se capacitan durante años para aprender a dejar sus emociones y necesidades fuera de la habitación. Lo hacen para poder estar allí para ti de una manera que nadie más puede.

Irónicamente, probablemente por eso te gusta la idea de ser amigos de ellos. Se siente tan bien hablar con tu terapeuta en lugar de con tus amigos sobre ciertos temas porque tu terapeuta no es tu amigo y no actúa como tal.

Está bien esperar más de tu terapeuta, ¡porque la relación terapéutica está construida para sostener esas expectativas! La amistad no lo está.

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Salir con tu terapeuta: ¿Es ético?

La relación entre un terapeuta y un cliente es una relación profesional basada en la confianza y la confidencialidad. El código de ética de la Asociación Americana de Psicología (APA) es claro en que los psicólogos no deben tener relaciones sexuales o románticas con sus clientes actuales. Esto se debe a los daños que esto puede causar a los clientes y a la posible explotación de la relación de poder entre el terapeuta y el cliente.

Sin embargo, el tema de las relaciones entre terapeutas y antiguos clientes es un poco más controvertido y a menudo mal entendido. Según el código de ética de la APA, los terapeutas no deben tener relaciones sexuales o románticas con antiguos clientes durante al menos dos años después de la finalización de la terapia. Esto se debe a que la efectividad de la terapia puede verse comprometida si los clientes tienen la esperanza o la preocupación de que la relación terapéutica pueda convertirse en un romance justo después de la terapia.

Algunas personas sostienen que una vez que eres cliente de un terapeuta, siempre eres cliente. Argumentarían que la prohibición de tener relaciones sexuales con antiguos clientes debería ser absoluta y de por vida. Sin embargo, una prohibición de por vida de las intimidades sexuales con todos los antiguos clientes podría ser demasiado estricta.

Imaginemos una situación en la que un terapeuta ve a un niño y luego de varios años, se encuentran nuevamente en una conferencia y deciden tomar un café juntos. ¿Considerarías que este romance potencial es ético? En este caso, podemos ver que existe un punto intermedio en el que las relaciones después de la finalización de la terapia pueden cruzar la línea entre lo ético y lo no ético.

El código de ética de la APA y las relaciones post-terapia

El código de ética de la APA establece que los terapeutas no deben tener relaciones sexuales o románticas con antiguos clientes incluso después de un intervalo de dos años, excepto en circunstancias muy inusuales. Los terapeutas que se involucran en este tipo de actividad después de los dos años de finalización de la terapia y sin haber tenido contacto sexual con el antiguo cliente, tienen la responsabilidad de demostrar que no ha habido explotación, teniendo en cuenta todos los factores relevantes.

La APA establece siete factores que los terapeutas deben considerar al evaluar la posibilidad de una relación sexual o romántica con un antiguo cliente:

  • El tiempo transcurrido desde el final de la terapia.
  • El tipo de terapia, su duración y su intensidad.
  • Cómo se manejó la finalización de la terapia.
  • La historia personal del cliente.
  • El funcionamiento actual del cliente.
  • El riesgo de daño de la relación contemplada.
  • Cualquier declaración o acción realizada por el terapeuta durante la terapia que sugiera o invite a la posibilidad de una relación sexual o romántica posterior a la finalización de la terapia.

Como se puede ver, el código de ética de la APA establece pautas claras para los terapeutas en cuanto a las relaciones con antiguos clientes. Aunque la prohibición de tener relaciones sexuales con antiguos clientes durante al menos dos años es una regla absoluta, el código de ética también permite cierta flexibilidad en circunstancias excepcionales.

Tener en cuenta que la relación con un terapeuta es una relación profesional basada en la confianza y la confidencialidad. Aunque puede haber una atracción o una conexión emocional con un terapeuta, es importante recordar que el terapeuta está allí para ayudarte y apoyarte en tu proceso de terapia, no para tener una relación romántica o sexual contigo.

El código de ética de la APA establece pautas claras para los terapeutas en cuanto a las relaciones sexuales o románticas con clientes actuales y antiguos. Es importante respetar estas pautas y comprender que la terapia es un espacio seguro y profesional.

Si tienes dudas o inquietudes sobre las relaciones con tu terapeuta, es importante abordarlas directamente con tu terapeuta o buscar el consejo de otro profesional de la salud mental.

Recuerda que la terapia es un proceso personal y único, y tu bienestar emocional y mental siempre debe ser la prioridad.

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