La neurosis es un trastorno psicopatológico que engloba una serie de síntomas y rasgos de carácter que revelan la presencia de deseos y conflictos inconscientes. Aunque los síntomas y características de la neurosis pueden parecer enigmáticos, su estudio minucioso permite entender los aspectos más íntimos de los seres humanos.
En la vida cotidiana, el término neurótico se utiliza para referirse a personas que tienen problemas constantes en las relaciones interpersonales, dificultad para tolerar los problemas comunes y reacciones emocionales desproporcionadas. Estas personas pueden ser irritables, tener preocupaciones constantes sobre su salud y mostrar dificultades para prosperar en diferentes áreas de su vida.
Origen y concepto de la neurosis
El término neurosis fue introducido por William Cullen en 1777 para describir una serie de trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso que no presentaban inflamaciones, fiebres ni lesiones estructurales. Sin embargo, fue Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis, quien estableció que los trastornos neuróticos tienen un origen psicológico y son el resultado de las dificultades que los seres humanos enfrentamos para conciliar las exigencias de la realidad, la conciencia moral y los impulsos sexuales y agresivos.
La neurosis se manifiesta a través de síntomas y rasgos de carácter que expresan conflictos psíquicos y deseos inconscientes. Estos conflictos pueden generar sensaciones de angustia, ansiedad y síntomas depresivos. La ansiedad en los trastornos neuróticos se experimenta como una sensación generalizada de aprensión e incertidumbre, que puede manifestarse físicamente a través de tensión muscular y dificultades respiratorias. Por otro lado, los síntomas depresivos pueden surgir como resultado de heridas en el amor propio, cuando las cosas no salen como se esperan o cuando se enfrentan separaciones o rechazos.
La búsqueda de satisfacción de los deseos sexuales inconscientes puede generar conflictos psíquicos que se manifiestan en la neurosis o problemas en el carácter. En la neurosis, pueden prevalecer la ansiedad y la incomodidad, acompañadas de síntomas aparentemente inexplicables, como la masturbación compulsiva, sentimientos de culpa generalizados y dificultades para disfrutar de los encuentros sexuales.
En los problemas de carácter, los conflictos entre las exigencias amorosas y hostiles inconscientes se expresan en la personalidad, volviendo problemáticas las relaciones interpersonales. En estos casos, los conflictos psíquicos se atribuyen a los demás, como la pareja, los amigos o los compañeros de trabajo. Por ejemplo, una persona que tiene un conflicto de rivalidad inconsciente con su padre y desarrolla un problema de carácter, desplaza los sentimientos de competencia y desafío en sus representantes: maestros, jefes y autoridades, e interpreta que sus problemas para seguir las reglas o respetar horarios son provocados por las actitudes autoritarias de los demás.
Tipos de neurosis según Freud
Freud definió tres tipos de neurosis: histérica, fóbica o de angustia y obsesiva. Cada una de ellas tiene un funcionamiento psíquico, rasgos de carácter y síntomas específicos.
Neurosis histérica
La neurosis histérica se manifiesta de manera diferente en hombres y mujeres. En las mujeres, se caracteriza por el deseo de generar impacto visual y emocional. Las mujeres histéricas suelen arreglarse de manera llamativa, tener reacciones dramáticas o teatrales y dar la sensación de no poder controlar sus deseos y sentimientos. Además, pueden tener relaciones clandestinas con maestros o compañeros de trabajo y experimentar dificultades para tener orgasmos y disfrutar de las relaciones sexuales. En los hombres, la neurosis histérica se manifiesta a través de actitudes de superficialidad, dificultades para lograr aspiraciones, infidelidad y relaciones secretas. También pueden presentar problemas para sostener la erección e impotencia sin causas orgánicas aparentes.
Algunas neurosis histéricas pueden estar acompañadas de síntomas físicos inespecíficos y sin causa médica aparente, como sensaciones de adormecimiento, dolores musculares y dificultades para mover brazos y piernas. Además, en momentos en los que podrían experimentar emociones intensas, las personas histéricas pueden presentar sensaciones de mareo, náuseas o cansancio.
Neurosis fóbica o de angustia
La neurosis fóbica se caracteriza por actitudes generalizadas de temor e inseguridad, que se traducen en inhibiciones y dificultades para alcanzar logros. Las personas con este tipo de neurosis suelen tener dificultades para tomar riesgos o hacer viajes, y suelen estar acompañadas por familiares. También pueden mostrar dificultades para romper rutinas y restringir sus actividades para evitar las dificultades cotidianas. En otras palabras, desplazan a las eventualidades de la vida diaria los temores generados por sus propios impulsos inconscientes. Por ejemplo, una persona puede preferir organizar todas las comidas familiares en su casa para evitar salir a restaurantes, por miedo a ser asaltada o intoxicarse.
En las neurosis de angustia también es común encontrar fobias, que son miedos desproporcionados e ilógicos ante situaciones específicas, y conductas de evitación que tienen como objetivo no exponerse al objeto que simboliza sus temores inconscientes. Por ejemplo, una persona que tiene miedo a volar o a transportarse en elevador puede rechazar oportunidades laborales para evitar enfrentar las situaciones que le perturban.
Neurosis obsesiva
La neurosis obsesiva se caracteriza por la presencia de rasgos de personalidad meticulosos, ordenados y una necesidad de planificar y anticiparse a cualquier dificultad. Estas actitudes pueden ayudar a las personas a ser eficientes y productivas, pero en realidad revelan una necesidad de controlar las emociones que pueden acercarlas a conflictos o fantasías inconscientes. Por ejemplo, anticiparse a los problemas y buscar soluciones por sí mismas puede servir para evitar entrar en contacto con las emociones que pueden surgir de la dependencia en los vínculos emocionales.
En las neurosis obsesivas también son comunes las obsesiones, que son pensamientos que se imponen de manera obligatoria y generan la sensación de que no se puede hacer nada para evitarlos. Estos pensamientos pueden estar acompañados de compulsiones, que son acciones que parecen sin sentido y se realizan de manera imperiosa. Por ejemplo, una persona puede sentir que para estar tranquila y descansar tiene que deshacer y hacer la cama varias veces al día. Estas obsesiones y compulsiones funcionan como defensas contra ansiedades, emociones o pensamientos que podrían sentirse como peligrosos o desestabilizantes.
Las neurosis son trastornos psicopatológicos que revelan la presencia de deseos y conflictos inconscientes. Se manifiestan a través de síntomas y rasgos de carácter que expresan los conflictos psíquicos que no se satisfacen en la realidad, pero que permanecen en la mente de manera inconsciente. El estudio profundo de la neurosis permite disminuir la ansiedad, cuestionar y cambiar los rasgos de carácter, eliminar los síntomas y tener un conocimiento más profundo de uno mismo.
Una persona con neurosis se caracteriza por vivir en un estado continuo de preocupación y estrés. El neuroticismo es una dimensión de vulnerabilidad emocional que predispone a la persona a ser más inestable emocionalmente, especialmente frente a emociones negativas. Estas personas experimentan el dolor emocional de manera excesiva, lo que puede llevar al desarrollo de fobias, depresión, dependencias y obsesiones.
Las personas neuróticas tienen una elevada predisposición a experimentar emociones negativas como ira, miedo y vergüenza. Además, presentan poca tolerancia a la frustración, lo que las lleva a actuar de manera impulsiva. También tienen dificultades para afrontar situaciones estresantes y tienden a actuar de manera hostil debido a su suspicacia hacia los demás.
El origen de la neurosis se encuentra en la dificultad de aceptar el crecimiento y la independencia como adultos. Esto lleva a desarrollar una personalidad desconfiada y a esconderse detrás de una serie de escudos para protegerse. Las personas neuróticas también tienden a complacer a los demás para asegurarse de que los protejan de los peligros del entorno adulto, ya que se sienten inferiores a los demás.
Los síntomas de la neurosis pueden variar, pero se han encontrado una serie de rasgos comunes en las personas neuróticas. Estos incluyen ansiedad generalizada, hostilidad, depresión, baja autoestima, impulsividad y agresividad. Las personas neuróticas también pueden actuar de manera impulsiva y tener dificultades para controlar sus impulsos.
Las personas con neurosis viven en un estado continuo de preocupación y estrés, experimentan emociones negativas de manera excesiva y tienen dificultades para afrontar situaciones estresantes. Estos rasgos de personalidad pueden interferir en su bienestar y en sus relaciones interpersonales.
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