Los tatuajes han ganado una gran popularidad en los últimos años, tanto entre las generaciones jóvenes como en personas de todas las edades. Sin embargo, existe cierta preocupación acerca de los posibles efectos adversos en la salud a corto y largo plazo. En este artículo, analizaremos lo que dicen los expertos sobre los tatuajes y cómo afectan a los psicólogos que deciden tener tatuajes.
¿Es seguro que los psicólogos tengan tatuajes?
Según los expertos, los tatuajes son una práctica segura con riesgos mínimos siempre que se realicen en estudios autorizados y sometidos a los necesarios controles sanitarios. La principal precaución que se debe tomar es acudir a centros acreditados que observen las medidas de asepsia y seguridad exigidas por las autoridades sanitarias. De hecho, con el volumen alto de personas que se tatúan en España, hay muy pocos problemas relacionados con los tatuajes.
Es importante destacar que los tatuajes no suponen un impedimento para realizar incisiones quirúrgicas, pruebas médicas como la resonancia magnética o análisis de sangre. Siempre hay una zona viable para realizar estas intervenciones sin afectar al tatuaje.
¿Qué riesgos se atribuyen a los tatuajes?
Uno de los riesgos más comunes que se atribuyen a los tatuajes es el de infecciones. Sin embargo, con la buena praxis del tatuador y siguiendo los cuidados posteriores adecuados, las posibilidades de infección son remotas. Es importante mantener el tatuaje limpio e hidratado durante el período de curación, que suele ser de diez días a un mes dependiendo del tamaño, color y zona del tatuaje.
Otro riesgo que se ha mencionado es el cáncer. Algunos estudios han demostrado que la tinta de los tatuajes puede llegar a los ganglios linfáticos, pero hasta el momento no hay evidencias de que esto ocasione algún tipo de patología, incluido el cáncer. Sin embargo, tener en cuenta que los pigmentos acumulados en los ganglios linfáticos pueden generar errores de interpretación en pruebas diagnósticas como los PET/TAC o la detección del ganglio centinela en pacientes con melanoma.
Además, se ha planteado la posibilidad de que los tatuajes puedan interferir con las punciones lumbares, pero hasta la fecha no se ha reportado ningún caso en la literatura médica. En caso de realizar una punción lumbar, bastaría con hacer una pequeña incisión en un punto libre de tatuajes para evitar cualquier problema.
Contraindicaciones y cuidados posteriores
Aunque los tatuajes son generalmente seguros, existen algunas contraindicaciones. Las personas con enfermedades cutáneas como la psoriasis o el liquen plano, enfermedades sistémicas como la sarcoidosis, personas anticoaguladas, embarazadas o con cicatrización anormal deben tener precaución antes de realizar un tatuaje.
Es importante seguir los cuidados posteriores adecuados para garantizar una buena cicatrización y evitar complicaciones. Mantener el tatuaje limpio e hidratado, evitar la exposición al sol durante el período de curación y protegerlo del sol después de la cicatrización son algunas de las recomendaciones básicas.
A pesar de que los tatuajes son cada vez más aceptados en la sociedad, todavía existe cierto estigma social en algunos entornos laborales. Algunos psicólogos pueden optar por no tatuarse en áreas visibles como la cara y las manos para evitar posibles problemas sociales o laborales, aunque desde el punto de vista sanitario no existen limitaciones relacionadas con la zona del cuerpo.
En el contexto de la pandemia de Covid-19, es importante extremar las precauciones en los estudios de tatuajes, al igual que en otros sectores. El uso de mascarillas FFP2 o FFP3 por parte del tatuador es fundamental para prevenir la propagación del virus.
Eliminación de tatuajes
Si en algún momento un psicólogo decide eliminar un tatuaje, es importante que lo haga bajo el control de un dermatólogo. La técnica más utilizada para la eliminación de tatuajes es el láser Q-Switched. Existe también un láser de picosegundos que fragmenta más las partículas y acorta el tiempo de eliminación del tatuaje. Es fundamental que este procedimiento se realice en un centro sanitario y por un especialista para minimizar el riesgo de complicaciones.
Consultas habituales sobre psicólogos tatuados
- ¿Los tatuajes pueden causar infecciones?
- ¿Los tatuajes pueden causar cáncer?
- ¿Los tatuajes son seguros para realizar incisiones quirúrgicas o pruebas médicas?
- ¿Existen contraindicaciones para hacerse un tatuaje?
- ¿Los tatuajes pueden interferir con las punciones lumbares?
Con la buena praxis del tatuador y los cuidados posteriores adecuados, las posibilidades de infección son remotas.
No hay evidencias de que los tatuajes causen cáncer. Sin embargo, los pigmentos acumulados en los ganglios linfáticos pueden afectar la interpretación de algunas pruebas diagnósticas.
Los tatuajes no suponen un impedimento para realizar incisiones quirúrgicas, pruebas médicas o análisis de sangre. Siempre hay una zona viable para realizar estas intervenciones sin afectar al tatuaje.
Algunas contraindicaciones para hacerse un tatuaje incluyen enfermedades cutáneas, enfermedades sistémicas, personas anticoaguladas, embarazadas o con cicatrización anormal.
No hay evidencias de que los tatuajes interfieran con las punciones lumbares. En caso de realizar una punción lumbar, se puede evitar cualquier problema haciendo una pequeña incisión en un punto libre de tatuajes.
Los tatuajes son una práctica segura con riesgos mínimos siempre que se realicen en estudios autorizados y sometidos a los necesarios controles sanitarios. Los psicólogos que deciden tener tatuajes no enfrentan mayores riesgos para su salud en comparación con otras personas. Es importante seguir los cuidados posteriores adecuados para una buena cicatrización y evitar posibles complicaciones. En caso de querer eliminar un tatuaje, es fundamental hacerlo bajo el control de un dermatólogo. En general, los tatuajes no suponen un impedimento para la práctica profesional de los psicólogos, aunque algunas personas pueden optar por evitar tatuajes en áreas visibles por posibles problemas sociales o laborales.
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