Terapia de diálogo: psicología para adultos

A menudo a la psicoterapia se le conoce con el nombre de terapia de diálogo, y eso es precisamente lo que hará durante su tratamiento. Usted y el psicólogo entablarán un diálogo referente a sus problemas y a cómo solucionarlos.

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¿Qué debo esperar en la progresión de mi tratamiento de psicoterapia?

A medida que avanza su psicoterapia, se seguirá forjando una relación terapéutica y de confianza con el psicólogo.

Es probable que, como parte del proceso continuo de conocerle más, el psicólogo quiera realizar algunas evaluaciones. Los psicólogos están capacitados para administrar e interpretar pruebas que determinan la profundidad de su depresión, identifican importantes características de personalidad, revelan estrategias no saludables para lidiar con sus problemas, como el abuso de la bebida, o detectan discapacidades de aprendizaje. Por ejemplo, si un padre lleva a consulta a un niño que, a pesar de ser brillante, tiene problemas de rendimiento académico, el psicólogo podría evaluar si el niño confronta dificultades de atención o una discapacidad de aprendizaje no detectada. Los resultados de las evaluaciones le permiten al psicólogo diagnosticar un problema o arrojan más información acerca de cómo usted piensa, se siente y se comporta.

Además, usted y el psicólogo seguirán investigando sus problemas por medio del diálogo. A algunas personas, el solo hecho de poder hablar libremente de un problema les proporciona alivio. En las primeras etapas de la psicoterapia, el psicólogo le ayudará a aclarar cuál es su molestia. Luego pasará a una fase de solución de problemas en la que ambos trabajarán en conjunto para encontrar otras formas de pensar, comportarse y manejar sus sentimientos. Es posible que durante las sesiones haga ejercicios en los que dramatice nuevas conductas y haga asignaciones en casa para practicar nuevas destrezas entre sesiones. A medida que transcurra el tratamiento, usted y el psicólogo evaluarán su progreso y determinarán si hay que reformular o ampliar sus objetivos originales.

En algunos casos, el psicólogo podría sugerir la participación de otras personas. Por ejemplo, si tiene problemas de pareja o de relaciones humanas, la participación con el cónyuge o pareja en la sesión puede ser de utilidad. De forma similar, es aconsejable que una persona que confronte dificultades en la crianza de sus hijos los lleve a las sesiones. Aquellos que tienen dificultad para interactuar con los demás podrían beneficiarse con la psicoterapia de grupo.

A medida que vaya resolviendo el problema que le llevó a buscar ayuda en la psicoterapia, también adquirirá nuevas destrezas que le harán verse a sí mismo y al entorno de forma diferente. Aprenderá a distinguir las situaciones que puede cambiar y las que no y a concentrarse en mejorar las cosas que están bajo su control.

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También adquirirá resiliencia, la cual le ayudará a lidiar mejor con retos futuros. Por ejemplo, un estudio sobre el tratamiento de la depresión y la ansiedad realizado en el año 2006 revela que los métodos cognitivo y conductual usados en la psicoterapia, tienen un efecto duradero que reduce el riesgo de que vuelvan a aparecer los síntomas, aún después de terminado el tratamiento. Otro estudio descubrió un resultado similar al evaluar los efectos a largo plazo de la psicoterapia psicodinámica.

En breve tendrá una nueva perspectiva y nuevas formas de pensar y comportarse.

¿Cómo puedo aprovechar al máximo la psicoterapia?

La psicoterapia es diferente a los tratamientos médicos o dentales, en los que el paciente se sienta pasivamente mientras los profesionales trabajan con ellos y les comunican sus diagnósticos y planes de tratamiento. En la psicoterapia el psicólogo no le dice lo que debe hacer. Es una colaboración activa entre usted y el psicólogo.

De hecho, cientos de estudios han descubierto que una parte muy importante de lo que hace que la psicoterapia dé resultado es la relación de colaboración entre el psicólogo y el paciente, que también se conoce como alianza terapéutica. O sea, lo que ocurre cuando el psicólogo y el paciente trabajan juntos para lograr los objetivos de este último.

Participe de forma activa en la psicoterapia. Contribuya a establecer los objetivos del tratamiento. Colabore con el psicólogo pera crear calendario de metas. Haga preguntas sobre su plan de tratamiento. Si piensa que determinada sesión no funcionó como esperaba, exprese su opinión y sostenga un diálogo para que el psicólogo pueda responder y adaptar su tratamiento con mayor efectividad. Pídale al psicólogo que le recomiende libros o sitios web con información útil sobre sus problemas.

Y como el cambio de comportamiento es difícil, la práctica también es vital. Es fácil recaer en viejos patrones de pensamiento y conducta y debe mantenerse alerta a esto entre sesiones. Esté atento a su reacción ante las cosas, recurra a lo aprendido en las sesiones con el psicólogo y aplíquelas en esas situaciones de la vida real. Cuéntele al psicólogo lo que ha aprendido entre sesiones. Este tomará en cuenta esta información y la incorporará a lo que ocurre durante la consulta para ayudarle mucho más. Mediante la práctica regular podrá consolidar sus logros, terminar el tratamiento de psicoterapia mucho antes y mantener sus progresos una vez concluido.

¿Debo preocuparme por el respeto a la confidencialidad?

Los psicólogos consideran extremadamente vital el respeto a su privacidad. Es parte de su código de ética profesional. Pero más importante aún es que se trata de una condición para conservar su licencia profesional. Los psicólogos que violen la confidencialidad del paciente se arriesgan a perder la capacidad de ejercer su profesión en el futuro.

Para que el tratamiento de psicoterapia sea lo más efectivo posible, usted debe ser franco y honesto sobre sus pensamientos y comportamiento más íntimos. Aunque esto puede ser angustioso, no tiene que temer que el psicólogo revele sus enigmas a otras personas, con excepción de que se trate de las situaciones más extremas. Por ejemplo, si le confiesa que proyecta hacerse daño a sí mismo o a otras personas, el psicólogo tiene la obligación de informarlo a las autoridades para proteger el paciente y la seguridad de terceros. Los psicólogos también deben informar cualquier caso de abuso, explotación o abandono de niños, ancianos o discapacitados. Además, el psicólogo pudiera tener la obligación de proporcionar cierta información ante la corte en procesos judiciales.

Por supuesto, usted puede darle al psicólogo permiso por escrito para revelar todas o parte de sus conversaciones con su médico, maestro o cualquier otra persona que usted desee.

Los psicólogos se toman tan en serio la confidencialidad, que probablemente ni le saluden si se encuentran en un supermercado u otro sitio. Tampoco hay problema alguno si el paciente hace lo mismo. El psicólogo no se ofenderá, pues comprende que usted sólo está protegiendo su privacidad.

Su campo de estudio abarca todos los aspectos de la experiencia humana. La propia palabra nos permite hacernos una idea de sus áreas de trabajo, ya que proviene del griego: psico- (actividad mental o alma) y -logía (estudio). En Gabinet Psicològic Mataró estamos especializados en el tratamiento de los distintos trastornos psicológicos de adultos y parejas mediante la terapia cognitivo-conductual, la terapia EMDR (Terapia de Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares) y la terapia sistémica.

Su eficacia está ampliamente demostrada en numerosos estudios científicos para el tratamiento de cualquier problema psicológico, sea este un trastorno mental severo como la depresión mayor, un trastorno de conducta alimentaria o un trastorno de ansiedad o problemas menores, pero no por ello menos importantes, como la baja autoestima o el déficit en habilidades sociales.

Los españoles no frecuentan habitualmente la consulta del psicólogo y cuando lo hacen es que ya no se puede más con un cuadro de sufrimiento en el que se ha perdido el control de las emociones e incluso de la vida cotidiana, tanto en el ámbito social, familiar o laboral. Sin embargo, hay una serie de síntomas o situaciones que deben inducir a quienes los sufren a buscar el apoyo de un psicólogo:

  • Se tienen problemas para conciliar el sueño y descansar, generalmente porque no se puede desconectar de los problemas que uno tiene.
  • Se siente agresivo, irritable, con cambios de humor que no se pueden controlar y que pueden llevar a generar situaciones límite.
  • Se ha perdido el control sobre los acontecimientos diarios.
  • No se controlan las emociones, se llora con facilidad y afloran, sin poder evitarlo, la rabia, la tristeza, la angustia, la impotencia, etc.
  • Surgen problemas físicos como consecuencia de la somatización de los problemas: dolores en diferentes partes del cuerpo, presión en el pecho, aumento de la frecuencia cardiaca, hiperventilación o respiración muy superficial y acelerada, sudoración, etc.
  • Se siente incapacidad para resolver situaciones graves que puedan sproducirse en el ámbito familiar, laboral o social.
  • Se siente que no se es capaz de analizar las cosas con objetividad y actuar con inteligencia.
  • Se tienen pensamientos negativos, catastrofistas u obsesivos o fijaciones que condicionan la vida cotidiana.
  • Deseo de morir o sensación de que su vida ya no tiene sentido.
  • Piensa que todo el entorno está en su contra.
  • Ha fallecido un familiar o una persona muy cercana y no es capaz de asumir su ausencia, condicionando su vida diaria.
  • Vive en soledad, sin orden, comiendo cualquier cosa y en cualquier momento y no hace nada por relacionarse con otras personas.

La mayoría de estas situaciones son indicativas de la existencia de problemas psicológicos que deben ser resueltos y que requieren el apoyo de un psicólogo.

Pueden ser síntomas del inicio de un proceso depresivo, precursores de un ataque de ansiedad o síntomas de algún trastorno del comportamiento. Basta que se dé uno de ellos para que exista la necesidad de consultar con un psicólogo. En este contexto de cuidado de la salud mental, cobra especial importancia el poder contar con un seguro médico con cobertura psicológica que cuide y apoye tanto el bienestar físico como el mental. No se debe sufrir en vano, máxime cuando estos problemas pueden agravarse al no afrontarlos o no saber cómo hacerlo.

Cómo interviene el psicólogo en la adultez

El psicólogo interviene en la adultez a través de diversas terapias y enfoques, como la terapia cognitivo-conductual, la terapia EMDR y la terapia sistémica. Estas terapias se adaptan a las necesidades y problemáticas específicas de cada individuo.

En la terapia cognitivo-conductual, se trabaja en identificar y modificar los pensamientos y comportamientos negativos que están afectando la vida del paciente. Se busca reemplazar los patrones de pensamiento disfuncionales por otros más adaptativos y saludables.

La terapia EMDR se utiliza especialmente para tratar trastornos de estrés postraumático. A través del movimiento ocular o de otros estímulos bilaterales, se busca reprocesar los recuerdos traumáticos y reducir su impacto emocional.

La terapia sistémica se enfoca en las relaciones y dinámicas familiares. Se trabaja en identificar y modificar los patrones de interacción disfuncionales, buscando mejorar la comunicación y promover cambios positivos en el sistema familiar.

El psicólogo también puede brindar apoyo emocional, ayudar a desarrollar habilidades de afrontamiento y proporcionar herramientas para manejar el estrés y la ansiedad. En general, su objetivo es ayudar al paciente a mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida en general.

La psicología para adultos abarca un amplio espectro de problemas y trastornos, y el psicólogo interviene a través de diferentes terapias y enfoques para ayudar a los individuos a superar sus dificultades y mejorar su bienestar emocional.

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