Los berrinches son estallidos emocionales violentos que suelen ocurrir en respuesta a una frustración en los niños. Son comportamientos normales durante el desarrollo de la primera infancia y suelen aparecer hacia el final del primer año, siendo más frecuentes de los 2 a los 4 años de edad. Sin embargo, si los berrinches persisten después de los 5 años de edad, puede ser necesario buscar ayuda profesional.
Causas de los berrinches
Los berrinches pueden ser desencadenados por diferentes motivos, como la frustración, el cansancio y el hambre. Los niños también pueden tener berrinches para buscar atención, obtener algo o evitar hacer algo. Tener en cuenta que la causa real de un berrinche puede ser una combinación de la personalidad del niño, las circunstancias inmediatas y su desarrollo normal. En casos raros, la causa puede estar relacionada con un problema de base mental, físico o social, especialmente si los berrinches duran más de 15 minutos o se producen con mucha frecuencia.
Manifestaciones de los berrinches
Los berrinches pueden manifestarse de diferentes formas, como gritos, llantos, revolcarse, rodar por el suelo, pisar fuerte o arrojar objetos. Es importante recordar que aunque suele ser eficaz proporcionar un entorno seguro para que los niños se calmen, muchos de ellos tienen dificultades para interrumpir un berrinche por sí mismos. En la mayoría de los casos, enfrentar directamente el origen del berrinche solo prolongará su duración. Por lo tanto, es preferible redirigir la atención del niño ofreciéndole una actividad alternativa en la cual pueda concentrarse. Además, puede ser beneficioso retirar físicamente al niño de la situación que provocó el berrinche.
Cuando los berrinches no son normales
Como mencionamos anteriormente, los berrinches son comportamientos normales durante el desarrollo de la primera infancia. Los niños tienen una tendencia natural a afirmar su independencia a medida que aprenden que son seres separados de sus padres. Sin embargo, existen casos en los que los berrinches pueden indicar problemas más serios. Si los berrinches empeoran con el tiempo, duran más de lo habitual o se vuelven más frecuentes, es importante buscar ayuda profesional para evaluar la situación. También es necesario buscar ayuda si los berrinches van acompañados de comportamientos agresivos o si el niño muestra signos de angustia emocional.
Consejos para manejar los berrinches
Para manejar los berrinches de manera efectiva, es importante mantener la calma y recordar que son comportamientos normales en la infancia. No te culpes a ti mismo como padre, ya que los berrinches no son una indicación de una mala crianza. Evita gritar o golpear a tu hijo, ya que esto solo empeorará la situación. En su lugar, trata de mantener una respuesta calmada y pacífica, sin ceder a las demandas del niño.
Una estrategia útil para reducir la duración e intensidad de un berrinche es ignorar el comportamiento. Siempre y cuando el niño esté seguro y no esté siendo destructivo, alejarte de la situación puede acortar la duración del episodio, ya que el niño no tendrá audiencia para su drama. Algunas veces, el niño puede seguirte y continuar con el berrinche. En estos casos, es importante no hablar ni reaccionar hasta que el comportamiento se detenga. Luego, puedes hablar tranquilamente del asunto y ofrecer alternativas sin ceder a las demandas del niño.
Prevención de los berrinches
Existen algunas medidas que puedes tomar para prevenir los berrinches en la medida de lo posible. Es importante asegurarte de que tu hijo coma y duerma en horarios regulares. Incluso si tu hijo ya no hace siestas, es recomendable tener momentos de descanso durante el día. Acostarse durante 15 a 20 minutos o descansar junto a tu hijo mientras leen cuentos puede ayudar a prevenir los berrinches.
Otras estrategias para prevenir los berrinches pueden incluir utilizar un tono alegre al solicitarle a tu hijo que haga algo, ofrecer opciones cuando sea posible y no pelear por cosas sin importancia. Recuerda que la seguridad es lo más importante, por lo que es fundamental establecer límites claros en cuanto a no tocar objetos peligrosos o jugar en la calle.
Cuándo buscar ayuda
Si los berrinches de tu hijo empeoran y sientes que no puedes manejarlos, es recomendable buscar el consejo de un profesional de la salud. También es importante buscar ayuda si te encuentras reaccionando con ira o violencia física hacia tu hijo debido a su comportamiento. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda llamar al proveedor de atención médica de tu hijo si los berrinches se vuelven inmanejables o si tienes preocupaciones sobre tu propia reacción ante ellos.
Consultas habituales sobre los berrinches infantiles
- ¿Son normales los berrinches en los niños?
- ¿Cuándo debo preocuparme si los berrinches de mi hijo son más frecuentes o intensos de lo habitual?
- ¿Cómo puedo manejar los berrinches de manera efectiva sin perder la calma?
- ¿Qué medidas puedo tomar para prevenir los berrinches en mi hijo?
- ¿Cuándo debo buscar ayuda profesional para los berrinches de mi hijo?
Los berrinches son comportamientos normales durante el desarrollo de la primera infancia y suelen ser una forma de expresar frustración en los niños. Es importante mantener la calma y no culparse a uno mismo como padre. Ignorar el comportamiento y ofrecer alternativas puede ayudar a manejar los berrinches de manera efectiva. Si los berrinches persisten o empeoran, es recomendable buscar ayuda profesional para evaluar la situación y obtener orientación adicional.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Psicología infantil: entendiendo berrinches y consejos puedes visitar la categoría Psicología infantil.