Proceso de terapia psicológica: fases y duración

El proceso de terapia psicológica se compone de diferentes fases que permiten al paciente alcanzar una vida más feliz y desarrollar habilidades cognitivas. Aunque la duración de la terapia puede variar según cada individuo, existen cuatro fases fundamentales: evaluación, explicación del diagnóstico, tratamiento y finalización de la terapia.

Contenido

Evaluación y orientación

La primera fase de la terapia psicológica es la evaluación y orientación. Durante esta etapa, el paciente establece su primer contacto con el terapeuta y se comienza a construir la alianza terapéutica. El objetivo principal es recopilar la máxima información posible sobre el paciente para comprender su problemática.

Es común que esta fase sea incómoda tanto para el paciente como para el terapeuta. El paciente puede sentir cierta incomodidad al abrirse a un desconocido, aunque sea un profesional. Por otro lado, el terapeuta debe evaluar si puede tratar al paciente o si es necesario derivarlo a otro especialista.

Es importante destacar que la primera impresión del paciente puede determinar el éxito de la terapia. Según investigaciones, un porcentaje significativo de pacientes no asiste a la primera sesión o abandona después de las primeras sesiones. Sin embargo, si el paciente decide continuar, el terapeuta determinará si su problemática está dentro de sus capacidades y competencias diagnósticas.

En esta etapa, el paciente tiene total libertad para hacer preguntas al terapeuta y obtener información sobre el enfoque terapéutico, el diagnóstico preliminar de su problema y la experiencia del terapeuta en casos similares.

Explicación de las hipótesis diagnósticas

Una vez superada la fase de evaluación, se procede a la explicación de las hipótesis diagnósticas. En esta fase breve, el terapeuta presenta al paciente su comprensión del problema, posibles causas y cómo se abordará en la terapia. Es en este punto donde se decide qué aspecto se trabajará a lo largo de la psicoterapia.

Tratamiento

La fase del tratamiento es la parte fundamental de la terapia psicológica, donde ocurre el progreso y la mejora del paciente. Aquí se trabajan los aspectos identificados en las fases anteriores, con el objetivo de que el paciente adquiera nuevas habilidades y cambie su sistema de creencias y comportamientos.

Es importante destacar que durante esta fase pueden surgir nuevos problemas que requieran ajustar la conceptualización original del problema. Sin embargo, la identificación de estos nuevos problemas puede aumentar la efectividad del tratamiento al abordar más aspectos que afectan la estabilidad mental del paciente.

El tratamiento suele durar entre 10 y 15 sesiones, dependiendo del enfoque terapéutico utilizado. Durante estas sesiones, el terapeuta puede asignar tareas para que el paciente practique las nuevas habilidades fuera de la terapia y las aplique en situaciones reales.

Finalización de la terapia

La fase final de la terapia es la terminación, donde se evalúa si se han alcanzado los objetivos planteados y si el paciente ha adquirido habilidades para mantener su bienestar fuera de la terapia. Es importante que la finalización se planifique de forma gradual y armoniosa, para evitar que sea un evento traumático para el paciente.

Es posible que la finalización con un terapeuta no signifique el final de la terapia en sí. Algunos pacientes pueden decidir cambiar de terapeuta o incluso volver a la misma consulta en el futuro. Sin embargo, se considera que ha llegado el momento adecuado para finalizar cuando se han cumplido los siguientes puntos:

  • El paciente ha mejorado y alcanzado los objetivos planteados.
  • El paciente ha adquirido habilidades que puede utilizar fuera de la terapia.
  • Se observan cambios en los patrones relacionales del paciente.

La finalización de la terapia implica un período de seguimiento, donde el terapeuta se asegura de que el paciente está bien y ha adquirido autonomía en su vida. Este seguimiento puede finalizar cuando se considera que el paciente ha logrado una forma relacional saludable y autonomía plena.

Factores que influyen en la duración de la terapia

La duración de la terapia psicológica puede variar según diferentes factores, como:

  • Experiencia previa en terapia.
  • Inicio de la terapia con un nuevo terapeuta o uno conocido.
  • Gravedad de los síntomas y presencia de trastornos mentales.
  • Individuo, pareja, grupo o terapia familiar.
  • Método y enfoque terapéutico utilizado.

En general, las sesiones suelen tener una frecuencia semanal al principio de la terapia, para permitir al paciente reflexionar y aplicar los aprendizajes realizados. Sin embargo, una mayor frecuencia de sesiones no aceleraría el proceso terapéutico. La duración promedio de cada sesión es de 45 a 50 minutos.

Consultas habituales sobre el proceso de terapia psicológica

¿Cuántas sesiones de terapia son necesarias?

No hay un número exacto de sesiones necesarias, ya que depende de cada individuo y su problemática. Sin embargo, en promedio, el tratamiento suele durar entre 10 y 15 sesiones.

¿Cuándo se considera que la terapia ha finalizado?

La terapia se considera finalizada cuando se han alcanzado los objetivos planteados, el paciente ha adquirido habilidades para mantener su bienestar y se observan cambios en los patrones relacionales. Sin embargo, la duración de la terapia puede variar y algunos pacientes pueden requerir tratamiento a largo plazo.

¿Es normal sentirse peor durante el tratamiento?

Sí, es normal que durante el tratamiento surjan nuevos problemas y que el paciente se sienta peor antes de mejorar. Esto indica que se está volviendo consciente de sus problemas y puede llevar a un mayor control y manejo de los mismos.

¿Es posible cambiar de terapeuta durante la terapia?

Sí, es posible cambiar de terapeuta durante la terapia si el paciente no se siente cómodo con el terapeuta actual o si siente que se ha llegado a un límite con él. También es posible volver a la misma consulta en el futuro.

¿Cuándo se debe buscar terapia psicológica?

Se debe buscar terapia psicológica cuando se experimentan dificultades emocionales, problemas de relaciones, trastornos mentales o cualquier otra situación que afecte negativamente el bienestar y la calidad de vida.

El proceso de terapia psicológica consta de cuatro fases fundamentales: evaluación, explicación del diagnóstico, tratamiento y finalización. Cada fase tiene su importancia y duración, y puede variar según las características de cada individuo y su problemática. La terapia psicológica busca mejorar la calidad de vida del paciente, desarrollar habilidades cognitivas y promover un mayor bienestar emocional.

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