Los niños con problemas de conducta pueden presentar comportamientos inadecuados, desobedecer de manera sistemática, tener conductas disruptivas o experimentar rabietas intensas. Estas conductas pueden ser causadas por diversas situaciones, como la llegada de un nuevo hermano, la separación de los padres, dificultades de aprendizaje o altas capacidades. Para los padres, puede resultar difícil saber cómo manejar estas situaciones, lo que puede llevar a la frustración y al enfado excesivo hacia el niño. En este artículo, compartiremos algunas estrategias y actividades para trabajar con niños con problemas de conducta.
Técnicas de refuerzo positivo para trabajar conductas disruptivas
Es recomendable enfocarse en lo positivo y aplicar técnicas de refuerzo para que los niños tiendan a repetir la conducta adecuada. Es importante demostrarles el orgullo por las conductas bien realizadas a través de mensajes breves y claros. No es conveniente dar regalos materiales, sino conectar emocionalmente con ellos. Además, es fundamental no dar por hecho lo positivo, sino valorarlo para que el niño sienta que se le refuerza. Evitar comparaciones con otros niños y en su lugar, compararlo consigo mismo y los progresos que vaya logrando.
Estas técnicas suelen funcionar especialmente bien en niños de entre 2 y 3 años con problemas de conducta.
¿Cómo trabajar los problemas de conducta en niños?
Se pueden trabajar las conductas disruptivas a través de la creatividad y el arte, ya que los niños pueden proyectar sus emociones y reducir su nivel de estrés, mejorar su atención, canalizar sus intereses y cultivar habilidades sociales. Estas técnicas suelen ser efectivas para niños superdotados que manifiestan problemas de conducta debido al aburrimiento en clase.
Es importante no encasillar al niño, ya que esto puede llevar a la conducta no deseada. También se debe tener cuidado con la forma en que transmitimos nuestras creencias sobre ellos a los niños, ya que también transmitimos mensajes a través de nuestra conducta no verbal.
Por lo general, los niños con problemas de conducta son impulsivos y tienen dificultades para regular sus emociones, reaccionando de manera automática e impulsiva ante situaciones que no son adecuadas. Para aprender a mantener el autocontrol, existen diferentes técnicas que se pueden trabajar, como:
- Aprender a mantener el autocontrol
- Reflexionar sobre situaciones que nos producen malestar y reconocer los sentimientos que las provocan para poder controlarlos
- Conocer las consecuencias de la alteración de la norma
- Buscar alternativas de conducta adaptativa
- Identificar las diferentes señales que el cuerpo nos da cuando nos empujan, nos quitan algo, no nos dan lo que queremos, nos niegan ir o quedarnos en algún sitio, etc.
Si los niños aprenden a identificar estas señales, podrán implementar las estrategias aprendidas para mantener la calma, relajarse y pensar en las consecuencias de su conducta.
Actividades para niños con problemas de conducta
A continuación, presentamos algunas actividades para trabajar con niños con problemas de conducta:
Técnica del semáforo para controlar la ira y el enfado
Enseñar a los niños a detenerse y reflexionar sobre el problema que están experimentando y cómo se sienten, al igual que un coche que se detiene en un semáforo. Luego, deben elegir la mejor solución al conflicto, al igual que la luz verde de un semáforo.
Técnica del volcán
Esta técnica consiste en ayudar a los niños a tomar conciencia de su comportamiento a través de la imaginación. Se les pide que imaginen su interior como un volcán que representa su fuerza y energía. Aprenden a identificar las señales de ira y enfado asociadas con la lava caliente y la erupción. Luego, se les enseñan estrategias para relajarse y reducir la impulsividad.
Cuentos
Contar cuentos que enseñen a los niños a controlar su conducta, ser más obedientes y anticipar las consecuencias negativas de una mala actuación. Los cuentos se pueden narrar en diferentes momentos del día, como antes de dormir, después de la comida o en la merienda. Es importante complementarlos con actividades adicionales, como dibujar o representar la historia mediante guiñoles.
Elaboración de una tabla de puntos
El uso de una tabla de puntos ayuda a llevar un registro de la conducta del niño y valorar en qué medida obedece a sus padres. También se puede utilizar para recompensar su buen comportamiento. La tabla debe ser visible para el niño y tener un aspecto lúdico y motivador. Los puntos acumulados pueden canjearse por algo que sea de interés para el niño, como una salida al parque de atracciones o al cine.
Estas actividades y técnicas pueden ser útiles para trabajar con niños con problemas de conducta. Sin embargo, es importante adaptarlas a las necesidades y características individuales de cada niño. Si los problemas de conducta persisten o son graves, se recomienda buscar la ayuda de un psicólogo especializado en el tratamiento de niños.
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