Personalidad seductora: la psicología detrás

La personalidad seductora es innata y, lamentablemente, no se puede aprender. Lo que sí ocurre en ocasiones es que la hemos reprimido y en tal caso sí podremos aprovecharla. Tener una personalidad seductora tiene un gran valor. Poder relacionarse de forma eficaz y resultar siempre agradable es muy importante en la sociedad en la que actualmente vivimos. Aunque, en ocasiones, las personas envidien este tipo de personalidad, etiquetando a quienes la poseen con términos poco respetuosos, lo cierto es que tiene muchas ventajas. ¿Cuál es su gran desventaja? La desventaja de la personalidad seductora es que o naces con ella o no puedes adquirirla como una nueva personalidad. Todos desarrollamos una personalidad propia, y todas tienen sus ventajas. No obstante, hoy indagaremos más sobre este tipo de personalidad para conocerla más en profundidad.

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La personalidad seductora tiene un buen control del lenguaje

Una persona que tiene una personalidad seductora tiene una característica muy importante que le permite esa relación eficaz con los demás: el buen control del lenguaje. Un lenguaje claro, asertivo, que no olvida la comunicación no verbal. Como bien sabemos, lo que comunicamos con nuestros gestos y nuestra voz (entonación, tono…) tiene un porcentaje más alto que lo que transmitimos mediante las palabras (solo un 7 %). Una persona con personalidad seductora será coherente. Lo que dice y lo que expresa mediante su comunicación no verbal será lo mismo. Así se comunica de manera más efectiva y sin caer en contradicciones. No obstante, además de todo esto, el control del lenguaje que tiene es tan alto que evita las vacilaciones. Cuando vacilamos, provocamos que los demás alberguen dudas sobre lo que estamos comunicando.

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Además, si tenemos una personalidad de este tipo resultaremos más confiables y transmitiremos seguridad a los demás. Si tenemos que tomar una decisión, no vacilaremos. Esto no significa que no tengamos dudas, sino que las afrontamos de una manera sabia. De una forma práctica salimos del círculo de las dudas, confiando en nuestras capacidades y habilidades, y no dejándonos llevar por el miedo.

Interactúa con los demás de una manera saludable

Las personas que tienen una personalidad seductora saben cómo relacionarse de manera saludable con los demás. Por eso, además de ser extravertidas, comunican lo que piensan y sienten, sin guardarse nada. Además, todo esto lo hacen de manera respetuosa, pues tienen muy trabajada su asertividad. Saben comunicar lo que les molesta sin dañar al otro. De hecho, cuando se encuentran en medio de un conflicto por diferencias de opiniones, la prioridad de estas personas es buscar consenso. Dialogando, respetando la opinión de los demás, haciendo valer también las que tienen ellos… Todo esto lleva a muy buenos resultados. Quizás esa extraversión que las caracteriza, así como el buen uso de la proxémica que emplean para mostrarse más cercanas con los demás, sea algo que juegue a su favor. Sin embargo, no debemos confundir la seducción con manipulación. En este caso, la personalidad seductora no intenta manipular en ningún momento a los demás. Esto solo ocasionaría daño, relaciones tóxicas, problemas, intimidación, imposición en el momento de tomar una decisión en grupo… Nada de esto tiene que ver con las personas que tienen este tipo de personalidad.

¿Disfrutas tú de una personalidad seductora?

Si te has sentido identificado o alguna vez te han dicho que posees este tipo de personalidad entonces sabes muy bien que también te caracteriza lo siguiente:

  • Siempre das una buena imagen ante los demás, lo que hace que en cualquier proyecto que tengas que exponer, o si tienes que hablar en público, los resultados sean magníficos.
  • Desconoces lo que es tener ansiedad en un contexto social, ya que te encanta interactuar y conocer nuevas personas con las que afrontar nuevos retos con respecto a una comunicación efectiva.
  • Las demás personas suelen sentir admiración por tu manera de ser.
  • Sientes que atraes a los demás, sin apenas esfuerzo; aunque estés rodeado de personas desconocidas, rápidamente haces amigos.

Disfrutar de una personalidad seductora tiene multitud de ventajas, sobre todo dirigidas al aspecto de las relaciones con los demás. Si cuentas con este tipo de personalidad, ¡disfrútala! Y si la tienes, pero la has reprimido o escondido, ya es hora de que salga a la luz. Al fin y al cabo, así eres tú.

La seducción es un tema que ha sido estudiado desde diferentes perspectivas en la psicología. Según los expertos, la seducción es una forma de comunicación que sigue leyes específicas y que busca atraer el apoyo automático de las personas. No se trata solo de atractivo físico, sino de habilidades y estrategias psicológicas que nos permiten cautivar la mente de los demás y crear un impacto duradero.

La seducción no es algo innato, sino que se puede aprender. A través del autoconocimiento, el desarrollo de habilidades sociales y la comprensión de las necesidades y deseos de los demás, podemos mejorar nuestras habilidades seductoras.

Uno de los aspectos clave en la seducción es la capacidad de crear una imagen atractiva y memorable. Esto implica cuidar nuestra apariencia física, pero también nuestra forma de comunicarnos y expresarnos. Un buen seductor tiene un buen control del lenguaje, sabe cómo utilizar las palabras de manera efectiva y coherente, y también entiende la importancia de la comunicación no verbal.

Además, la seducción implica conocer y comprender a nuestro público objetivo. Debemos ser capaces de adaptarnos a las necesidades y deseos de las personas que queremos seducir, y también de comunicarnos de manera efectiva con ellos. Esto implica escuchar activamente, mostrar interés genuino y ser capaces de crear una conexión emocional.

La seducción es un proceso complejo que involucra habilidades comunicativas, conocimiento de uno mismo y de los demás, y una actitud positiva y segura. A través del desarrollo de estas habilidades, podemos mejorar nuestra capacidad de seducción y crear relaciones más satisfactorias y gratificantes.

personalidad seductora psicologia - Cuáles son los 9 tipos de seductores

Cuáles son los 9 tipos de seductores

Según el psicólogo Robert Greene, existen diferentes arquetipos de seductores. Cada uno de ellos tiene características y estrategias propias para cautivar a los demás. Tener en cuenta que no todos encajamos en un solo arquetipo, sino que podemos tener características de varios de ellos. A continuación, se presentan los nueve tipos de seductores descritos por Greene:

  1. La Sirena: Inaccesible, divina, encantadora. Es próxima y a la vez distante. Es la musa de los poetas, la chica que hace perder la cabeza a los gobernantes.
  2. El Libertino: Transgresor y confiado, sabe que su encanto nace de los instintos más primarios. Vive al límite, saltándose todas las normas.
  3. El Amante Ideal: Experto del ilusionismo, crea romances perfectos, sin fisuras. Es capaz de hacer sentir a las mujeres cómodas y deseadas.
  4. El Dandy: Inclasificable, andrógino, elegante, irónico. Juega con la masculinidad y la feminidad.
  5. El Cándido: Es un niño ingenuo y juguetón. Hace que lo difícil parezca fácil. Tiene el encanto inofensivo de los bebés y los dotes subversivos del pícaro.
  6. La Coqueta: Cancela las citas, aparece en el momento más inesperado. Cuanto más logra conseguir tu atención, menos la quiere.
  7. El Encantador: Te dará lo que desees sin pedir nada a cambio. Sabrá halagarte y hacerte sentir cómoda.
  8. El Carismático: Es el centro de atención. Todo el entorno quiere estar cerca de él porque es un manantial de risas y diversión.
  9. La Estrella: Atractivo y estiloso, tiene una vida singular y poco común que es un imán para todos.

Estos arquetipos nos ayudan a comprender las diferentes estrategias y enfoques que pueden utilizar las personas para seducir a los demás. Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única y que no todos encajamos en un solo arquetipo. Lo más importante es ser auténtico y sincero en nuestras interacciones con los demás.

La personalidad seductora es innata y no se puede aprender. Sin embargo, podemos aprovechar y desarrollar nuestras habilidades seductoras si las hemos reprimido. La personalidad seductora se caracteriza por tener un buen control del lenguaje, interactuar de manera saludable con los demás y ser capaz de crear una imagen atractiva y memorable. Además, la psicología nos dice que la seducción es un proceso complejo que implica habilidades comunicativas, conocimiento de uno mismo y de los demás, y una actitud positiva y segura. Por último, existen diferentes arquetipos de seductores que utilizan estrategias y enfoques distintos para cautivar a los demás. Sin embargo, cada persona es única y puede tener características de varios arquetipos. Lo más importante es ser auténtico y genuino en nuestras interacciones con los demás.

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