El pensamiento absolutista es una forma de pensar en la que se clasifican las circunstancias en extremos, sin tener en cuenta los matices, los grises o los puntos intermedios. Las personas que utilizan este tipo de pensamiento tienden a polarizar su forma de entender las cosas, dividiendo todo en categorías de bueno o malo, blanco o negro. Esta perspectiva absolutista puede llevar a tomar decisiones extremas o radicales, afectando diversas áreas de la vida.
Qué es el pensamiento dicotómico
El pensamiento dicotómico es una forma de pensamiento que se basa en clasificar las situaciones en extremos, sin considerar los matices ni los puntos intermedios. Las personas que utilizan este tipo de pensamiento polarizan sus decisiones y acciones, centrándose únicamente en una opción sin tener en cuenta las posibles consecuencias en otras áreas de su vida.
El pensamiento dicotómico se caracteriza por ver el entorno en términos de blanco o negro, todo o nada. Por ejemplo, una persona que piensa de forma dicotómica puede creer que algo está bien o está mal, que una acción es perfecta o un fracaso total. No pueden ver los matices de la vida y tienden a simplificar la realidad en dos polos opuestos exclusivamente.
Consecuencias del pensamiento dicotómico
El uso del pensamiento dicotómico tiene varias consecuencias negativas. En primer lugar, la simplificación de la realidad limita la capacidad de pensar y actuar de manera flexible, ya que solo se contemplan dos opciones, ignorando las posibilidades intermedias. Además, este tipo de pensamiento puede llevar a otros sesgos cognitivos, ya que la persona utiliza un modo de razonamiento más sencillo y no considera información relevante.
El pensamiento dicotómico ha sido descrito como una forma de pensamiento primitiva e inmadura por el padre de la terapia cognitiva, Aaron Beck. Esta forma de pensar dificulta la identificación de las diferentes dimensiones de la realidad y hace que las personas sean reacias a replantearse sus creencias, incluso cuando están equivocadas. También puede generar la necesidad de tener control, perfeccionismo y baja tolerancia a la ambigüedad.
A quién afecta el pensamiento dicotómico
El pensamiento dicotómico es común en niños y personas con trastornos psicóticos, trastornos de personalidad, problemas de ansiedad o del estado de ánimo. Los niños suelen ver el entorno de manera dicotómica debido a su pensamiento concreto y falta de comprensión de la abstracción y la empatía. Por otro lado, en personas adultas, el pensamiento dicotómico puede ser una distorsión cognitiva arraigada que filtra la información en base a esta polarización.
Cómo modificar el pensamiento dicotómico
Es posible trabajar en la modificación del pensamiento dicotómico y alcanzar una mayor flexibilidad en el razonamiento. Es importante evitar caer en el pesimismo y buscar ayuda profesional, como la terapia psicológica, para identificar y racionalizar estos pensamientos poco realistas. A través de la terapia, se puede aprender a reconocer los pensamientos dicotómicos y reemplazarlos por pensamientos más saludables y equilibrados.
No dudes en solicitar una cita con un profesional de la psicología si sientes que el pensamiento dicotómico te está generando malestar y afectando tu vida diaria.
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