La Psicología Criminal es una disciplina que se encarga de estudiar el comportamiento delictivo y la mente de los criminales. A través de diferentes enfoques y teorías, se busca comprender las causas y motivaciones que llevan a una persona a cometer actos delictivos.
Paradigma Clásico
El paradigma clásico de la Psicología Criminal se basa en la idea de que los criminales son seres racionales que toman decisiones conscientes y calculadas. Según este enfoque, los delincuentes son plenamente responsables de sus acciones y merecen ser castigados por ellas.
En este paradigma, se considera que el delito es resultado de una elección individual, en la que el criminal decide cometer un acto ilícito a pesar de conocer las consecuencias negativas que puede acarrear. Se enfoca en el análisis de factores como la personalidad, el ambiente y las circunstancias que pueden influir en la toma de decisiones del delincuente.
Paradigma Positivista
El paradigma positivista de la Psicología Criminal surge como una crítica al enfoque clásico. Se basa en la idea de que los criminales no son seres completamente racionales, sino que están influenciados por factores biológicos, psicológicos y sociales que los predisponen a cometer delitos.
Según este enfoque, los delincuentes son vistos como víctimas de circunstancias adversas, como la pobreza, la falta de educación o los traumas infantiles. Se busca identificar los factores de riesgo y las características individuales que pueden estar asociadas con la conducta criminal, con el objetivo de prevenir y tratar el delito desde un enfoque más comprensivo y rehabilitador.
Paradigma Interaccionista
El paradigma interaccionista de la Psicología Criminal combina elementos de los paradigmas clásico y positivista, reconociendo la importancia tanto de las decisiones individuales como de los factores de riesgo y las influencias sociales.
Según este enfoque, el delito es producto de una interacción compleja entre la personalidad del individuo, su entorno social y las oportunidades delictivas que se le presentan. Se enfoca en el análisis de los procesos de socialización, la influencia de los grupos de pares y la presencia de factores desencadenantes que pueden llevar a una persona a cometer actos delictivos.
Los paradigmas de la Psicología Criminal ofrecen diferentes perspectivas para comprender el comportamiento delictivo. Mientras que el paradigma clásico enfatiza la responsabilidad individual y el castigo, el paradigma positivista busca explicar el delito a través de factores biológicos, psicológicos y sociales. Por su parte, el paradigma interaccionista reconoce la complejidad de la conducta criminal y la interacción de diferentes variables.
Tener en cuenta que estos paradigmas no son excluyentes, sino que pueden coexistir y complementarse en el estudio de la Psicología Criminal. Cada uno aporta una visión distinta y enriquecedora para entender las causas y motivaciones que llevan a una persona a cometer actos delictivos.
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