La motilidad en psicología se refiere a la capacidad de moverse de forma espontánea. En el ámbito de la salud mental, se considera que la motilidad puede ser un reflejo de la personalidad y está relacionada con los procesos psíquicos. A través del estudio de los actos motores, como la escritura o los gestos, se puede obtener información sobre la personalidad de un individuo.
La motilidad en el ser humano
En el ser humano, la motilidad juega un papel fundamental en la expresión de las emociones y en la comunicación no verbal. Los trastornos de la motilidad pueden manifestarse de diferentes formas y afectar al cuello, al tronco o a los miembros.
En el caso de trastornos como la esquizofrenia, los síntomas relacionados con la motilidad suelen ser predominantes. Entre estos síntomas se encuentran la acinesia (falta de movimiento), la agitación, las estereotipias, el mutismo, el negativismo y los fenómenos del eco (ecolalia, ecopraxia, ecomimia).
La motilidad también puede verse afectada por la combinación de ciertos medicamentos, como los antiparkinsonianos anticolinérgicos, los antidepresivos tricíclicos y los neurolépticos. Esta combinación puede dar lugar a una intoxicación por anticolinérgicos, que se caracteriza por delirium, convulsiones, taquicardia supraventricular, hipotensión, enrojecimiento cutáneo, sequedad de la piel, hipomotilidad intestinal, midriasis e hipertermia.
La psicomotilidad y los tipos morfopsicológicos
La psicomotilidad es una tipología morfopsicológica que distingue diferentes tipos de personalidad en función de las características físicas y temperamento de un individuo.
Tipo picnico-ciclotímico
Este tipo de personalidad se caracteriza por tener medidas transversales y circulares predominantes, una talla baja, cuello corto y macizo, manos cortas y anchas, y poco desarrollo muscular. Estas personas son propensas a la obesidad y su temperamento oscila entre la alegría y la tristeza, lo que las predispone a los trastornos bipolares.
Tipo atlético-viscoso
Las personas de este tipo tienen un cinturón escapular ancho y musculoso, un cuello alto y poderoso, un mentón prominente, manos grandes y fuertes, y una pelvis estrecha con piernas delgadas. Su temperamento se caracteriza por ser viscoso, tenaz y adhesivo, con cambios de humor que van desde lo explosivo hasta lo flemático. Según esta tipología, las personas atléticas están predispuestas a padecer epilepsia.
Tipo leptosomático-esquizotímico
Este tipo de personalidad se caracteriza por ser delgado, con poco desarrollo muscular y panículo adiposo escaso. Tienen manos huesudas y finas, un perímetro torácico reducido, hombros estrechos y una estatura baja. Su temperamento se caracteriza por una afectividad que oscila entre la frialdad y la sensibilidad. Se considera que estas personas tienen una psicomotilidad reservada, rígida e inerte, y pueden presentar un mayor riesgo de desarrollar psicosis esquizofrénicas y personalidades pospsicóticas.
Tipo displásico
Este tipo de personalidad tiene una gran variedad de características dismórficas y una predisposición a padecer epilepsia, similar al tipo atlético. Sin embargo, se considera un tipo accesorio dentro de la tipología morfopsicológica.
La motilidad en psicología es la capacidad de moverse de forma espontánea y está relacionada con los procesos psíquicos y la personalidad de un individuo. Los trastornos de la motilidad pueden manifestarse de diferentes formas y afectar al cuello, al tronco o a los miembros. Además, la psicomotilidad y los tipos morfopsicológicos pueden proporcionar información adicional sobre la personalidad de una persona.
Si tienes alguna preocupación relacionada con la motilidad o cualquier otro aspecto de tu salud mental, es importante que consultes a un profesional de la salud. Este artículo tiene un propósito informativo y no debe ser utilizado como sustituto de un diagnóstico o tratamiento médico.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Motilidad psicología: qué es y cómo afecta al ser humano puedes visitar la categoría Psicología.