El sentimiento de merecimiento es un concepto fundamental en la psicología que se refiere a la percepción de uno mismo respecto a su valía y dignidad personal. ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos? ¿Consideramos que merecemos tener éxito, bienestar y relaciones saludables? Estas preguntas son clave para comprender el impacto del merecimiento en nuestra vida diaria.
El origen del sentimiento de merecimiento
Desde temprana edad, comenzamos a construir nuestra idea de valía personal. A través de nuestras interacciones con el entorno y los mensajes que recibimos de las personas significativas en nuestra vida, desarrollamos una percepción de nuestro propio valor y merecimiento. Algunos padres pueden educar a sus hijos en la creencia de que merecen todo sin esfuerzo, mientras que otros pueden condicionar su valor basado en sus logros. Estas experiencias moldean nuestra comprensión del entorno y tienen un impacto duradero en nuestra vida.
El lado oscuro del merecimiento
El sentimiento de merecimiento puede tener consecuencias negativas cuando se convierte en una creencia de que merecemos todo sin esfuerzo. Esto puede llevarnos a esperar tratos favorables y resultados inmediatos, lo cual puede ser problemático en diferentes áreas de nuestra vida. Por ejemplo, en la etapa formativa, podemos culpar a otros por nuestro bajo rendimiento académico en lugar de asumir nuestra responsabilidad. En el ámbito laboral, expectativas infundadas pueden llevarnos a abandonar rápidamente un trabajo si no obtenemos los beneficios o reconocimientos esperados. Además, esta actitud puede generar conflictos interpersonales debido a una actitud de superioridad o falta de empatía.
La importancia del merecimiento
A pesar de las posibles consecuencias negativas, el sentimiento de merecimiento es fundamental para nuestro bienestar psicológico y emocional. Es necesario sentirnos valiosos y dignos independientemente de nuestros logros, fallas o cualidades. Subordinar nuestro merecimiento a factores externos puede tener consecuencias negativas, como la aparición de trastornos de la conducta alimentaria o la aceptación de relaciones nocivas. Además, la falta de merecimiento puede inhibir nuestros esfuerzos por lograr resultados positivos y estados de ánimo agradables. Sentirnos indignos reduce nuestra motivación para mejorar nuestra autoestima y bienestar.
Alcanzar un equilibrio
Para disfrutar de un bienestar personal y relaciones enriquecedoras, es importante encontrar un equilibrio en nuestro sentimiento de merecimiento. Necesitamos tener un amor propio incondicional que nos permita cometer errores y aceptarnos a nosotros mismos, pero también debemos hacernos responsables de nuestras acciones. Considerarnos dignos y merecedores de buenos resultados no implica desentendernos del trabajo necesario para alcanzarlos, ni menospreciar el esfuerzo de los demás. El respeto por nosotros mismos y por los demás es complementario, y sentirnos valiosos no significa restar valor a los demás.
Cómo trabajar el merecimiento psicología
Trabajar el merecimiento requiere de acciones concretas que nos permitan fortalecer nuestro sentimiento de valía y dignidad personal. Aquí te presento tres enigmas para trabajar el merecimiento:
Tú eres tu mejor activo
Debemos reconocer que somos nuestro mayor tesoro y que merecemos cuidarnos y priorizarnos. Incorpora hábitos saludables en tu rutina diaria que te permitan cuidarte física y emocionalmente. Dedica al menos unos minutos al día para ti, ya sea meditando, haciendo ejercicio, disfrutando de un baño relajante o cualquier otra actividad que te haga sentir bien.
Aprende a mimarte
No pospongas tu cuidado y bienestar. Dedica tiempo para mimarte y demostrarte cuánto te quieres y te respetas. Incorpora pequeñas actividades que te hagan sentir bien, como usar una mascarilla facial, leer un libro, escuchar música o disfrutar de un momento de tranquilidad.
Vuelve a tus hobbies
Recuerda aquellas actividades que te apasionaban y que dejaste de lado por las responsabilidades y obligaciones. Retoma esos hobbies y dedica tiempo a hacer lo que realmente te gusta. Puede ser pintar, escribir, bailar o cualquier otra actividad que te haga sentir feliz y satisfecho.
Trabajar nuestro sentimiento de merecimiento es fundamental para nuestro bienestar y felicidad. No esperes más y empieza a priorizarte y cuidarte a ti mismo. Recuerda que tú eres digno y merecedor de una vida plena y satisfactoria.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a El sentimiento de merecimiento en psicología: importancia y consejos puedes visitar la categoría Autoestima.