Manía: definición, síntomas y tratamiento en psicología

La manía es un término utilizado en psicología para describir un estado de ánimo alterado y exaltado que se caracteriza por una euforia anormal, un humor excesivo y una conducta desinhibida. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la manía, sus síntomas, posibles causas y su tratamiento.

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Definición de manía según la Real Academia Española

Según el Diccionario de la Real Academia Española, la manía se define como una especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al furor. También se utiliza para referirse a una extravagancia, preocupación caprichosa por un tema o cosa y a un afecto o deseo desordenado. En términos coloquiales, puede significar tener ojeriza o aversión hacia alguien.

Estas definiciones muestran la diversidad de usos que puede tener el término manía en nuestro lenguaje cotidiano. Sin embargo, en psiquiatría, la manía se refiere a un síndrome o cuadro clínico caracterizado por una excitación psicomotriz y una exaltación de la consciencia de sí mismo.

Síntomas de la manía

Los síntomas de la manía pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen los siguientes:

  • Elevada locuacidad: la persona habla de manera rápida y constante.
  • Parloteo acelerado: la persona tiende a cambiar rápidamente de temas al hablar.
  • Pérdida del hilo de las argumentaciones: la persona tiene dificultad para mantener una conversación coherente.
  • Excitación: la persona se muestra excesivamente activa y agitada.
  • Hipersensibilidad: la persona puede ser fácilmente irritada o molesta.
  • Incoherencia: la persona puede tener dificultad para expresar sus ideas de manera coherente.
  • Sentimientos de grandeza: la persona puede creer que tiene habilidades o poderes especiales.
  • Sentimiento de invulnerabilidad: la persona puede sentir que no puede ser dañada o que está por encima de las reglas.
  • Pérdida de valoración de los riesgos: la persona puede tomar decisiones impulsivas sin considerar las consecuencias.
  • Gasto desproporcionado de dinero: la persona puede tener un comportamiento derrochador o compulsivo en relación al dinero.

Tener en cuenta que estos síntomas deben ser evaluados por un profesional de la salud mental para realizar un diagnóstico adecuado.

Causas de la manía

La manía puede ser desencadenada por una combinación de factores internos y externos. Entre las posibles causas se encuentran:

  • Predisposición genética: existe evidencia de que la manía puede tener un componente hereditario.
  • Desequilibrio bioquímico: se ha observado que los neurotransmisores cerebrales, como la dopamina y la serotonina, pueden estar implicados en el desarrollo de la manía.
  • Falta de sueño: la privación de sueño puede desencadenar episodios maníacos en personas susceptibles.
  • Uso de sustancias estimulantes: el consumo de drogas como la cocaína o el alcohol puede desencadenar episodios maníacos.
  • Falta de luz solar: la falta de exposición a la luz solar puede afectar el estado de ánimo y desencadenar episodios maníacos.
  • Carencia de vitaminas: la falta de ciertas vitaminas, como la vitamina D o la vitamina B12, puede tener un impacto en el equilibrio emocional.

Es importante destacar que estos factores no son exclusivos de la manía y pueden estar presentes en otros trastornos del estado de ánimo.

Tratamiento de la manía

El tratamiento de la manía debe ser realizado por un profesional de la salud mental, quien evaluará el caso y determinará el mejor enfoque terapéutico. El tratamiento puede incluir:

  • Ingresos hospitalarios: en casos graves, puede ser necesario el ingreso en un hospital para una evaluación más intensiva y un cuidado especializado.
  • Tratamiento farmacológico: se pueden prescribir medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, como los antipsicóticos o los estabilizadores del ánimo, para controlar los síntomas de la manía.
  • Medidas de prevención para evitar recaídas: es importante adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y evitar el consumo de sustancias estimulantes.
  • Seguimiento médico: es fundamental realizar un seguimiento regular con un profesional de la salud mental para evaluar la evolución del paciente y ajustar el tratamiento si es necesario.

Es importante destacar que el tratamiento de la manía debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona. Cada caso es único y requiere de un enfoque personalizado.

La manía es un estado de ánimo alterado y exaltado que se caracteriza por una euforia anormal, un humor excesivo y una conducta desinhibida. Puede estar asociada a trastornos del estado de ánimo como el trastorno bipolar. Es importante buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas de manía, ya que un diagnóstico adecuado y un tratamiento adecuado pueden mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

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