La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general. Sin embargo, existe una confusión común entre los términos salud mental y enfermedad mental. Aunque ambas se relacionan con la salud mental, no son intercambiables y tienen diferencias importantes.
¿Cuál es la diferencia entre salud mental y enfermedad mental?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la salud mental incluye el bienestar social, emocional y psicológico de una persona. Va más allá de la mera ausencia de enfermedad mental. Por otro lado, las enfermedades mentales son condiciones diagnosables relacionadas con la salud mental. Es importante destacar que la definición de salud mental y enfermedad mental puede variar según la fuente consultada y no existe una única definición aceptada universalmente.
Es posible tener una buena salud mental a pesar de vivir con una enfermedad mental. La salud mental es compleja y única para cada individuo. Lo que puede considerarse una buena salud mental para una persona puede no serlo para otra. Es importante recordar que la salud mental es tan importante como la salud física y es fundamental para nuestro bienestar general.
¿Los problemas de salud mental son enfermedades?
Es importante comprender que los problemas de salud mental no son necesariamente enfermedades. Es posible experimentar un bajo estado de ánimo o ansiedad sin cumplir los criterios para recibir un diagnóstico de enfermedad mental. Los problemas de salud mental pueden estar relacionados con el agotamiento, la fatiga física o mental, el duelo, la presencia de condiciones de salud física, el estrés u otras circunstancias. Tener en cuenta que experimentar estos desafíos no implica necesariamente tener una enfermedad mental.
Por otro lado, es posible vivir con una enfermedad mental y tener una buena salud mental. Muchas personas que viven con enfermedades mentales logran estabilizar sus condiciones a través de medicación, terapia y estrategias de autocuidado. Aunque puedan experimentar síntomas en momentos determinados, su salud mental puede estar en un buen estado general.
¿Se pueden prevenir las enfermedades mentales?
No existe una forma confiable de prevenir las enfermedades mentales. Sin embargo, según una revisión de investigaciones realizada en 2022, se sugiere que ciertas habilidades pueden reducir las posibilidades de desarrollar ciertas condiciones, como aprender habilidades efectivas para enfrentar el estrés desde la infancia. La prevención de las enfermedades mentales es un concepto complejo, ya que intervienen muchos factores en su desarrollo, como la genética, la química cerebral, factores ambientales, determinantes sociales de la salud, experiencias traumáticas o abusivas en la infancia, rasgos de personalidad y otras condiciones de salud coexistentes o el uso de sustancias.
¿La felicidad es sinónimo de buena salud mental?
La salud mental no se define exclusivamente por la felicidad o la ausencia de emociones negativas. Es importante comprender que las personas con buena salud mental pueden experimentar tristeza, infelicidad o enojo en determinados momentos. Estas emociones forman parte de la experiencia humana y no necesariamente indican una mala salud mental o la presencia de una enfermedad mental.
Problemas de salud mental que no se consideran enfermedades mentales
- Trastornos de ansiedad: Los trastornos de ansiedad pueden afectar la vida diaria de una persona de forma abrumadora.
- Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): El TDAH se caracteriza por la falta de atención, la desorganización y la hiperactividad-impulsividad.
- Trastorno bipolar: El trastorno bipolar provoca cambios drásticos en el estado de ánimo, la energía y la capacidad de pensar con claridad.
- Trastorno límite de la personalidad: El trastorno límite de la personalidad se caracteriza por la inestabilidad emocional, las dificultades en las relaciones interpersonales y la imagen de sí mismo.
- Depresión: La depresión implica períodos recurrentes y severos de cambios en el estado de ánimo, el pensamiento y la motivación.
- Trastornos disociativos: Los trastornos disociativos, a menudo relacionados con traumas, afectan todas las áreas del funcionamiento psicológico.
- Trastornos de la alimentación: Los trastornos de la alimentación implican cambios intencionales en los hábitos alimentarios que afectan la salud física o el comportamiento social.
- Trastorno obsesivo-compulsivo: El trastorno obsesivo-compulsivo se caracteriza por pensamientos persistentes e intrusivos (obsesiones) y comportamientos repetitivos (compulsiones) en respuesta a esos pensamientos.
- Trastorno de estrés postraumático: El trastorno de estrés postraumático (TEPT) involucra una serie de respuestas fisiológicas y psicológicas que pueden ocurrir después de haber experimentado o presenciado un evento traumático.
- Psicosis: La psicosis se caracteriza por la alteración del pensamiento y la percepción, lo que dificulta distinguir entre la realidad y lo que no lo es.
- Trastorno esquizoafectivo: El trastorno esquizoafectivo involucra síntomas de esquizofrenia, como alucinaciones o delirios, y síntomas de un trastorno del estado de ánimo, como episodios depresivos o maníacos.
- Esquizofrenia: La esquizofrenia afecta la capacidad de pensar con claridad, manejar las emociones, tomar decisiones y relacionarse con los demás.
Los problemas de salud mental no siempre se consideran enfermedades mentales. Es posible tener una buena salud mental a pesar de vivir con una enfermedad mental, y también es posible tener un bajo estado de ánimo o ansiedad sin cumplir los criterios para recibir un diagnóstico de enfermedad mental. La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general y es importante cuidarla y buscar apoyo cuando sea necesario.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Salud mental vs enfermedad mental: diferencias y aclaraciones puedes visitar la categoría Salud mental.