En la actualidad, los videojuegos han experimentado una gran evolución y se han convertido en una forma de entretenimiento muy popular, especialmente entre los adolescentes. Sin embargo, algunos de estos juegos pueden tener un impacto negativo en la conducta y la salud mental de los jóvenes. Uno de los juegos en línea más populares en la actualidad es Free Fire, el cual ha generado preocupación debido a los posibles daños psicológicos que puede causar en los adolescentes.
Cómo afecta Free Fire a los adolescentes
Free Fire es un videojuego en línea de acción y aventura en el que los jugadores son lanzados en una isla y deben luchar contra otros jugadores para ser el último en pie. A primera vista, puede parecer un juego inofensivo, pero según expertos en psicología, su impacto en los adolescentes puede ser significativo.
Según una investigación realizada por docentes de la Universidad Técnica de Manabí, el juego Free Fire puede influir en la conducta de los adolescentes de manera negativa. Los expertos señalan que algunos adolescentes utilizan este juego como una forma de desahogar su agresividad y que ciertas conductas inexplicables pueden tener su origen en el ámbito familiar.
Entre las principales conclusiones de esta investigación se encuentra que Free Fire es un medio de entretenimiento recomendado para mayores de 16 años. Además, se encontró que los adolescentes pueden desarrollar sus habilidades cognitivas si juegan ocasionalmente, sin embargo, si dedican demasiado tiempo al juego, esto puede provocar un desequilibrio en su vida cognitiva, emocional y física. Por lo tanto, es importante que los padres presten atención al contexto familiar y establezcan límites en el tiempo de juego de sus hijos.
Qué pasa si soy adicto al Free Fire
Si bien algunos expertos internacionales en adicciones se han opuesto a considerar los videojuegos como elementos adictivos, en varias ocasiones se han reportado casos de adicción a Free Fire que han tenido consecuencias trágicas. Se han registrado casos de niños, adolescentes y jóvenes que han perdido la vida debido a su adicción a este juego.
La adicción a Free Fire puede tener efectos perjudiciales en la salud mental de los jóvenes. La psicóloga del Hospital Escuela (HE), Gabriela Chavarría, explica que las conductas repetitivas en este tipo de videojuegos pueden generar cambios negativos en el estado de conciencia y alteraciones perceptuales. Estas alteraciones pueden llevar a crisis psicológicas e incluso a intentos de suicidio.
Es importante destacar que la adicción a Free Fire puede tener un impacto no solo en la salud mental, sino también en la convivencia familiar. Muchas veces, los adictos a este juego se aíslan y dejan de tener relaciones sociales, lo que puede generar cicatrices físicas y psicológicas imborrables.
Qué efectos causa el Free Fire
Si decides permitir que tu hijo juegue a Free Fire, es importante que tomes algunas precauciones para garantizar su seguridad y bienestar:
- Configura controles parentales en los dispositivos electrónicos de tu hijo. Aunque Free Fire no dispone de controles parentales nativos, puedes utilizar herramientas de control parental como Qustodio para limitar el acceso a este juego.
- Habla con tu hijo sobre la violencia presente en el juego. Asegúrate de que comprende la diferencia entre la violencia real y la ficción, y observa si el juego le provoca ansiedad o pesadillas. Si es así, considera bloquearlo.
- Adviértele sobre los riesgos de compartir información personal en juegos en línea. Explica a tu hijo los peligros de los depredadores cibernéticos y asegúrate de que solo juegue con personas que conoce en la vida real.
- Informa a tu hijo sobre la naturaleza adictiva de los videojuegos freemium. Enséñale a evitar las compras dentro de la aplicación y a resistir la tentación de gastar dinero en el juego.
- Juega junto a tu hijo. Participar en el juego te permitirá comprender mejor su contenido y fortalecerá tu relación con él.
Free Fire puede tener efectos negativos en la conducta y la salud mental de los adolescentes. Es importante que los padres estén atentos al tiempo de juego de sus hijos y establezcan límites para garantizar su bienestar. Además, se recomienda dialogar con los jóvenes sobre los riesgos y las consecuencias de la adicción a los videojuegos. Con la supervisión adecuada y una comunicación abierta, es posible disfrutar de los videojuegos de manera segura y responsable.
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