La estructura de demora es un concepto importante en la psicología social que se refiere a la dinámica de poder y crueldad en las relaciones humanas. Para comprender este concepto, es necesario diferenciar entre agresión y crueldad. Mientras que la agresión es parte de la condición humana y puede manifestarse en situaciones de conflicto, la crueldad requiere de un contexto socio-cultural específico.
La diferencia entre agresión y crueldad
La agresión es un comportamiento violento o destructivo que puede surgir en situaciones de conflicto. Dos personas peleándose en la calle o incluso llegando a la violencia extrema pueden ser considerados actos de agresión. Sin embargo, la crueldad va más allá de la simple agresión física. La crueldad implica un dispositivo socio-cultural en el que hay un sostén logístico, económico, político y cultural que permite que el acto cruel se perpetúe.
Un ejemplo claro de crueldad es la tortura. No se trata solo de la acción de torturar a alguien, sino de todo el entramado que permite que esa tortura ocurra y que alguien se beneficie de ella. En términos psicoanalíticos, la crueldad es algo de lo que alguien goza. Es una situación de encerrona trágica en la que hay un victimario y una víctima sin un tercero de apelación.
La estructura de demora y el sufrimiento psíquico
La estructura de demora se manifiesta en situaciones en las que una persona depende de otra para cubrir sus necesidades básicas, como alimento, educación o salud, y esa persona que tiene el poder de satisfacer esas necesidades las rechaza o maltrata. En estas situaciones, la víctima experimenta un sufrimiento psíquico que no tiene salida. Es un dolor sostenido en el tiempo que puede llevar al deseo de muerte.
La crueldad genera sentimientos de dolor psíquico en la víctima que van más allá de la angustia o el afecto normal. Es una metáfora del infierno, donde la única salida parece ser la muerte. En algunos casos, el sujeto incluso puede buscar la muerte como una forma de escape de la crueldad a la que está sometido.
La importancia de la ternura y el buen trato
Ante la crueldad, Fernando Ulloa, un reconocido psicoanalista, destaca la importancia de la ternura y el buen trato. La ternura no se trata de un aspecto blandengue del amor, sino que es el escenario donde el ser humano se va convirtiendo en un sujeto ético. La ternura implica mirar al otro con interés y consideración seria, reconociendo su individualidad y promoviendo su autonomía.
La crueldad, por otro lado, se basa en la posesividad y la falta de reconocimiento del otro como un ser autónomo. Cuando se acepta la crueldad como algo instituido y se permite que se perpetúe, se pierde la intimidad y la capacidad de reacción. La crueldad intimida y nos quita la posibilidad de protestar o denunciar.
La mirada juega un papel fundamental en la psicología social. Al mirar a los demás con interés y consideración, podemos generar un buen trato que promueva la ternura y evite la crueldad. En la sociedad actual, donde muchas personas son ignoradas y marginadas, la mirada consciente y el buen trato son especialmente importantes.
La estructura de demora en psicología social se refiere a la dinámica de poder y crueldad en las relaciones humanas. La crueldad va más allá de la simple agresión y requiere de un contexto socio-cultural específico. La estructura de demora genera sufrimiento psíquico en las víctimas y puede llevar al deseo de muerte. Ante la crueldad, es importante promover la ternura y el buen trato, mirando a los demás con interés y consideración. Solo así podremos romper con la estructura de demora y construir relaciones más éticas y humanas.
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