La escala de valores es una clasificación y dimensión atribuida, en orden de prioridad, a una serie de factores personales que caracterizan el comportamiento y las elecciones de un individuo. Esta escala puede variar a lo largo de la vida y las situaciones que se le presenten a cada uno, con lo cual no existe un modelo de escala que sea más certero que otro.
¿Qué es la escala de valores?
La escala de valores es un concepto fundamental en la psicología y la sociología, que se refiere a la jerarquización de los valores y principios que tutorialn el comportamiento y las decisiones de una persona. Estos valores pueden ser de naturaleza personal, social, moral, espiritual, entre otros, y varían de una persona a otra.
En la Antigüedad, los valores se asociaban a las virtudes, en tanto cualidades que hacen a la “excelencia” de una persona. Sin embargo, con el tiempo, la concepción de los valores ha evolucionado y se han desarrollado diferentes enfoques y teorías sobre el tema.
Desde el punto de vista de las ciencias sociales, los valores cumplen una función en la regulación de la vida cotidiana, a través de la constitución de un ethos compartido, es decir, de un sentido común que ordena las percepciones y orienta las conductas de los miembros de un grupo social. No obstante, si bien todos los individuos estiman determinados valores, éstos no son siempre compartidos por todos ellos. En este sentido, dentro de cada sociedad coexisten sistemas de valores en pugna, que proponen escalas de valores diversas, en la medida en que jerarquizan valores diferentes.
Subjetividad de los valores
Los valores pueden ser considerados subjetivos en la medida en que no valen por sí mismos, sino que dependen de las diversas concepciones que tienen los seres humanos a lo largo del tiempo. Desde una perspectiva objetivista, por el contrario, los valores son considerados como ideales e independientes de la estimación de los individuos. A partir de esta distinción, es posible distinguir dos posturas generales acerca del estatus de los valores, por un lado, el subjetivismo y, por el otro, el objetivismo axiológicos.
Existen distintos criterios por los cuales algo se considera valioso. En función de las características de los valores, los seres humanos establecen escalas o jerarquías entre ellos. Algunas de esas características son, por ejemplo, la durabilidad en el tiempo de los valores, a saber, que la adhesión a ellos dure para toda la vida o que sean momentáneos; su integralidad, es decir, que sean indivisibles conceptualmente; su flexibilidad o la capacidad de adaptación del valor en cuestión a una situación dada; su satisfactibilidad; o su aplicabilidad a los hechos de la vida cotidiana.
Modelos de Sistemas y escalas de valores
No todos los seres humanos comparten los mismos valores, sino que los procesos de valoración implican una dimensión compleja de condiciones personales, intelectuales y afectivas, e históricas. En consecuencia, no existe una única escala de valores, sino que los ordenamientos jerárquicos de éstos cambian de acuerdo con las modificaciones de los contextos sociales. Desde el encuadre de las humanidades y las ciencias sociales, se han propuesto distintas escalas de valores.
Un ejemplo es la escala de valores elaborada por el filósofo alemán Max Scheler (1874-1928), de acuerdo con la cual los valores se ordenan a partir de las percepciones que tenemos de ellos en tanto superiores, iguales o inferiores a otros valores. A su vez, éstos se clasifican en tres categorías: los valores de lo agradable y lo desagradable, los valores vitales (lo sano y lo enfermo), y los valores espirituales (estéticos, jurídicos, intelectuales y religiosos).
Por su parte, el psicólogo social polaco-estadounidense Milton Rokeach (1918-1988) ha propuesto una escala de valores partiendo de la conceptualización del valor como aquella creencia que las personas poseen acerca de qué estados finales y qué conductas son deseables, revistiendo un carácter prescriptivo sobre estas últimas. El ordenamiento jerárquico de los valores dependerá de la relevancia que cada sujeto otorga a las distintas orientaciones axiológicas: moral, personal, social y competencial.
Un tercer ejemplo es la escala de valores formulada por el filósofo ítalo-argentino Francisco Leocata, ordenada según valores económicos, sensitivo-afectivos o de la vitalidad, estéticos, intelectuales, morales y religiosos.
Cómo hacer una escala de valores personales
Para crear una escala de valores personales, es importante reflexionar sobre nuestras creencias, principios y lo que consideramos importante en la vida. A continuación, se presentan algunos pasos que pueden ayudar en este proceso:
- Reflexiona sobre tus experiencias y valores actuales: Piensa en las experiencias que has tenido y cómo han influido en tus valores y creencias. Identifica cuáles son los valores que consideras más importantes en tu vida en este momento.
- Jerarquiza tus valores: Ordena tus valores de acuerdo a su importancia relativa. Pregúntate a ti mismo qué valores son los que realmente te tutorialn y orientan tus decisiones y acciones.
- Evalúa tus valores: Reflexiona sobre cómo tus valores actuales están alineados con tus metas y objetivos en la vida. Considera si tus valores te están ayudando a vivir una vida auténtica y significativa.
- Ajusta tu escala de valores según sea necesario: A medida que creces y cambias a lo largo de la vida, es posible que tus valores también evolucionen. No tengas miedo de ajustar tu escala de valores para reflejar tus nuevas perspectivas y experiencias.
Recuerda que la escala de valores es personal y única para cada individuo. Lo importante es que te sientas auténtico y coherente con tus valores, ya que esto te ayudará a tomar decisiones y llevar una vida más plena.
La escala de valores es un concepto fundamental en la psicología y la sociología, que se refiere a la jerarquización de los valores y principios que tutorialn el comportamiento y las decisiones de una persona. A lo largo de la vida, nuestras experiencias y circunstancias pueden influir en nuestros valores y hacer que estos cambien o se modifiquen.
Crear una escala de valores personales puede ser un proceso reflexivo y significativo, que nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos y a tomar decisiones más coherentes con nuestros principios. Es importante recordar que la escala de valores es personal y única para cada individuo, y que puede evolucionar a lo largo del tiempo.
La escala de valores es una herramienta útil para comprender y evaluar nuestros principios y creencias, y nos ayuda a vivir una vida más auténtica y significativa.
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