En el ámbito de la psicología, los dibujos realizados por personas de todas las edades pueden proporcionar información valiosa sobre su personalidad, emociones y experiencias vividas. Sin embargo, tener en cuenta que la interpretación de estos dibujos debe ser parte de un proceso de evaluación psicológica más amplio y no se puede realizar de manera aislada.
El tamaño del dibujo y su relación con la personalidad
El tamaño del dibujo puede revelar aspectos importantes de la personalidad de una persona. Por lo general, los dibujos pequeños suelen estar asociados con baja autoestima, inseguridad o malestar emocional. Por el contrario, los dibujos grandes pueden indicar una alta autoestima, imaginación y una actitud agresiva frente a las presiones externas. En el caso de los dibujos de la familia, es importante analizar el tamaño de los personajes dibujados. Por ejemplo, si los padres son dibujados más pequeños que los hijos, puede interpretarse como una falta de reconocimiento hacia las figuras de autoridad.
La ubicación de los elementos en el dibujo
La ubicación de los personajes, animales u objetos en el dibujo también puede ser significativa. Por lo general, las personas que colocan elementos en la parte superior del dibujo tienden a ser más fantasiosas, creativas y espirituales. Aquellos que colocan elementos en la parte inferior suelen ser más concretos y buscar solidez y estabilidad. Además, la ubicación de las personas en relación con otras también es relevante. Por ejemplo, si un niño se dibuja en el medio de sus padres, puede indicar una relación afectiva adecuada. Si un hermano/a se dibuja alejado de los padres, puede reflejar celos o rivalidad hacia ese hermano/a.
El orden de aparición de los elementos en el dibujo
El orden en que una persona dibuja los elementos puede revelar sus preferencias, temores o admiración hacia ellos. Por lo general, el primer elemento dibujado suele ser el que más admira, envidia o teme. Si una persona se dibuja a sí misma primero, puede indicar un egocentrismo, especialmente en niños pequeños. El último elemento dibujado tiende a ser menos valorado por la persona, por lo que es importante analizar por qué ocurre esto. En el caso de los niños, suelen dibujar a los miembros de la familia en orden de edad, por lo que la posición del último personaje no tendría el mismo significado que si no se dibujara en orden.
La omisión o resaltado de elementos importantes
La omisión de elementos importantes o el resaltado excesivo de otros también puede ser revelador. Si una persona no dibuja un personaje, objeto o animal importante para ella, puede indicar sentimientos de desvalorización o rechazo hacia esa persona u objeto. Del mismo modo, si se omiten partes importantes de un dibujo, como las manos de un personaje, puede estar relacionado con sentimientos de incapacidad o dificultades en las relaciones familiares o con el entorno. Por otro lado, el resaltado excesivo de ciertos elementos puede indicar un afecto o satisfacción particular hacia ellos.
La presión del trazo y los colores utilizados
La presión ejercida al realizar el trazo y los colores utilizados también pueden proporcionar información sobre la personalidad y emociones de la persona. Un trazo fuerte puede indicar tensión o nerviosismo, mientras que un trazo corto puede asociarse con impulsividad. Los colores oscuros suelen estar relacionados con miedos, agresividad o tristeza, mientras que los colores claros y vivos se asocian con felicidad, vitalidad y optimismo. Es importante prestar atención a los colores utilizados para pintar los personajes, objetos o animales, ya que pueden reflejar el grado de afecto y satisfacción que la persona siente hacia ellos.
Los dibujos pueden ser una herramienta útil para los psicólogos en la evaluación de la personalidad y emociones de las personas. Sin embargo, tener en cuenta que la interpretación de los dibujos debe realizarse dentro de un contexto más amplio y no de forma aislada. Los aspectos como el tamaño del dibujo, la ubicación de los elementos, el orden de aparición, la omisión o resaltado de elementos importantes, la presión del trazo y los colores utilizados pueden proporcionar pistas sobre la personalidad y emociones de la persona. Siempre es recomendable contar con la tutorial de un profesional de la psicología para una interpretación adecuada de los dibujos.
Sobre la autora:
Pilar Muñoz Alarcón es una Psicóloga General Sanitaria especializada en Psicología Clínica Infanto/Juvenil. Cuenta con una amplia experiencia en el campo de la evaluación psicológica y es tutora de prácticum en distintas universidades. Es coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental y directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.
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