La mitomanía es un trastorno psicológico caracterizado por la tendencia compulsiva de mentir de forma patológica, tergiversando y cambiando la realidad. Una persona mitómana miente de manera constante e incontrolada, sin un motivo aparente y sin tener en cuenta las consecuencias que sus mentiras puedan tener en su entorno.
Síntomas de la mitomanía
Los síntomas de la mitomanía pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes son:
- Aislamiento: La persona mitómana puede perder la confianza de su entorno, lo que puede llevar a la pérdida de amistades, rupturas de relaciones y dificultades en el ámbito laboral.
- Elevada ansiedad: El mitómano vive constantemente con ansiedad, ya que elaborar y mantener mentiras puede ser estresante.
- Dificultad para controlar su conducta: Aunque se proponga dejar de mentir, el mitómano encuentra resistencias para cambiar su comportamiento.
- Problemas de habilidades sociales: La mentira constante puede afectar negativamente las habilidades sociales del mitómano, dificultando su relación con los demás.
Causas de la mitomanía
La mitomanía puede tener origen en la infancia, donde las mentiras patológicas pueden empezar por diferentes motivos, como baja autoestima, trastornos de personalidad o una elevada necesidad de afecto. Además, a nivel cerebral, se producen procesos que generan placer al mitómano cuando miente, ya que se liberan hormonas que recompensan esta conducta con sensaciones agradables.
¿La mitomanía es una enfermedad?
La mitomanía no está recogida en los principales manuales de clasificación de trastornos mentales, ya que generalmente está vinculada a otros trastornos o patologías, como las adicciones o los trastornos de conducta alimentaria. Sin embargo, la mitomanía puede resultar peligrosa para la propia persona que miente, ya que puede llevarla al aislamiento y a enfrentar consecuencias negativas en su vida.
Cómo ayudar a un mitómano
Para ayudar a una persona con mitomanía, es importante que la persona reconozca su problema y tenga conciencia de cómo afecta a su vida y a su entorno. Trabajar la empatía, los valores como la responsabilidad y la honestidad, mejorar la autoestima y las habilidades sociales puede ser beneficioso en el proceso de recuperación. Sin embargo, es fundamental que la persona mitómana busque ayuda profesional, como la terapia psicológica, para poder abordar y superar este trastorno de manera efectiva.
Cuántos tipos de mitómanos existen
Según el neurólogo Ernest Dupré, existen cuatro tipos de mitomanía:
- Mitomanía vanidosa: La persona se halaga a sí misma constantemente.
- Mitomanía errante: La persona utiliza la mentira como una forma de escapar de su realidad.
- Mitomanía maligna: La persona miente con el objetivo de compensar un complejo de inferioridad.
- Mitomanía perversa: La persona miente con el propósito de estafar a los demás.
Es importante destacar que, aunque mentir es algo común en las personas, la mitomanía va más allá de una mentira ocasional. Es un trastorno que afecta la vida y las relaciones de la persona que lo padece, y que requiere de intervención profesional para su tratamiento y superación.
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