Cualquiera que haya estado enamorado se habrá preguntado a qué se debe que nos encante una persona y no otra. Enamorarnos de una u otra persona depende tanto de lo físico, como de lo psicológico. Según la psicóloga emocional, Ciara Molina, esto se debe a la bioquímica del amor y a nuestro sistema de creencias: necesidades, gustos y experiencias personales que se complementen o asemejen con los nuestros.
La ciencia ha intentado dar respuesta al motivo que hace que nos enamoremos. Molina indica que existen cuatro teorías principales:
Teoría de la similitud familiar
Esta teoría afirma que nos fijamos en aquellas personas que nos recuerdan a nuestros padres, ya que estas similitudes nos aportan seguridad y confianza.
Teoría de la correspondencia
Esta teoría se basa en haber compartido experiencias similares y tener valores y gustos semejantes. La compatibilidad en este sentido es fundamental para establecer una conexión emocional.
Teoría de la admiración
Esta teoría se da cuando encontramos en otra persona virtudes, aspiraciones y aptitudes que siempre hemos querido para nosotros mismos. Explica la máxima de que los polos opuestos se atraen.
Teoría de la química del amor
Esta teoría se centra en las hormonas y neurotransmisores que entran en acción al enamorarnos. Las endorfinas, encefalinas y la feniletilamina activan nuestra sensación de euforia y felicidad. La oxitocina es la principal hormona que se libera durante el enamoramiento y promueve la unión emocional y la estabilidad.
Enamorarse depende de la bioquímica del amor y de nuestro sistema de creencias: necesidades, gustos y experiencias personales que se complementen o asemejen con los nuestros.
Ser muy parecidos
Algunas investigaciones apuntan a que las personas se gustan más cuanto más parecidas son entre ellas. Cuanto más se parecen dos personas, mayor es el entendimiento en la pareja y todo resulta más fácil.
Compatibilidades básicas
Nos sentimos atraídos por personas que comparten los mismos valores que nosotros. Las parejas más compatibles vibran en tres niveles: el padre (valores), el niño (emociones) y el adulto (conducta). Encontrar a alguien que construya esa cadena de forma similar a la nuestra favorecerá la sensación de bienestar y felicidad.
Mirarse a los ojos durante dos minutos
La conexión visual prolongada puede acelerar los enamoramientos. Una investigación concluyó que al mirar fijamente a otra persona se activan una serie de emociones cercanas al amor. Aunque es posible que se produzca una conexión emocional, quizás no sea amor, sino ternura o cariño.
El olor corporal
El olor corporal como excitante natural de los enamoramientos es otro factor importante. Estudios señalan que tendemos a elegir a personas con un sistema inmunológico distinto al nuestro basándonos en su olor corporal.
Ser igual o menos atractivo que el otro
Aunque pensemos que nos gustan las personas más atractivas que nosotros, un experimento concluyó que a las personas consideradas atractivas les gustaban más aquellos que percibían como igual o menos atractivos que ellos. Esto se debe a que las personas con mayor autoestima no tienen temor a abrirse a conocer a otras personas que consideran igual o menos atractivas que ellas.
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