Objeto de estudio y aplicaciones del conductismo en la psicología

La psicología conductista se centra en el estudio de la conducta observable y busca controlarla y predecirla. Su objetivo principal es conseguir una conducta determinada a través de técnicas de aprendizaje. Dentro de esta teoría, se plantean dos variantes principales: el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.

Contenido

Cuales son los objetos del modelo conductista

El modelo conductista se enfoca en la conducta humana como el único objeto de estudio de la psicología, rechazando los fenómenos psicológicos subjetivos y reduciéndolos a hechos fisiológicos. En el ámbito educativo, el conductismo tiene numerosas aplicaciones y sus técnicas son comunes en el aula para mejorar el aprendizaje y el comportamiento de los alumnos.

El condicionamiento clásico, descubierto por Ivan Pavlov, se centra en el aprendizaje de respuestas emocionales o fisiológicas involuntarias, como el miedo o el incremento de la tensión muscular. En el contexto educativo, el condicionamiento clásico puede aplicarse asociando hechos positivos con tareas de aprendizaje, fomentando la cooperación en grupo o ayudando a los alumnos tímidos a enfrentarse a situaciones que les producen ansiedad de manera gradual.

Por otro lado, el condicionamiento operante, desarrollado por B.F. Skinner, considera que las personas aprendemos a comportarnos según operamos sobre nuestro entorno. Este modelo se basa en la secuencia A-B-C: Antecedente-Conducta-Consecuencia. La conducta operante puede modificarse mediante cambios en los antecedentes y las consecuencias determinarán la probabilidad de repetir una conducta. Dentro del condicionamiento operante, se utilizan conceptos como el reforzamiento (positivo o negativo), el castigo y la extinción para moldear la conducta de los individuos.

Ejemplos de aprendizaje conductista en el aula

En el ámbito educativo, el conductismo se aplica de diversas formas para mejorar el aprendizaje y el comportamiento de los alumnos. Algunos ejemplos de aplicaciones del condicionamiento clásico y operante en el aula son:

  • Entrega de premios: los profesores pueden premiar las buenas conductas, los resultados positivos en una prueba o la desaparición de un mal comportamiento para estimular esas conductas.
  • Castigar el mal comportamiento: un alumno que no para de hablar en clase puede ser castigado con medidas como ser expulsado o recibir una crítica pública, actuando como un reforzamiento negativo.
  • Restar y sumar puntos: se utiliza la economía de fichas para asignar puntos a cada alumno y utilizar la pérdida o ganancia de puntos como refuerzo negativo o positivo.
  • Señalización: proporcionar un estímulo antecedente justo antes de que se produzca una conducta para facilitar su aparición y reforzar ese logro.

Ventajas y desventajas del aprendizaje conductista

Los partidarios del aprendizaje conductista encuentran diversas ventajas en su enfoque, como la posibilidad de lograr la conducta deseada, la programación de actos educativos, la generación de asociaciones entre estímulos y respuestas, y la regulación de la conducta del alumno.

Por otro lado, los críticos del conductismo en el aula argumentan que puede mecanizar al alumno, reducir el aprendizaje a aspectos superficiales, ignorar el lado emocional de la conducta humana y reducir al alumno a una posición pasiva. Algunos estudios sugieren que el uso excesivo de recompensas puede incluso disminuir el interés de los estudiantes en la materia.

A pesar de las críticas, el aprendizaje conductista puede ser utilizado de manera responsable y efectiva en el ámbito educativo. Las diferentes estrategias conductistas pueden ser herramientas útiles para profesores y alumnos, siempre y cuando se utilicen de manera adecuada y se tenga en cuenta el contexto y las necesidades individuales de los estudiantes.

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