Control de estímulos en psicología: influencia en conductas

El control de estímulos es un procedimiento utilizado en psicología para eliminar o desarrollar conductas específicas. Consiste en identificar y manipular los estímulos que están presentes o ausentes en determinadas situaciones, con el objetivo de controlar nuestras respuestas y lograr cambios en nuestro comportamiento.

Contenido

¿Qué es un control estimular?

Un control estimular es un procedimiento que se enfoca en eliminar los estímulos que provocan una conducta no deseada o mitigarla. También se utiliza para instaurar o desarrollar conductas deseadas, planificando los estímulos que están impidiendo su ejecución.

En otras palabras, el control de estímulos nos permite influir en nuestras respuestas ante situaciones específicas, eliminando los estímulos que nos llevan a comportamientos no deseados y reforzando aquellos que nos conducen a comportamientos deseables.

¿Qué es la transferencia del control de estímulos?

La transferencia del control de estímulos ocurre cuando un estímulo discriminativo nuevo evoca la misma respuesta que otro estímulo discriminativo ya entrenado. En otras palabras, se produce cuando una respuesta que hemos aprendido a emitir ante un estímulo específico se generaliza a otros estímulos similares.

Por ejemplo, si hemos aprendido a levantar la mano para hablar en clase ante la presencia de nuestra maestra, la transferencia del control de estímulos se daría cuando empezamos a levantar la mano también en presencia de otros profesores o autoridades.

¿Qué es un estímulo en la conducta?

Un estímulo en la conducta es cualquier evento o situación que puede influir en nuestra respuesta o comportamiento. En el control de estímulos, nos enfocamos en dos tipos de estímulos:

  • Estímulo discriminativo (Ed): Es aquel estímulo que está presente cuando se refuerza una conducta. Es decir, es el estímulo que nos indica que nuestra respuesta será reforzada de alguna manera.
  • Estímulo delta (EA): Es aquel estímulo que está presente cuando no se refuerza una conducta. Es decir, es el estímulo que nos indica que nuestra respuesta no será reforzada.

La relación entre estos estímulos y nuestras respuestas es lo que llamamos control de estímulos. Respondemos ante ciertos estímulos discriminativos y no respondemos ante otros estímulos delta.

Ejemplos de control de estímulos

Para comprender mejor el control de estímulos, es útil conocer algunos conceptos previos:

Contingencia de 3 términos:

  • Estímulo antecedente: Es el estímulo que precede a nuestra respuesta. Por ejemplo, la luz verde del semáforo o ver a una persona conocida.
  • Respuesta (R): Es la respuesta que realizamos y que se puede medir y observar. Por ejemplo, pisar el acelerador o saludar diciendo buenos días .
  • Refuerzo positivo (Ref+): Es el estímulo que sigue a nuestra conducta y que refuerza la probabilidad de que volvamos a realizarla. Por ejemplo, el coche se mueve o la persona nos saluda.

En el control de estímulos, trabajamos con el estímulo discriminativo (Ed) y el estímulo delta (EA):

Estímulo discriminativo (Ed): Es aquel estímulo que está presente cuando se refuerza nuestra conducta. Es el estímulo que nos indica que nuestra respuesta será reforzada.

Estímulo delta (EA): Es aquel estímulo que está presente cuando no se refuerza nuestra conducta. Es el estímulo que nos indica que nuestra respuesta no será reforzada.

El objetivo del control de estímulos es enseñarnos a responder de manera adecuada ante el estímulo discriminativo y a no responder ante el estímulo delta. Esto se logra a través del refuerzo diferencial de nuestra conducta en presencia del estímulo discriminativo y la extinción de nuestra conducta en presencia del estímulo delta.

Por ejemplo, si queremos enseñar a María a levantar la mano para hablar en clase, reforzaremos su conducta cada vez que lo haga en presencia de su maestra. Pero si María habla sin levantar la mano, no reforzaremos su conducta.

El control de estímulos se enseña a través del refuerzo diferencial y la enseñanza de discriminaciones. Podemos utilizar diferentes métodos, como la discriminación simultánea o la discriminación sucesiva, para enseñar a discriminar los estímulos adecuados.

Generalización de estímulos:

La generalización de estímulos ocurre cuando nuestra respuesta se refuerza ante la presencia de un estímulo y se generaliza a responder de la misma manera ante estímulos similares. Es decir, si hemos aprendido a decir coche al ver un coche de juguete, generalizaremos esta respuesta al ver un coche real en la calle.

La generalización de estímulos es más probable cuando los estímulos tienen características físicas similares.

Consideraciones importantes para el control de estímulos

Al trabajar con el control de estímulos, tener en cuenta algunas consideraciones que pueden afectar al aprendizaje de discriminaciones y al control de estímulo:

  • Habilidades atencionales: El individuo debe tener habilidades previas, como mirar los materiales, escuchar instrucciones verbales y estar sentado correctamente.
  • Reforzamiento: Es necesario contar con reforzadores efectivos y utilizarlos de manera contingente para influir en las respuestas.
  • Habilidades pre-requisitas: Se debe comprobar que el individuo tenga las habilidades necesarias para realizar las tareas propuestas.
  • Presentación de los estímulos: El terapeuta debe dar instrucciones claras y utilizar un ritmo adecuado, permitiendo oportunidades de aprendizaje y proporcionando feedback después de cada respuesta.

Atención:

La atención juega un papel fundamental en el control de estímulos. Algunas personas prestan más atención a ciertos estímulos que a otros, y factores como el enmascaramiento, el salience y el overshadowing pueden afectar nuestra capacidad de prestar atención a los estímulos discriminativos.

Existen diferentes tipos de atención, como la atención arousal, la atención selectiva, la atención sostenida, la atención dividida, la atención alternante y la atención enfocada.

El control de estímulos en psicología nos permite influir en nuestras conductas y respuestas, eliminando o desarrollando comportamientos específicos. A través de la enseñanza de discriminaciones y el refuerzo diferencial, podemos lograr cambios significativos en nuestro comportamiento. Sin embargo, tener en cuenta las consideraciones mencionadas anteriormente y trabajar de manera sistemática para obtener resultados efectivos.

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