Contrato de confidencialidad en psicología: protección y responsabilidades

En el ejercicio de la profesión de psicología, la confianza entre el profesional y el cliente es fundamental. Esta confianza se basa en la confidencialidad, que es una obligación para el psicólogo y está establecida en el contrato suscrito con el paciente. El contrato de confidencialidad es una herramienta legal que protege la privacidad del paciente y establece las responsabilidades del psicólogo en cuanto a la información que recibe durante el proceso terapéutico.

Naturaleza del contrato de confidencialidad

El contrato de confidencialidad en psicología tiene una condición moral y jurídica. Desde el punto de vista moral, las normas deontológicas profesionales regulan el derecho y el deber de guardar el secreto profesional. Estas normas buscan proteger los intereses corporativos-gremiales y garantizar la rectitud del ejercicio profesional. Por otro lado, desde el punto de vista jurídico, el contrato de confidencialidad está respaldado por normas legales tanto civiles como penales.

En el ámbito civil, el Código Civil establece que las partes quedan obligadas a las consecuencias que puedan derivarse de la ley, los usos y la buena fe. Asimismo, la Ley Orgánica de Protección Civil al Honor, a la Intimidad y a la Propia Imagen considera como intromisión ilegítima la revelación de datos privados a través de la actividad profesional u oficial. Estas normas protegen al paciente y le otorgan la posibilidad de reclamar daños y perjuicios en caso de violación del secreto profesional.

En el ámbito penal, el Código Penal establece sanciones para aquellos profesionales que revelen enigmas ajenos de los que tengan conocimiento por razón de su oficio o relaciones laborales. Además, se establece una pena aún más grave para los profesionales que divulguen los enigmas de otras personas con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva. Estas disposiciones legales protegen la privacidad del paciente y establecen consecuencias para aquellos que violen el secreto profesional.

Obligaciones del psicólogo en el contrato de confidencialidad

El contrato de confidencialidad establece las obligaciones del psicólogo en cuanto a la información recibida durante el proceso terapéutico. Estas obligaciones incluyen:

• Guardar el secreto profesional: El psicólogo tiene la obligación de mantener en secreto toda la información recibida durante las sesiones terapéuticas. Esta información incluye manifestaciones verbales expresas del paciente, datos psicotécnicos y observaciones profesionales.
• Eximirse del secreto profesional solo con consentimiento expreso del paciente: El psicólogo solo puede divulgar la información confidencial del paciente si cuenta con su consentimiento expreso. En caso de que el paciente revoque su consentimiento, el psicólogo debe cesar en la divulgación de la información.
• Velar porque los colaboradores también respeten el secreto profesional: El psicólogo debe asegurarse de que sus eventuales colaboradores también cumplan con la obligación de guardar el secreto profesional.

Excepciones al secreto profesional

Aunque el secreto profesional es una obligación fundamental en la relación entre el psicólogo y el paciente, existen algunas excepciones en las que el psicólogo puede revelar información confidencial sin violar el contrato de confidencialidad. Estas excepciones incluyen:

• Obligación de denunciar un delito: Si el psicólogo tiene conocimiento de un delito que pone en peligro la vida, la integridad, la libertad o la seguridad de una persona, está obligado a denunciarlo, incluso si la información proviene de la relación terapéutica.
• Llamamiento judicial: Si el psicólogo es citado por una autoridad judicial, debe acudir al llamamiento y responder a las preguntas que no afecten a la intimidad y vida privada del paciente. Sin embargo, el psicólogo puede alegar el secreto profesional para no responder preguntas que pongan en riesgo la privacidad del paciente.

El contrato de confidencialidad y la relación con la Administración tributaria

En el ámbito de la relación con la Administración tributaria, el psicólogo está obligado a proporcionar información con trascendencia tributaria. Sin embargo, el secreto profesional protege la divulgación de datos privados no patrimoniales que afecten al honor o a la intimidad personal y familiar de las personas. Por lo tanto, el psicólogo no está obligado a revelar información confidencial en este contexto.

Consultas habituales sobre el contrato de confidencialidad en psicología

¿Qué ocurre si un psicólogo viola el contrato de confidencialidad?

Si un psicólogo viola el contrato de confidencialidad y revela información confidencial sin el consentimiento del paciente o sin que exista una excepción legal, puede enfrentar consecuencias legales. Estas consecuencias pueden incluir sanciones administrativas por parte del colegio profesional, así como responsabilidad civil y penal.

¿Qué información está protegida por el contrato de confidencialidad?

El contrato de confidencialidad protege toda la información recibida durante el proceso terapéutico, incluyendo las manifestaciones verbales del paciente, los datos psicotécnicos y las observaciones profesionales. Esta información debe mantenerse en secreto y solo puede ser divulgada con el consentimiento expreso del paciente o en caso de excepciones legales.

¿Qué sucede si el paciente revoca su consentimiento para la divulgación de información confidencial?

Si el paciente revoca su consentimiento para la divulgación de información confidencial, el psicólogo está obligado a cesar en la divulgación de dicha información. A partir de ese momento, vuelve a aplicarse la obligación de guardar el secreto profesional y la información confidencial debe mantenerse en secreto.

¿Puede un psicólogo utilizar la información confidencial para fines de investigación o docencia?

En el ámbito de la investigación o docencia, el psicólogo puede utilizar información confidencial, pero debe hacerlo sin revelar la identidad del paciente. El deber de guardar el secreto profesional no impide que se expongan cuestiones propias del ámbito confidencial de los pacientes, siempre y cuando se respete su privacidad.

El contrato de confidencialidad en psicología es una herramienta fundamental para proteger la privacidad del paciente. Establece las obligaciones del psicólogo en cuanto a la información confidencial recibida durante el proceso terapéutico y establece las consecuencias legales en caso de violación del secreto profesional. Es importante que tanto el psicólogo como el paciente comprendan la importancia de este contrato y lo respeten para garantizar una relación terapéutica basada en la confianza y la privacidad.

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