Factores psicológicos en la pobreza: explicaciones y soluciones

La pobreza es un problema social que afecta a millones de personas en todo el entorno. Desde el punto de vista de la psicología, existen diversos factores psicológicos y sociales que influyen en el mantenimiento del círculo de la pobreza. A continuación, analizaremos algunas de las explicaciones que la psicología ofrece sobre la pobreza.

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Autoestima inadecuada

Uno de los factores psicológicos que influye en la pobreza es la autoestima inadecuada. Las personas que viven en situación de pobreza suelen tener una baja autoestima y no valoran lo que poseen. Suelen pensar que todo lo que viene de afuera es mejor y se consideran inferiores, lo que les impide reclamar o pedir algo para ellos y su familia. Esta falta de autoestima se relaciona con la pobreza crónica y la falta de educación y calificación.

Miedo social

Otro factor psicológico que influye en la pobreza es el miedo social. Las personas que viven en la pobreza suelen tener miedo de expresar sus opiniones o hablar con libertad sobre ciertos temas. Desde pequeños se les enseña a ser temerosos, callados y a no mirar a los ojos a personas consideradas superiores en términos educativos, políticos, religiosos, económicos y sociales.

Conformismo

El conformismo es otro factor que contribuye a la perpetuación de la pobreza. Las personas pobres suelen conformarse con lo poco o nada que tienen, ya que han crecido en un entorno donde la pobreza es la norma. Se ha demostrado que el conformismo es producto de un aprendizaje social y que se crea una pauta de comportamiento que se reproduce con facilidad. Además, la creencia de que el control de su destino está en manos de otros y no en ellos mismos refuerza el conformismo.

Resistencia al cambio

La resistencia al cambio es otro factor psicológico que influye en la pobreza. Las personas que viven en la pobreza suelen resistirse a cambiar su forma de hacer las cosas, ya que creen que siempre ha sido así y que nada puede cambiar. Esta resistencia se basa en creencias como mejor malo conocido que bueno por conocer y así se hacen las cosas. Estas creencias se vuelven concretas y difíciles de contrarrestar, lo que dificulta la superación de la pobreza.

Influencia de experiencias anteriores negativas

Las experiencias negativas del pasado también influyen en la pobreza. Las personas que han experimentado resultados negativos en el pasado tienden a generalizar esas experiencias y crean prejuicios y estereotipos que afectan su visión del futuro. Estas experiencias anteriores negativas marcan su forma de enfrentar nuevas situaciones y dificultan su capacidad para salir de la pobreza.

Pobreza mental

La pobreza mental es otro fenómeno psicosocial que influye en la perpetuación de la pobreza. En este caso, se trata de un proceso de racionalización de la pobreza, donde las personas aprenden a ser pobres. Los niños crecen en un entorno lleno de frustraciones y limitaciones, donde el fracaso es frecuente. Se identifican con personas que piensan que el entorno nunca cambiará y que su infortunio es inevitable. Esto limita su capacidad de pensar en soluciones y crea un esquema mental cerrado.

Cultura de pobreza

La cultura de pobreza es otro factor que influye en la perpetuación de la pobreza. En esta cultura, no se presentan alternativas para salir de la pobreza y no se fortalecen los valores necesarios para superarla. El sistema de mercado actual fomenta el consumismo y no se promueve la cultura del trabajo propio. Además, el machismo y la falta de valores positivos también dificultan el avance hacia la superación de la pobreza. Esta cultura de pobreza se transmite de generación en generación y perpetúa el ciclo de la pobreza.

Dependencia

La dependencia es otro factor que contribuye a la pobreza. Las personas que viven en la pobreza suelen depender de otros para resolver sus problemas y satisfacer sus necesidades. En lugar de enseñarles a pescar, se les lleva el pescado a casa. Esta dependencia se ha perpetuado durante décadas y ha dificultado el desarrollo de habilidades y recursos propios para salir de la pobreza.

Ley del menor esfuerzo

La ley del menor esfuerzo es otro factor que influye en la pobreza. Las personas en situación de pobreza suelen optar por soluciones rápidas y fáciles en lugar de invertir tiempo y esfuerzo en actividades que puedan mejorar su situación económica. Por ejemplo, es más fácil comprar una docena de huevos que criar gallinas para obtener huevos. Esta falta de esfuerzo y la preferencia por soluciones inmediatas perpetúan el ciclo de la pobreza.

Desvalorización de los recursos propios

Otro factor que influye en la pobreza es la desvalorización de los recursos propios. Las personas en situación de pobreza no reconocen el valor real de lo que poseen. Por ejemplo, no consideran que una casa hecha de materiales locales pueda ser cómoda. Además, no comprenden que la tierra que poseen puede ser productiva y les permitiría ahorrar dinero en alimentos y otros gastos.

Rechazo por el nivel bajo o nulo de escolaridad y atención de salud

La falta de acceso a una educación de calidad y a una atención de salud adecuada también influye en la pobreza. Las personas en situación de pobreza suelen tener menos oportunidades educativas y una atención de salud de menor calidad. Esto limita sus posibilidades de desarrollo y reduce su expectativa de vida.

Analfabetismo

El analfabetismo es otro factor que contribuye a la pobreza. Las personas que no saben leer ni escribir son más vulnerables a la explotación y tienen dificultades para tomar decisiones económicas acertadas. La falta de oportunidades educativas y el desconocimiento de dónde encontrar esas oportunidades generan un desconocimiento económico y un uso inadecuado de los recursos.

La psicología ofrece diversas explicaciones sobre la pobreza, destacando factores como la baja autoestima, el miedo social, el conformismo, la resistencia al cambio, la influencia de experiencias anteriores negativas, la pobreza mental, la cultura de pobreza, la dependencia, la ley del menor esfuerzo, la desvalorización de los recursos propios, el rechazo por el nivel bajo o nulo de escolaridad y atención de salud, el analfabetismo, entre otros. Estos factores psicológicos influyen en la perpetuación de la pobreza y dificultan su superación. Para combatir la pobreza, es necesario abordar estos factores y promover políticas que fomenten el desarrollo personal y social de las personas en situación de pobreza.

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