El bruxismo es un hábito involuntario en el cual las personas aprietan fuertemente la mandíbula o rechinan los dientes sin ningún objetivo funcional. Aunque muchas personas no son conscientes de que padecen bruxismo, este trastorno puede tener causas psicológicas que revelan mucho sobre el estado mental de quien lo padece.
¿Qué es el bruxismo y por qué muchas personas no saben que lo tienen?
El bruxismo es un hábito involuntario que se manifiesta principalmente durante el sueño, lo que dificulta que las personas se den cuenta de que lo padecen. En casos extremos, el bruxismo puede causar daños permanentes en los dientes, llegando incluso a erosionarlos hasta las encías. Aunque no siempre presenta síntomas, algunas personas pueden experimentar dolores faciales, de oído y de cabeza al despertar.
Según estudios científicos, aproximadamente un 12% de la población adulta sufre de bruxismo nocturno. La causa más común de este trastorno es el estrés, la ansiedad y la tensión. Muchas veces, son las parejas de los pacientes las que descubren este hábito al escuchar el rechinar de los dientes durante la noche.
¿Qué dice el bruxismo sobre tu estado mental?
Aunque la causa específica del bruxismo aún no está clara, los expertos suelen vincularlo al estrés, la ansiedad y los problemas de sueño. En países como Reino Unido, se ha observado un aumento en los casos de bruxismo, lo que podría estar relacionado con el estilo de vida cada vez más estresante.
Además, un estudio realizado en Brasil sugiere que el bruxismo en los adolescentes puede ser un signo de que sufren problemas de acoso escolar. Según los resultados de la investigación, los niños de 13 a 15 años que experimentan abuso verbal en la escuela tienen una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir bruxismo nocturno en comparación con otros adolescentes. Esto revela la estrecha relación entre el estado emocional y el bruxismo.
Consejos para prevenir el bruxismo
Si tu bruxismo está relacionado con el estrés, es importante que trates de relajarte y de dormir bien. El uso de protectores bucales o aparatos a medida puede ayudar a proteger los dientes. Además, se recomienda realizar cambios en el estilo de vida para sobrellevar mejor el estrés diario, como hacer yoga, utilizar técnicas de relajación de la respiración, darse un masaje o un baño, leer o escuchar música antes de dormir.
En casos más graves, se pueden utilizar tratamientos psicológicos, como las terapias cognitivo-conductuales, para abordar las causas subyacentes del bruxismo. Sin embargo, tener en cuenta que no existe evidencia científica de que las técnicas de reversión de hábitos puedan prevenir el bruxismo.
Reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y evitar el consumo de drogas recreativas también puede ayudar a prevenir el bruxismo.
El bruxismo nocturno, un hábito involuntario en el cual las personas aprietan fuertemente la mandíbula o rechinan los dientes, puede tener causas psicológicas que revelan mucho sobre el estado mental de quien lo padece. El estrés, la ansiedad y los problemas de sueño son factores comunes relacionados con el bruxismo. Es importante tratar de relajarse, dormir bien y buscar ayuda profesional si el bruxismo está afectando la calidad de vida de una persona. Además, es fundamental crear conciencia sobre este trastorno y tomar medidas preventivas para proteger los dientes y evitar daños permanentes.
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