Astenia en psicología: síntomas, causas y tratamiento

La astenia primaveral es un cuadro de sintomatología relacionada con una fatiga persistente que aparece con los cambios de temperatura en la primavera. Aunque no se considera un trastorno como tal, puede afectar significativamente la forma en que enfrentamos nuestro día a día. La astenia se caracteriza por una sensación constante de cansancio que no desaparece incluso después de descansar. Esta falta de energía afecta tanto a nivel físico como psicológico. Además, la astenia puede ser un síntoma de otros trastornos, como trastornos del sueño, enfermedades degenerativas, cáncer o el consumo de ciertos medicamentos.

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Causas de la astenia primaveral

La astenia primaveral está asociada a los cambios de estación, y se cree que los cambios hormonales, la exposición a la luz solar y los constantes cambios de temperatura son los responsables de su sintomatología. Estos cambios ambientales provocan modificaciones en nuestro organismo, como la secreción de hormonas como las endorfinas, el cortisol y la melatonina. Estas alteraciones biológicas nos afectan y debemos adaptarnos a ellas.

Síntomas de la astenia primaveral

Los síntomas de la astenia primaveral pueden incluir falta de energía, estrés, alteraciones del sueño (principalmente insomnio), cambios de humor e irritabilidad, tristeza descontextualizada, síntomas ansiosos, cansancio persistente, alteraciones en la alimentación, dolores de cabeza y articulaciones, sensación de mareo, alteraciones del libido, dificultades para concentrarse, desmotivación y desgana. Estos síntomas no suelen ser preocupantes a largo plazo y desaparecen en aproximadamente una o dos semanas, a medida que nos adaptamos a los cambios.

Prevención y tratamiento de la astenia primaveral

Existen algunas medidas que podemos tomar para hacer frente a la astenia primaveral y prevenirla en futuras ocasiones. Algunas de ellas son:

  • Cuidar nuestra dieta: Consumir una dieta equilibrada que nos aporte vitaminas y minerales, evitando alimentos hipercalóricos.
  • Hacer ejercicio: El ejercicio físico puede liberar el estrés y ayudar a conciliar el sueño, además de liberar endorfinas que mejoran nuestro estado de ánimo.
  • Mantenerse hidratado: Con el aumento de las temperaturas, es importante asegurarse de mantener una adecuada hidratación.
  • Establecer horarios: Establecer horarios para descansar, cuidados personales y alimentación nos ayuda a adaptarnos más rápidamente a los cambios.
  • Mantener una buena higiene del sueño: Dormir entre 7 y 8 horas al día, cuidar nuestra zona de descanso y evitar estímulos que puedan interferir con la calidad del sueño.
  • Dejar tiempo para el ocio y desconectar: Realizar actividades placenteras y pasar tiempo con nuestros seres queridos puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo y combatir la astenia.
  • Practicar técnicas de relajación: Utilizar técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación, pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad asociados a la astenia primaveral.

La importancia de la psicología en la astenia primaveral

Si la astenia primaveral persiste durante un periodo de tiempo prolongado o afecta significativamente nuestra calidad de vida, es recomendable buscar ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarnos a descartar otras causas más relevantes y proporcionarnos las herramientas necesarias para hacer frente a los síntomas y adaptarnos a los cambios. Además, si estamos pasando por alguna dificultad o situación que esté afectando nuestra rutina y causando malestar, la psicología puede brindarnos el apoyo necesario para superarla y mejorar nuestro bienestar emocional.

astenico psicologia - Qué es la astenia mental

La astenia mental es un síntoma que provoca una sensación de falta de energía y motivación, de agotamiento o cansancio. A diferencia de la somnolencia, la astenia no mejora con el descanso y puede afectar las funciones intelectuales, la percepción del entorno externo y los trastornos psicológicos. Además, puede provocar una disminución del deseo sexual, trastornos del sueño, pérdida del apetito y fatiga muscular.

La astenia puede ser causada por diversas razones, como infecciones, trastornos cardíacos, enfermedades oncológicas, consumo de drogas o alcohol, depresión, embarazo en adolescentes, síndrome de apnea obstructiva del sueño y maltrato. Es importante diferenciar la astenia de la fatiga normal tras el esfuerzo físico o la falta de sueño, así como del síndrome de fatiga crónica, que se caracteriza por síntomas que duran más de 6 meses.

Tanto la astenia primaveral como la astenia mental pueden afectar significativamente nuestra calidad de vida. Es importante tomar medidas para prevenir y tratar estos síntomas, como cuidar nuestra dieta, hacer ejercicio, mantenernos hidratados, establecer horarios, mantener una buena higiene del sueño, dedicar tiempo al ocio y practicar técnicas de relajación. Además, la ayuda de un profesional de la psicología puede ser fundamental para descartar otras causas subyacentes y proporcionarnos las herramientas necesarias para hacer frente a los síntomas y mejorar nuestro bienestar emocional.

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