En el contexto actual de Chile, es evidente la alta prevalencia de trastornos mentales entre la población. Estudios han demostrado niveles significativos de estrés, ansiedad, depresión y suicidio adolescente, entre otras dolencias que afectan a nuestra sociedad.
Un estudio realizado en 2001 sobre la prevalencia de patología psiquiátrica en Chile reveló que un 36% de la población mayor de 15 años había experimentado algún trastorno psiquiátrico a lo largo de su vida, mientras que un 22,6% había tenido un trastorno en los últimos 6 meses. Además, investigaciones realizadas en atención primaria en salud (APS) indican que se pueden encontrar trastornos emocionales en hasta el 50% de las personas que acuden a este nivel de atención.
En respuesta a esta realidad y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), surge el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría (PNSMP) en Chile. Este plan busca establecer una red de servicios comunitarios, ambulatorios y hospitalarios, en la que los profesionales de la psicología juegan un papel fundamental.
Intervención en salud mental
Los psicólogos y psicólogas desempeñan un rol importante en la intervención en salud mental, abordando trastornos depresivos, trastornos de hiperactividad, trastornos psiquiátricos relevantes, trastornos asociados a Alzheimer, así como también trabajando en colaboración con el sistema jurídico para intervenir en casos de violencia y abuso.
Además, los psicólogos y psicólogas también tienen una labor importante en el ámbito comunitario y de promoción de la salud mental. Se encargan de realizar acciones de promoción y prevención en salud mental en contextos familiares, escolares y comunitarios, creando entornos saludables y generando vínculos positivos y protectores.
Acciones de promoción y prevención
Uno de los desafíos para los psicólogos y psicólogas en el ámbito de la atención primaria de salud es llevar a cabo acciones de promoción y prevención. Según las orientaciones técnicas y programáticas del Ministerio de Salud, la promoción implica generar entornos saludables que brinden oportunidades y condiciones para el desarrollo individual y colectivo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y el estado de salud.
En este sentido, los psicólogos y psicólogas desempeñan un papel central en la promoción de la salud mental en contextos familiares, escolares y comunitarios. Además, trabajan en colaboración con otros sectores para crear redes de apoyo y fortalecer la prevención de trastornos mentales, identificando factores de riesgo y fortaleciendo los factores protectores en cada etapa del desarrollo y en diferentes grupos de población.
Formación de profesionales
La inserción de psicólogos y psicólogas en el sistema de salud primaria requiere de una formación integral que les permita trabajar de manera interdisciplinaria, aportando desde su disciplina específica sin perder su singularidad dentro del modelo biomédico. Es necesario que los profesionales adquieran habilidades sociales, como la escucha activa, el manejo de conflictos, la tolerancia a la frustración y la asertividad, y que sean capaces de buscar soluciones creativas.
Además, es fundamental que los psicólogos y psicólogas valoren la prevención y promoción como acciones centrales en la salud mental de una comunidad y un país. La promoción y prevención efectivas pueden generar un cambio fundamental en la vida de las personas y abrir nuevas oportunidades.
Los trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias representan el 14% de la carga de enfermedad a nivel mundial. Sin embargo, entre el 75% y el 90% de las personas que padecen estos trastornos no reciben el tratamiento necesario, a pesar de que existen intervenciones efectivas. Esto revela una brecha en la atención de salud mental.
El Programa de Acción para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP) tiene como objetivo abordar las necesidades no satisfechas de las personas con trastornos mentales en servicios de salud no especializados.
Los problemas de salud mental comunes pueden ser tratados desde la atención primaria. La integración de la salud mental en este nivel de atención es una estrategia clave que los países deben incluir en sus programas de salud mental.
Este enfoque busca un nuevo modelo de salud mental integral, accesible y de calidad, a través de una red de servicios de salud. La coordinación, referencia, monitoreo y apoyo desde el nivel especializado son fundamentales para lograr esta integración efectiva.
La acción del Programa de Acción Mundial para Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP) ha llevado a los países a desarrollar estrategias y herramientas para acercar la atención en salud mental a la comunidad a través de la integración en los servicios de atención primaria.
La OPS/OMS ha apoyado a los países de la región en el desarrollo de estrategias nacionales y locales para reducir la brecha de acceso a los servicios de salud mental. Se ha capacitado a los responsables de salud para integrar la salud mental en los servicios no especializados, implementando el programa mhGAP con calidad. También se ha capacitado a los profesionales especialistas para que puedan planificar y realizar capacitaciones a los profesionales de la atención primaria.
La integración de la salud mental en la atención primaria es esencial para brindar una atención integral y de calidad a las personas con trastornos mentales. Esto permite una detección temprana, un tratamiento oportuno y una atención continua, mejorando así la calidad de vida de los pacientes y reduciendo la brecha en salud mental.
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