Ansiedad: causas, síntomas y técnicas para manejarla

La ansiedad es una emoción humana normal que puede afectar todos los aspectos de la vida de una persona. A diferencia del miedo, la ansiedad es menos específica y puede ser ambigua e inquietante. Algunas personas son más propensas a experimentar ansiedad que otras, y la ansiedad leve puede ser debilitante, mientras que la ansiedad severa puede ser paralizante.

Contenido

¿Qué diferencia hay entre ansiedad y ser ansioso?

La ansiedad es una emoción normal que todos experimentamos en ciertas situaciones. Por otro lado, ser ansioso implica experimentar ansiedad de manera constante y frecuente, incluso en situaciones cotidianas. Las personas que son ansiosas pueden sentirse preocupadas, inseguras y tener dificultades para llevar a cabo tareas diarias debido a su ansiedad constante.

¿Por qué uno es ansioso?

La ansiedad puede tener diferentes causas, que van desde la presión social y el estrés laboral hasta problemas financieros, dificultades en las relaciones, problemas de salud, problemas sociales y problemas en el hogar. El trauma debido al racismo o prejuicios de género, así como el abuso y la negligencia, también pueden contribuir a la ansiedad.

Es importante identificar qué es lo que provoca la ansiedad y reconocer los síntomas iniciales para poder hacerle frente y prevenirla o navegar por ella de manera efectiva. Algunas personas pueden desarrollar el trastorno de ansiedad generalizada, que implica sentirse constantemente preocupado por distintas cosas, lo que dificulta la realización de las tareas diarias.

Síntomas de la ansiedad

La ansiedad puede manifestarse de diferentes maneras, tanto a nivel emocional como físico. Algunos de los síntomas físicos más comunes incluyen músculos tensos, temblores nerviosos, entumecimiento u hormigueo en los brazos, las manos o las piernas, sudoración, sensación de agitación en el estómago, náuseas, diarrea, dolores de cabeza, dolor de espalda, arritmia y palpitaciones del corazón.

En algunos casos, los síntomas de la ansiedad pueden parecerse a los de una enfermedad grave, como un ataque al corazón, lo que puede aumentar aún más la ansiedad. Algunas personas también pueden experimentar ataques de pánico, que comienzan repentinamente, alcanzan su punto máximo en 10 minutos y generalmente pasan dentro de la media hora. Estos ataques pueden ocurrir sin previo aviso y en cualquier lugar, y pueden afectar la capacidad de una persona para llevar una vida cotidiana normal.

¿Cuándo la ansiedad es un problema?

La ansiedad se convierte en un problema cuando interfiere con la vida diaria de una persona o cuando se siente ansiosa de manera frecuente y sin una razón específica. Si la ansiedad excesiva persiste en situaciones cotidianas, si la sensación de ansiedad es desproporcionada con respecto a lo que la causa, si la ansiedad afecta la vida diaria o lleva a ataques de pánico, es recomendable buscar ayuda profesional.

Tener en cuenta que evitar los factores desencadenantes de la ansiedad puede empeorarla a largo plazo. Evitar situaciones que causan ansiedad puede parecer una solución a corto plazo, pero no resolverá el problema y puede limitar la capacidad de una persona para funcionar. Por ejemplo, algunas personas con ansiedad comienzan a evitar salir de compras, conferencias y reuniones de trabajo, lo que puede llevar a un ciclo de ansiedad cada vez más profundo. La agorafobia es un ejemplo de un trastorno de ansiedad que puede hacer que las personas eviten situaciones cotidianas.

Técnicas para hacerle frente a la ansiedad

Existen diversas técnicas que pueden ayudar a hacerle frente a la ansiedad y reducir sus efectos. Combinar varios enfoques puede ser beneficioso, pero tener en cuenta que puede tomar tiempo y práctica para que estas técnicas sean efectivas. Algunas de las técnicas para manejar la ansiedad incluyen:

  • Control del estrés: aprender a manejar el estrés incluye programar tiempo libre, priorizar tareas, evitar técnicas anestésicas, como autolesionarse o recurrir al uso de drogas o alcohol, aprender técnicas de relajación, mantenerse activo, comer saludablemente, descansar lo suficiente y compartir los sentimientos con los demás.
  • Relajación: practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la relajación física, la meditación, escuchar música o pasar tiempo en entornos naturales puede ayudar a reducir la ansiedad.
  • Bienestar físico: cuidar el bienestar físico puede complementar el bienestar mental. Esto incluye comer saludablemente, hacer ejercicio regularmente, establecer una rutina de sueño saludable, evitar el consumo de alcohol y drogas estimulantes, y buscar atención médica cuando sea necesario.
  • Bienestar social: hablar con amigos, familiares, consejeros o psicólogos puede ayudar a combatir la sensación de soledad que a menudo acompaña a la ansiedad. Otras personas pueden proporcionar apoyo y ayudar a encontrar nuevas formas de lidiar con el estrés.
  • Encontrar una distracción: romper el ciclo de pensamientos preocupantes puede ayudar a una persona a seguir adelante y concentrarse en otros temas importantes. Escuchar música, leer un libro, unirse a un club deportivo, hacer trabajo voluntario o crear un plan de acción para resolver problemas son algunas formas de encontrar una distracción.
  • Diálogo interno: estar consciente del diálogo interno negativo y reemplazarlo por un diálogo interno de afrontamiento puede reducir significativamente la intrusión de pensamientos negativos. Cambiar el enfoque de los pensamientos negativos a pensamientos más positivos y realistas puede ser de gran ayuda.

Tratamiento profesional

Si las estrategias de cuidado personal no ayudan y la ansiedad es grave, puede ser recomendable buscar tratamiento profesional. En casos más severos, los medicamentos pueden ser una opción a corto plazo, pero siempre deben combinarse con psicoterapia o consejería. Los antidepresivos y las benzodiazepinas son algunos de los medicamentos que pueden recetarse para tratar la ansiedad, pero es importante seguir las indicaciones del médico y tener en cuenta los posibles efectos secundarios y riesgos asociados.

La psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a una persona a cambiar su forma de pensar y comportarse frente a la ansiedad. La terapia de exposición también puede ser útil, ya que expone a la persona a sus desencadenantes de ansiedad en un entorno seguro, lo que le permite aprender nuevas formas de hacerle frente.

Tener en cuenta que las benzodiazepinas llevan una advertencia seria de la FDA debido a su riesgo de dependencia física, abstinencia y mal uso. Estos medicamentos deben tomarse bajo la supervisión de un médico y solo como tratamiento temporal.

La ansiedad es una emoción humana normal que puede afectar a las personas de diferentes maneras. Reconocer las causas, los síntomas y las técnicas para manejar la ansiedad puede ser de gran ayuda para aquellos que experimentan ansiedad frecuente o severa. Buscar ayuda profesional cuando sea necesario puede proporcionar un apoyo adicional y opciones de tratamiento efectivas.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Ansiedad: causas, síntomas y técnicas para manejarla puedes visitar la categoría Psicología.

Subir