Cada vez con más frecuencia podemos encontrar la presencia de los acompañantes terapéuticos en las instituciones educativas, familiarizándonos progresivamente con su figura. Sin embargo, aún hoy, a veces no queda del todo claro lo que le incumbe al AT dentro de la escuela y esto puede llevar a confusiones en las acciones que se le demandan.
Como mencionamos a grandes rasgos en la publicación anterior, el AT es un profesional auxiliar de la salud NO docente. El rol del AT en la escuela comprende funciones específicas con los niños y niñas que requieren contención afectiva, emocional y conductual debido a sus necesidades especiales para desempeñarse en la escuela con sus pares y docentes.
¿Qué cosas SÍ le corresponden al acompañante externo?
- Ayudará al paciente en la adaptación a situaciones de ansiedad y a tolerar frustraciones inevitables que ocurrirán en lo cotidiano de la escuela.
- Atiende a los aspectos afectivos, vinculares y sociales por encima de los aprendizajes escolares. Podrá colaborar con aspectos académicos pero no es su función específica. Por ejemplo, al identificar factores que están obstaculizando lo académico puede comunicarlo al equipo y docentes para realizar las adaptaciones necesarias.
- Permitirá amortiguar angustias, fomentar la capacidad de escucha, de espera y de tolerancia a la frustración, favorecer la socialización, el juego, la integración con otros o generar espacios que prevengan la desorganización del niño o niña.
Todos ellos aspectos que si bien no tienen relación directa con el aprendizaje, si pueden funcionar como factores que intervienen en el proceso de aprendizaje.
¿Qué cosas NO le corresponden al acompañante externo?
Por confusión o desconocimiento de la especificidad del rol del AT puede suceder que:
- Se le pida que corrija las tareas del niño/a.
- Delegar la enseñanza de los contenidos.
- Que se haga cargo del aula en algún momento.
- Creer que va a “vigilar al niño/a para que exclusivamente se “porte bien .
- Pedirle que haga de “guardián o policía” que controle al niño.
Por lo tanto, es necesario que el AT cuente con el apoyo y respaldo necesario que evite confusiones en su rol y lo que se espera de su presencia en el ámbito escolar. Sin ello, queda afectada la posibilidad de potenciar los avances en los objetivos de tratamiento del niño/a. En este contexto, dentro del equipo adquiere una gran importancia la figura del Coordinador que se encarga de asumir esta función, entre otras. De esta manera, llegamos nuevamente al punto en el cual nos es imposible pensar el trabajo del AT en forma aislada, por el contrario, siempre integrando un equipo y siendo acompañado.
¿Qué es un acompañante terapéutico?
Un acompañante terapéutico es un profesional de la salud que brinda apoyo emocional y contención a personas con necesidades especiales, como niños y niñas con dificultades para adaptarse al entorno escolar.
¿Cuál es el rol del acompañante terapéutico en la escuela?
El rol del acompañante terapéutico en la escuela es brindar contención afectiva, emocional y conductual a los niños y niñas con necesidades especiales. Su función principal es ayudar a que los estudiantes se adapten a situaciones de ansiedad y toleren frustraciones inevitables en el entorno escolar.
¿Puede el acompañante terapéutico corregir tareas o enseñar contenidos escolares?
No, el acompañante terapéutico no tiene la función de corregir tareas ni enseñar contenidos escolares. Su enfoque está en los aspectos afectivos, vinculares y sociales del estudiante, aunque puede colaborar en aspectos académicos comunicando al equipo y docentes las dificultades que obstaculizan el aprendizaje.
El acompañante externo en la escuela debe ser un psicólogo o profesional de la salud capacitado para brindar contención emocional y conductual a los estudiantes con necesidades especiales. Su rol principal es ayudar a los niños y niñas a adaptarse a situaciones de ansiedad y tolerar frustraciones inevitables en el entorno escolar. Es importante que se delimiten claramente las funciones del acompañante externo y se eviten confusiones sobre su rol, para garantizar que se cumplan los objetivos de tratamiento del estudiante. La figura del coordinador dentro del equipo es fundamental para asegurar una adecuada coordinación y respaldo al acompañante externo.
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