El campo de los estudios de la conciencia ha experimentado un gran avance en las últimas décadas. Antes de los años 90, las teorías sobre la conciencia eran principalmente de naturaleza filosófica y no eran consideradas como una investigación científica seria. Esto se debía a que los científicos consideraban que la experiencia subjetiva, que es la base de la conciencia, era demasiado subjetiva y difícil de estudiar de manera objetiva utilizando el método científico. Además, el concepto de la conciencia se consideraba vago y difícil de definir.
¿Arenas movedizas?
Incluso en la actualidad, en mi campo clínico de la psiquiatría, que depende en gran medida de los informes subjetivos de los pacientes, cuando menciono mi interés en la ciencia de la conciencia y las conferencias científicas a las que asisto, a menudo encuentro comentarios como este: eres valiente al aventurarte en el pozo sin fondo de los estudios de la conciencia... corro en la dirección opuesta.
Mi respuesta a este tipo de comentarios es señalar que el campo de la ciencia de la conciencia ha madurado considerablemente en los últimos años, convirtiéndose en un área de investigación rigurosa y en rápido desarrollo en el campo de la neurociencia. Si bien es cierto que el tema de la conciencia ha atraído a algunos practicantes de enfoques más místicos, la gran comunidad científica que se ha formado alrededor de este tema está compuesta en su mayoría por investigadores serios y comprometidos con el método científico.
El problema difícil
Uno de los principales desafíos que enfrentan los intentos de explicar científicamente la conciencia es el llamado problema difícil. Este problema se refiere a la pregunta de por qué y cómo se experimenta la conciencia. Es decir, ¿por qué tenemos una experiencia subjetiva de ser conscientes? Este problema ha llevado a debates intensos y a diferentes enfoques teóricos en el campo de la psicología y la neurociencia.
El problema difícil se distingue de los problemas fáciles de la conciencia, que se refieren a cuestiones más manejables y científicamente abordables, como cómo el cerebro procesa la información, cómo se forman los recuerdos o cómo podemos dirigir nuestra atención selectivamente.
Correlatos vs. explicaciones
En los primeros años del resurgimiento del interés científico en el estudio de la conciencia, la investigación se centró en identificar los correlatos neuronales de la conciencia (NCC, por sus siglas en inglés). Estos correlatos se refieren a los eventos neuronales esenciales que son necesarios para producir estados conscientes. Sin embargo, a medida que el campo ha avanzado, se ha prestado más atención al desarrollo de teorías explicativas de la conciencia. Mientras que los NCC buscan correlaciones entre la actividad cerebral y la conciencia, las teorías de la conciencia buscan explicar cómo los mecanismos neuronales están relacionados con los aspectos de la experiencia consciente.
Proliferación de teorías
Actualmente, nos encontramos en una etapa temprana en el estudio científico de la conciencia. Como resultado, existen numerosas teorías de la conciencia que compiten entre sí y exploran diferentes enfoques para abordar el problema. Comprender estas teorías y cómo se contrastan entre sí puede resultar abrumador, incluso para aquellos familiarizados con el campo.
En los últimos años, se han publicado varios artículos académicos que intentan catalogar y comparar las diferentes teorías de la conciencia. Sin embargo, para el lector general, puede resultar confuso e impenetrable. Esta serie de artículos tiene como objetivo hacer que algunas de las teorías principales sean más accesibles para un público general y educado. A continuación, se presentarán algunas teorías importantes, pero tener en cuenta que existen muchas otras teorías que no se mencionarán aquí.
Cuatro teorías principales
Entre las teorías más prominentes de la conciencia, se encuentran las siguientes:
- Teorías de orden superior (HOTs): Estas teorías proponen que los pensamientos se vuelven conscientes cuando las percepciones básicas se representan nuevamente como representaciones de orden superior en niveles superiores del cerebro, específicamente en la corteza prefrontal.
- Teorías globales del espacio de trabajo (GWTs): Según estas teorías, las percepciones, pensamientos y emociones se vuelven conscientes cuando obtienen acceso a un espacio de trabajo en el cerebro, donde se les otorga atención y se integran en una experiencia consciente unificada.
- Teoría de la información integrada (IIT): Esta teoría se centra en cómo las diferentes partes del cerebro interactúan para crear una experiencia consciente unificada. Propone que la conciencia está relacionada con la cantidad de información que se integra entre estas partes del cerebro.
- Teorías de reentrada y procesamiento predictivo: Estas teorías sugieren que los estados mentales conscientes están asociados con la señalización descendente, donde las regiones cerebrales de nivel superior envían información y expectativas a las regiones de nivel inferior. Esta comunicación ayuda a dar forma a la percepción y la interpretación de la información sensorial.
Otras teorías relevantes
Además de las cuatro teorías mencionadas anteriormente, existen otras teorías que también son importantes en el estudio de la conciencia. Algunas de estas teorías se centran en la atención, el aprendizaje y el afecto.
Las teorías centradas en la atención incluyen la teoría de los esquemas de atención (AST), que se discute en otro artículo, y las teorías centradas en el aprendizaje incluyen el aprendizaje asociativo ilimitado (UAL). Estas teorías se superponen en cierta medida con las teorías mencionadas anteriormente.
Por último, las teorías basadas en el afecto también desempeñan un papel importante en el estudio de la conciencia. La teoría del yo viene a la mente de Damasio y las teorías que combinan el afecto con el procesamiento predictivo son ejemplos de estas teorías.
En futuras partes de esta serie de artículos, se explorarán en más detalle las teorías de orden superior, las teorías globales del espacio de trabajo, la teoría de la información integrada y las teorías de reentrada y procesamiento predictivo. Con una comprensión más profunda de estas teorías, estaremos en una mejor posición para evaluar si el campo de la conciencia está más cerca de resolver el problema difícil o si aún queda mucho por descubrir.
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