En el marco del desarrollo a escala humana, se aborda el tema de las necesidades humanas desde una perspectiva ontológica, es decir, desde la propia condición del ser humano. A diferencia de la idea convencional de que las necesidades son infinitas e insaciables, se plantea que son pocas, finitas y bien clasificables. Además, estas necesidades son constantes a través de todas las culturas y periodos históricos, siendo las estrategias de satisfacción de estas necesidades las que cambian con el tiempo y entre las culturas.
Pobreza
El enfoque de la satisfacción de las necesidades humanas permite reformular el concepto de pobreza. En lugar de limitarse a personas ubicadas por debajo de un umbral de ingreso determinado, se sugiere hablar de pobrezas. Esto se debe a que una necesidad humana no satisfecha genera una pobreza humana. Por ejemplo, la pobreza de subsistencia se debe a una alimentación o abrigo insuficientes, y existen otras pobrezas relacionadas con la protección, el afecto, el entendimiento, la participación, el ocio, la creación, la identidad y la libertad.
Tres postulados básicos
Según Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, existen tres postulados básicos relacionados con el desarrollo:
- El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.
- Las necesidades humanas fundamentales son finitas, pocas y clasificables.
- Las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y períodos históricos, lo que cambia es la manera o los medios utilizados para satisfacerlas.
Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de estas necesidades fundamentales. Lo que está culturalmente determinado son los satisfactores de esas necesidades, es decir, los medios utilizados para satisfacerlas. El cambio cultural implica abandonar satisfactores tradicionales y adoptar nuevos y diferentes.
Enfoque
La escuela de Desarrollo a Escala Humana se enfoca en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, la generación de crecientes niveles de autoconfianza y la articulación de relaciones orgánicas entre las personas, la naturaleza y la tecnología. También busca la integración de procesos globales con la actividad local, lo personal con lo social, la planificación con la autonomía y la sociedad civil con el Estado.
Una de las aplicaciones de esta teoría se encuentra en el campo del Desarrollo Sostenible Estratégico, donde las necesidades humanas fundamentales individuales y la mecánica colectiva de necesidades conformarían una sociedad sostenible.
Necesidades humanas
La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Por lo tanto, las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en el que se interrelacionan e interactúan. Simultaneidades, complementariedades y compensaciones son características de estas necesidades.
Clasificación de las necesidades fundamentales
Según Max-Neef, las necesidades humanas fundamentales se clasifican en:
- Subsistencia
- Protección
- Afecto
- Entendimiento
- Participación
- Ocio
- Creación
- Identidad
- Libertad
Estas necesidades también se pueden definir según las categorías existenciales de ser, tener, hacer y estar. A partir de estas dimensiones, se puede construir una matriz de 36 cuadros.
Además, Max-Neef diferencia diferentes tipos de satisfactores, como sinérgicos, singulares, inhibidores, pseudo-satisfactores y violadores, que tienen diferentes efectos en la satisfacción de las necesidades humanas.
Desarrollo y autodependencia
El enfoque propuesto por Max-Neef busca impulsar la autodependencia y la satisfacción de las necesidades humanas. Analiza las formas de dependencia económica, financiera, tecnológica y cultural de los países en desarrollo, y cómo estas dependencias inhiben un desarrollo orientado hacia la autodependencia. La autodependencia implica una interdependencia horizontal sin relaciones autoritarias, que combina los objetivos de desarrollo económico con los de justicia social, libertad y desarrollo personal.
La generación de la autodependencia implica un protagonismo real de las personas en los distintos espacios y ámbitos, para impulsar procesos de desarrollo sinérgicos en la satisfacción de las necesidades fundamentales humanas. Es necesario fomentar la participación en la toma de decisiones, la creatividad social, la autonomía política, la justa distribución de la riqueza y la tolerancia frente a la diversidad de identidades.
La pobreza y las pobrezas
El sistema propuesto permite una reinterpretación del concepto de pobreza. En lugar de limitarse a la situación de las personas por debajo de un umbral de ingreso determinado, se reconoce que cualquier necesidad humana fundamental no satisfecha revela una pobreza humana. Estas pobrezas no son solo pobrezas, sino que generan patologías cuando rebasan límites críticos de intensidad y duración.
Es importante reconocer que la satisfacción de las necesidades humanas es vital para el desarrollo individual y colectivo. Al comprender las necesidades humanas psicológicas y buscar su satisfacción, se puede promover un desarrollo más equitativo y sostenible.
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