Impotencia psicológica y ansiedad: cómo afecta la ansiedad a la erección

El estrés y la ansiedad son dos factores que pueden tener un impacto negativo en muchos aspectos de nuestra vida, incluyendo nuestras relaciones sexuales. La impotencia psicológica, también conocida como disfunción eréctil psicogénica, es un problema común que afecta a muchos hombres y puede estar relacionada con la ansiedad. En este artículo, exploraremos cómo la ansiedad puede influir en la erección y qué se puede hacer al respecto.

El impacto físico, psicológico y fisiológico del estrés

Según un estudio realizado por el Centro Nascia, el 70% de las relaciones sexuales bajo los efectos del estrés son poco o nada satisfactorias. El estrés puede manifestarse de diferentes formas en nuestro cuerpo, tanto a nivel físico como psicológico y fisiológico.

A nivel físico, los dolores de cabeza, el cansancio generalizado y la tensión muscular pueden influir en el descenso de la libido. Pero además, el estrés también puede causar problemas de erección, ausencia de secreción vaginal e incluso eyaculación precoz. Esto se debe a que los niveles de andrógenos y estrógenos disminuyen cuando estamos bajo estrés, lo que puede llevar a la impotencia.

A nivel psicológico, la falta de concentración, la poca atención durante las relaciones sexuales y los cambios en el humor y la irritabilidad pueden afectar negativamente la experiencia sexual y hacerla poco satisfactoria.

Si bien no existe un perfil específico de paciente, se ha observado que los hombres con puestos de responsabilidad profesional medio-alto y con hijos pueden ser más propensos a experimentar impotencia psicológica debido a la presión que esto conlleva.

¿Es recomendable tener relaciones sexuales en situaciones de estrés?

Según Jesús Ignacio Rodríguez, del Instituto Sexológico Murciano, aunque la ansiedad puede afectar negativamente al sexo, las relaciones sexuales o la masturbación pueden actuar como un factor de protección ante el estrés, ya que funcionan como un ansiolítico natural. Sin embargo, advierte que en un pequeño porcentaje de hombres, el estrés puede provocar conductas sexuales compulsivas que sí podrían afectar negativamente a su salud sexual.

Desde el punto de vista de Raquel San Martín, directora del Centro Nascia, si la situación no está bien, es preferible no añadir más carga negativa y no intentar tener relaciones sexuales sin mejorar la situación antes. Aunque el sexo puede ser una gran ayuda para aliviar tensiones y conectar con la pareja, es importante que no se convierta en una obligación o en algo que nos presione.

Prescindir de una salud sexual satisfactoria puede tener efectos nefastos en las relaciones de pareja, e incluso puede afectar a otras relaciones sociales. Por ello, es aconsejable pedir ayuda para solucionar el problema y evitar que se convierta en algo a largo plazo.

¿Cómo saber si tenemos estrés?

Para evitar que el estrés afecte a nuestra relación de pareja, es importante detectarlo a tiempo. Según San Martín, los síntomas del estrés se pueden agrupar en físicos, cognitivos, emocionales y de conducta.

• Síntomas físicos: tensión muscular excesiva, bruxismo, resfriados frecuentes, alergias, estreñimiento, diarrea, pérdida de peso o exceso de peso, acidez, hiperventilación, presión en el pecho o garganta, mareos, ataques de pánico, cansancio físico, cambios en la menstruación, pérdida de la libido y tensión arterial alta.
• Síntomas cognitivos: incapacidad para concentrarse, procastinación, pérdida de memoria, distracción, excesiva preocupación y pensamientos negativos.
• Síntomas emocionales: facilidad para llorar, irritabilidad, impaciencia, cambios de humor, sensibilidad a la crítica, falta de motivación, enfado y falta de confianza o autoestima.
• Síntomas de conducta o comportamiento: falta de tiempo para la relajación, recurso a sustancias como el alcohol o el tabaco, adicción al trabajo, aislamiento social y mala gestión del tiempo.

Consejos para reducir el estrés

Si hemos detectado que estamos experimentando estrés, es recomendable aplicar una serie de consejos para reducirlo. Algunas opciones incluyen practicar deporte con moderación, dedicar tiempo a hobbies y actividades placenteras, tener un descanso eficaz y efectivo, meditar para alejar pensamientos negativos, practicar técnicas de respiración para relajar el cuerpo, tener una actitud positiva, saber decir no, organizar correctamente nuestro tiempo, alimentarnos correctamente y mejorar nuestro bienestar en general.

¿Es recomendable tomar medicación para reducir el estrés?

En cuanto a la toma de medicación para reducir el estrés, es recomendable prescindir de ella y, en caso de tomarla, que sea a corto plazo. Algunos medicamentos para el estrés pueden tener efectos negativos sobre la libido y la salud sexual, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los relajantes y sedantes. Tener en cuenta que el diálogo y la comunicación son fundamentales para abordar el tema del estrés en la relación de pareja y buscar soluciones conjuntas.

¿Cuándo se debe acudir al médico?

Si la situación de impotencia psicológica se prolonga en el tiempo, es aconsejable acudir a un especialista. Algunos indicadores de que se necesita atención profesional incluyen eyaculación precoz habitual, pérdida de erección en la mayoría de las relaciones sexuales y evitación de las relaciones sexuales por ansiedad. Aunque muchos hombres pueden sentir reticencia a acudir a un profesional por este problema, es importante buscar ayuda para evitar que el problema empeore y dificulte la recuperación.

Consultas habituales

¿La ansiedad puede causar impotencia?

Sí, la ansiedad puede ser una de las causas de la impotencia psicológica. El estrés y la ansiedad pueden afectar negativamente la capacidad de tener y mantener una erección.

¿La impotencia psicológica es permanente?

No, la impotencia psicológica no suele ser permanente. Puede ser temporal y estar relacionada con factores emocionales y psicológicos, como el estrés y la ansiedad. Con el tratamiento adecuado, es posible superar la impotencia psicológica.

¿Qué puede ayudar a mejorar la salud sexual?

Además de buscar ayuda profesional, existen algunas estrategias que pueden ayudar a mejorar la salud sexual, como reducir el estrés, mejorar la comunicación en la pareja, practicar técnicas de relajación, mantener una alimentación saludable y equilibrada, y llevar un estilo de vida activo y saludable en general.

La impotencia psicológica causada por la ansiedad es un problema común que puede afectar negativamente la calidad de vida sexual de los hombres. Es importante identificar los factores de estrés y ansiedad que pueden estar contribuyendo a esta condición y buscar ayuda profesional si es necesario. Con el apoyo adecuado, es posible superar la impotencia psicológica y disfrutar de una vida sexual satisfactoria.

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