El encuadre en la psicología social es un término ampliamente utilizado para describir el proceso de establecer límites y variables constantes durante el proceso terapéutico o psicodiagnóstico. En esencia, el encuadre psicológico crea un marco y un contexto específico en el que se lleva a cabo la intervención psicológica. Este marco establece las reglas, los objetivos, el tiempo, el lugar, los honorarios y los roles de los participantes. A través del encuadre, se busca proporcionar estructura y estabilidad para que la transformación y el cambio terapéutico puedan tener lugar.
Componentes del Encuadre Psicológico
El encuadre psicológico consta de varios componentes clave que son fundamentales para las intervenciones en el campo de la psicología social, especialmente en el contexto educativo. Estos componentes incluyen:
- Constantes teóricas: Se refiere a los supuestos teóricos y marcos de referencia que tutorialn el accionar del profesional. Estos marcos de referencia pueden incluir pedagogía de la presencia, desarrollo de habilidades sociales, técnicas de resiliencia, entre otros.
- Constantes funcionales: Son variables como los objetivos de la intervención, los honorarios establecidos, el rol del profesional y el rol de los participantes en el proceso terapéutico.
- Constantes temporales: Incluyen la duración de cada sesión terapéutica y la frecuencia de las mismas.
- Constantes espaciales: Se refiere al lugar donde se lleva a cabo la intervención, que en el contexto educativo sería la institución escolar. También implica la distribución de objetos y el espacio físico donde se desarrollan las actividades.
Además de estos componentes, el encuadre psicológico también implica la consideración de la personalidad del psicólogo, sus actitudes externas e internas, su ética profesional y el manejo de la información confidencial. Es importante establecer relaciones claras y explícitas respecto al rol profesional y el manejo de la información dentro del contexto institucional.
El encuadre psicológico juega un papel crucial en la psicología social, especialmente en el ámbito educativo. Proporciona una estructura y una base sólida para las intervenciones terapéuticas y psicodiagnósticas. Al establecer límites y variables constantes, el encuadre permite que tanto el profesional como los participantes se sientan seguros y protegidos durante el proceso de cambio y transformación.
Además, el encuadre psicológico ayuda a establecer expectativas claras y definidas para todas las partes involucradas. Esto es especialmente importante en el contexto educativo, donde se trabaja con estudiantes, docentes, padres y otros actores de la institución escolar. Al establecer reglas y objetivos claros, se crea un ambiente propicio para el aprendizaje, el crecimiento y el desarrollo personal.
Para comprender mejor cómo se aplica el encuadre en la psicología social, consideremos algunos ejemplos prácticos:
Ejemplo 1: Talleres reflexivos en una institución educativa
Imaginemos que un psicólogo social realiza talleres reflexivos con docentes y padres en una escuela. El encuadre para estos talleres incluiría constantes teóricas como la pedagogía de la presencia y el desarrollo de habilidades sociales. Las constantes funcionales podrían incluir los objetivos específicos de los talleres, los honorarios acordados y los roles tanto del psicólogo como de los participantes. Las constantes temporales podrían establecer la duración y la frecuencia de los talleres, mientras que las constantes espaciales incluirían el lugar físico dentro de la escuela donde se llevan a cabo los talleres.
Ejemplo 2: Psicodiagnóstico en un colegio
En el caso de un psicodiagnóstico realizado en un colegio, el encuadre incluiría constantes teóricas relacionadas con las técnicas y marcos de referencia utilizados en la evaluación psicológica. Las constantes funcionales podrían incluir los objetivos específicos del psicodiagnóstico, los honorarios acordados y los roles tanto del psicólogo como del estudiante y los padres. Las constantes temporales establecerían la duración y la frecuencia de las sesiones de evaluación, mientras que las constantes espaciales determinarían el lugar físico dentro del colegio donde se lleva a cabo el psicodiagnóstico.
El encuadre psicológico desempeña un papel fundamental en la psicología social, especialmente en el ámbito educativo. Proporciona una estructura y un marco específico en el que se llevan a cabo las intervenciones terapéuticas y psicodiagnósticas. Establecer límites y variables constantes es crucial para crear un ambiente seguro y propicio para el cambio y la transformación. Al comprender la importancia del encuadre y cómo se aplica en la psicología social, los profesionales pueden brindar un mejor apoyo a sus clientes y promover un crecimiento y desarrollo positivo.
Referencias
Bleger, J. (1964). La entrevista psicológica. Temas de psicología (entrevista y grupos).
Rossi, G. (2017). Usos y variaciones del “encuadre” en el Acompañamiento Terapéutico. Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Recuperado de https://instsal.me/gk6t6
Zac, J. (1971). Un enfoque metodológico del establecimiento del encuadre. Revista de psicoanálisis, 28(3), 593-60
Maldonado, J. (25 marzo, 2017). Encuadre Psicológico. Instituto Salamanca. https://instsal.me/zo7co
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