Mejora comportamiento: contratos conductuales en psicología

En la psicología conductual, la contingencia se refiere a la relación entre un comportamiento y las consecuencias que lo siguen. En otras palabras, es la idea de que el comportamiento de una persona está determinado por las recompensas y castigos que recibe como resultado de sus acciones. El contrato de contingencias es una estrategia eficaz para cambiar el comportamiento no deseado, especialmente en niños. En este artículo, exploraremos qué es una contingencia conductual, cómo aplicarla correctamente y las ventajas que ofrece.

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¿En qué consiste el contrato de contingencias?

El contrato de contingencias, también conocido como contrato conductual, tiene como objetivo corregir el comportamiento de una persona. En el caso de los niños, se centra en enseñarles que pueden obtener mayores beneficios si actúan correctamente. Esto se logra mediante la implementación de un sistema de recompensas y castigos.

Para aplicar correctamente un contrato de contingencias, es necesario dejar por escrito los términos del acuerdo. Esto ayudará a que tanto los adultos como los niños se tomen el contrato en serio y recuerden los objetivos a alcanzar. Es importante ser consecuente con las recompensas y asegurarse de que los puntos del contrato estén claramente definidos, sin lugar a interpretaciones ambiguas.

Cómo aplicar correctamente el contrato conductual

Para que el contrato de contingencias sea efectivo, es crucial establecer metas realistas y adecuadas a las capacidades de cada niño. No se puede exigir a un niño que saque un 10 en una materia si no es capaz de aprobarla. Las metas deben ser progresivas, empezando con pequeñas recompensas y aumentando a medida que se logran mayores objetivos.

Es importante destacar que los adultos también deben cumplir con su parte del contrato. A menudo, somos nosotros quienes incumplimos los acuerdos al ceder ante las demandas de los niños. Esto refuerza negativamente su comportamiento no deseado y dificulta la mejora. Por lo tanto, es fundamental ser firmes y no premiar al niño si no cumple con su parte del trato.

El contrato de contingencias tiene como objetivo mejorar el comportamiento del niño y lograr que se esfuerce por alcanzar sus metas. Al utilizar este enfoque, se puede corregir la conducta negativa y fomentar la disciplina y el aprendizaje en los niños.

Las ventajas de los contratos conductuales

El contrato de contingencias ofrece varias ventajas tanto para los niños como para los adultos. Para los niños, el cumplimiento de su parte del contrato les permite obtener beneficios y recompensas. Esto los motiva a esforzarse y mejorar su comportamiento.

Por otro lado, para los adultos, el contrato de contingencias permite ver una mejora en el comportamiento y actitud del niño. Además, este enfoque fomenta el diálogo y la empatía entre ambas partes, lo que fortalece la relación.

A largo plazo, el contrato de contingencias enseña al niño que el buen comportamiento y la disciplina conducen a mayores beneficios. Esto les será útil a lo largo de su vida, ya que aprenderán a establecer metas y esforzarse por alcanzarlas.

El contrato de contingencias es una estrategia efectiva para cambiar el comportamiento no deseado en los niños. Al establecer metas realistas y utilizar un sistema de recompensas y castigos, se puede motivar a los niños a mejorar su comportamiento y lograr sus objetivos. Además, este enfoque fomenta el diálogo y fortalece la relación entre los adultos y los niños. Si estás buscando una forma eficaz de mejorar el comportamiento de tu hijo, considera implementar un contrato de contingencias.

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