Atención selectiva en psicología: qué es y cómo afecta

La atención selectiva es un proceso cognitivo fundamental que nos permite mantener el enfoque en una tarea o estímulo específico, a pesar de la presencia de distracciones. En la psicología, se considera uno de los tipos de atención más importantes, ya que nos permite filtrar los estímulos relevantes de los irrelevantes, y dirigir nuestra energía mental hacia lo que realmente importa en cada momento.

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¿Qué implica la atención selectiva?

La atención selectiva se basa en la capacidad de inhibir los estímulos distractores, tanto internos como externos, y mantener la concentración en la tarea o estímulo objetivo. Esto implica un proceso de filtrado y discriminación de la información que recibimos constantemente, para poder procesar y responder adecuadamente a lo que es relevante en cada momento.

Por ejemplo, cuando estamos leyendo un libro en un ambiente ruidoso, la atención selectiva nos permite enfocarnos en la lectura y bloquear los sonidos y distracciones a nuestro alrededor. Sin embargo, si nuestra atención selectiva está alterada, es posible que nos distraigamos fácilmente y nos cueste concentrarnos en la lectura, ya que cualquier estímulo externo puede interrumpir nuestra atención.

Factores que afectan la atención selectiva

Existen diferentes factores que pueden influir en nuestra capacidad de atención selectiva:

  • Factores externos: Los estímulos distractores que son más intensos, llamativos, novedosos, en movimiento o emocionalmente cargados tienden a captar nuestra atención con mayor facilidad. Por ejemplo, un anuncio luminoso en medio de la calle puede distraernos mientras caminamos.
  • Factores internos: Nuestra atención se concentra más en los estímulos que nos resultan interesantes, emocionantes o que requieren un mayor esfuerzo mental. Por ejemplo, si estamos estudiando y recibimos un correo electrónico importante, es probable que dejemos de lado el estudio para responder al correo.

Evaluar la atención selectiva

La evaluación de la atención selectiva se realiza a través de pruebas neuropsicológicas diseñadas para medir esta habilidad cognitiva. Algunos de los tests más utilizados incluyen:

  • Test D2: Este test consiste en una tarea de cancelación, donde se debe identificar y marcar un estímulo objetivo entre varios estímulos distractor. Es una prueba característica para evaluar la atención selectiva.
  • Trail Making Test: Esta prueba evalúa la velocidad de procesamiento y la atención alternante. Se debe unir números o letras en orden ascendente o de forma alternada.
  • Test de Stroop: Esta prueba mide la capacidad de inhibición verbal. Consiste en nombrar el color de las palabras en lugar de leer las palabras en sí mismas.

Estas pruebas permiten evaluar el grado de alteración de la atención selectiva, que puede ser leve, moderado o grave. Una vez realizada la evaluación, se puede proceder a la rehabilitación de esta función cognitiva a través de la estimulación cognitiva.

Enfermedades que afectan la atención selectiva

La atención selectiva puede verse alterada en diversas enfermedades y trastornos, entre ellos:

  • Trastorno por déficit de atención (TDA): Este trastorno, diagnosticado principalmente en niños, se caracteriza por dificultades en la atención, incluyendo la atención selectiva.
  • Enfermedades neurodegenerativas: El deterioro cognitivo causado por enfermedades como el Alzheimer, la demencia frontotemporal o el Parkinson puede afectar la atención selectiva.
  • Lesiones cerebrales: Traumatismos craneoencefálicos o enfermedades cerebrovasculares pueden alterar la capacidad de seleccionar estímulos relevantes.
  • Trastornos de ansiedad y depresión: Estos trastornos pueden afectar la atención selectiva debido a la distractibilidad causada por problemas emocionales.
  • Esquizofrenia: Las personas con esquizofrenia pueden tener dificultades en la atención selectiva debido a la falta de inhibición, especialmente si la medicación antipsicótica no es suficiente.
  • Otras enfermedades: La epilepsia, la cefalea, las enfermedades infecciosas y los trastornos del sueño también pueden afectar la atención selectiva.

Rehabilitación de la atención selectiva

La estimulación cognitiva es una forma efectiva de trabajar la atención selectiva y otras funciones cognitivas. Mediante objetivos específicos y una rehabilitación individualizada, se puede restaurar, mantener o mejorar la atención selectiva.

Existen diferentes herramientas y actividades que se pueden utilizar para trabajar la atención selectiva, como tareas de cancelación con papel y lápiz, búsqueda de símbolos en cartulinas o el uso de plataformas online con tareas diseñadas para estimular la atención selectiva en situaciones de la vida cotidiana.

La atención selectiva es una habilidad cognitiva esencial que nos permite filtrar y enfocarnos en estímulos relevantes, a pesar de las distracciones. Su alteración puede afectar nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas y adaptarnos a nuestro entorno. Por eso, es importante reconocer y evaluar la atención selectiva, y en caso de alteración, buscar la rehabilitación adecuada para mejorar nuestra calidad de vida.

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