La psicología social es una disciplina que se encarga de estudiar cómo los individuos se ven afectados por su entorno social y cómo influyen en él. A lo largo de su historia, se han desarrollado diferentes paradigmas que han buscado comprender y explicar los fenómenos sociales desde distintas perspectivas. En este artículo, nos centraremos en tres paradigmas clásicos de la psicología social: el Interaccionismo Simbólico, la Cognición Social y la Fenomenología.
Interaccionismo Simbólico
El Interaccionismo Simbólico es un paradigma que proviene de la sociología y que se enfoca en la interacción social mediada por el lenguaje. Surgió a principios del siglo XX en el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago. Uno de sus principales objetivos es superar la dicotomía entre individuo y sociedad, planteando que la evolución de la persona y la conciencia de sí mismo son el resultado de la interacción social.
Este enfoque introduce la metodología cualitativa en la construcción del conocimiento, utilizando métodos como la historia de vida, la observación participante y el análisis de documentos. Además, se caracteriza por tener una concepción de la realidad psicosocial como algo aprehensible y que puede ser conocido de manera independiente de quien lo perciba.
Entre los referentes destacados de este paradigma se encuentran William James, William Thomas, John Dewey y George Mead. Este último tuvo una gran influencia en el desarrollo de la psicología social sociológica, aportando teorías y propuestas para la reforma social y el mejoramiento de la vida democrática.
El paradigma de la Cognición Social proviene de una psicología social psicológica y fue dominante en las primeras décadas del siglo pasado en Estados Unidos. Se caracteriza por tener una visión más pobre de la vida social, descontextualizada y enmarcada en principios positivistas o neopositivistas.
Este paradigma se enfoca en el estudio de la percepción y se desarrolló principalmente en laboratorios de psicología social experimental. Durante mucho tiempo, se consideró que la única forma válida de producir conocimiento en esta disciplina era a través de métodos cuantitativos y experimentales.
Algunos de los estudios más destacados dentro de este paradigma son los de Muzafer Sherif sobre la importancia del grupo en la construcción de normas sociales, los de Solomon Asch sobre la conformidad y los de Stanley Milgram sobre la obediencia a la autoridad.
Fenomenología
El paradigma de la Fenomenología se centra en la experiencia subjetiva y en cómo los individuos construyen significados a partir de ella. Se enfoca en comprender cómo las personas interpretan y dan sentido a su realidad social.
Este enfoque se desarrolló como una crítica a la psicología social experimental, planteando que la vida social no puede ser reducida a variables controladas y manipuladas en un laboratorio. En cambio, se busca comprender la vida social en su contexto natural y prestar atención a la subjetividad de los individuos.
Uno de los referentes más destacados de este paradigma es Erving Goffman, quien estudió las interacciones cara a cara y las actuaciones que las personas realizan en su mutua influencia. Sus investigaciones se caracterizaron por utilizar métodos cualitativos y por describir las rutinas y ceremonias de la sociedad industrial de su época.
Los paradigmas clásicos de la psicología social, como el Interaccionismo Simbólico, la Cognición Social y la Fenomenología, han contribuido de manera significativa al desarrollo de esta disciplina. Cada uno de ellos ha planteado diferentes preguntas y ha utilizado distintos enfoques metodológicos para comprender los fenómenos sociales.
Es importante destacar que estos paradigmas no se excluyen mutuamente, sino que coexisten y se complementan en el campo de la psicología social. Cada uno de ellos ofrece perspectivas y herramientas únicas para entender la complejidad de la vida social.
La psicología social es una disciplina en constante evolución que busca comprender cómo los individuos se ven afectados por su entorno social y cómo influyen en él. Los paradigmas clásicos de la psicología social nos brindan diferentes enfoques para abordar estos fenómenos, desde la interacción mediada por el lenguaje hasta la construcción de significados subjetivos.
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