La psicología coercitiva es una estrategia de manipulación utilizada por una persona para ejercer control y poder sobre otra en una relación. Este tipo de comportamiento se caracteriza por ser continuo y deliberado, con el objetivo de mermar la autonomía y la autoestima de la víctima, generando un contexto de abuso psicológico y emocional que la lleva al aislamiento y la inseguridad.
El control coercitivo puede manifestarse de diversas formas, como el control de horarios, la validación de decisiones, la restricción económica, la aceptación de amistades, la vigilancia de la computadora, el teléfono celular y las redes sociales, la toma de decisiones sobre el trabajo o la escuela, y la imposición de decisiones relacionadas con la alimentación y la salud, entre otras.
La persona que ejerce el control coercitivo utiliza amenazas, humillaciones, chantajes e intimidaciones para subyugar a la víctima, justificando su comportamiento al afirmar que la está protegiendo cuando en realidad la está controlando. En ocasiones, estas conductas pueden ser sutiles e imperceptibles, ya que el agresor puede utilizar un tono positivo al expresarse, como te quiero más que a nadie, pero usa este vestido o aliméntate con esto para que no aumentes de peso.
Consecuencias del control coercitivo
El control coercitivo tiene graves consecuencias para la salud mental y emocional de la víctima. Según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, 2022), las mujeres menores de 30 años, con discapacidad o pertenecientes a la diversidad sexual y de género, se encuentran en mayor riesgo de sufrir control coercitivo, lo que puede llevar a la autolesión, daños en la salud mental e incluso al suicidio.
En Reino Unido, el control coercitivo se considera un delito desde 2015, y se ha observado un aumento en los casos reportados. En 2020 se registraron 24,856 abusos de este tipo, mientras que en 2021 la cifra aumentó a 33,954 (UK Says No More, 2022). Esta forma de violencia doméstica se ha convertido en la más común en este país.
A pesar de que el término control coercitivo no está homologado a nivel internacional y podría considerarse como sinónimo de violencia psicológica, en la práctica es una forma específica de esta violencia que busca ejercer un control total sobre la víctima.
El control coercitivo en México
En México, la violencia psicológica es una forma de abuso muy común. Según la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres, 2021), en el año 2020, el 95% de las víctimas que reportaron violencia familiar sufrieron violencia psicológica.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022) reveló que, de octubre de 2020 a octubre de 2021, el 48% de las mujeres de 15 años y más experimentaron violencia total, y la violencia psicológica fue la forma más común, con un 24% de prevalencia.
Es importante destacar que muchas veces las víctimas no son conscientes de que están siendo sometidas a control coercitivo, ya que este tipo de abuso puede pasar desapercibido. Por esta razón, es fundamental generar conciencia y brindar información sobre esta problemática.
Qué es el control coercitivo
El control coercitivo es un patrón de comportamiento abusivo en el que una persona busca tener poder y control sobre otra en una relación. Este tipo de control se basa en la manipulación psicológica y emocional, las amenazas, la humillación y la intimidación, entre otros métodos, con el fin de causar daño emocional y físico a la víctima.
Un estudio publicado en The Lancet en 2018 reveló que aproximadamente el 27% de las mujeres de 15 a 49 años que han tenido pareja en algún momento de sus vidas han sufrido violencia física, sexual o ambas por parte de su pareja íntima. Este problema comienza temprano, ya que el 24% de las adolescentes y mujeres de 15 a 19 años, y el 26% de las mujeres de 19 a 24 años, han experimentado este tipo de violencia.
El control coercitivo es una forma más sutil de abuso, pero no por ello menos peligrosa y dañina. Este tipo de control se caracteriza por ser estratégico y continuo, con el objetivo de infundir miedo y mantener el poder sobre la pareja. Es importante destacar que, aunque no se pueda conocer con exactitud la incidencia de este problema en la sociedad, se estima que entre el 60% y el 80% de las mujeres que buscan ayuda por abuso han experimentado control coercitivo.
Señales de una relación coercitiva
Identificar una relación coercitiva puede ser difícil, ya que este tipo de abuso tiende a pasar desapercibido. Sin embargo, existen algunas señales que pueden indicar la presencia de control coercitivo en una relación:
- Reducción de la autonomía: la pareja controladora intentará separarte de tus amigos y familiares, limitando el contacto o el tiempo que pasas con ellos.
- Seguimiento constante: el abusador puede utilizar cámaras, dispositivos de grabación y vigilancia para controlar tus movimientos y recordarte que está observándote.
- Control de aspectos de tu salud: el abusador puede buscar supervisar lo que comes, cuánto duermes y el tiempo que pasas en el baño, así como imponer regímenes dietéticos o de ejercicio.
- Humillaciones y manipulación: el abusador puede manipularte, mentirte y convencerte de que siempre estás equivocado, lo que puede afectar tu autoestima y seguridad.
- Restricción del acceso al dinero: el abusador puede controlar estrictamente tus gastos, limitar tu acceso a cuentas bancarias y establecer un presupuesto estricto.
- Uso de la intimidad como medio de control: el abusador puede exigirte la cantidad de veces que debes tener sexo, el tipo de actividades a realizar y puede negarse a tomar medidas de protección y cuidado durante el sexo.
- Uso de tus hijos, amigos o mascotas: el abusador puede amenazar o hacer daño a tus seres queridos para mantener el control sobre ti.
Tener en cuenta que abandonar una relación coercitiva puede ser extremadamente difícil, especialmente cuando hay hijos involucrados. Si te encuentras en esta situación, es fundamental buscar ayuda y apoyo, ya sea a través de un psicólogo especializado en relaciones abusivas, una línea directa de violencia doméstica o tus sistemas de apoyo, como amigos y familiares.
Recuerda que el control coercitivo es una forma de abuso y no debes ni mereces soportar ese trato. La violencia de género es un problema global que requiere de la atención y el compromiso de todos para ser erradicada.
Fuentes:
- Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE, 2022)
- UK Says No More (2022)
- Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres, 2021)
- Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022)
- The Lancet (2018)
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