En la sociedad actual, la inmediatez se ha convertido en una característica distintiva de nuestras vidas. La tecnología nos ha permitido satisfacer nuestras necesidades con tan solo un clic, desde comida hasta entretenimiento, pasando por ropa, calzado, viajes y relaciones sociales. Zygmunt Bauman, sociólogo e intelectual, la ha denominado modernidad líquida o cultura de la inmediatez, del placer, de la individualización.
Los adultos nos hemos adaptado a esta realidad, a pesar de no haber nacido en la era digital. Sin embargo, ¿qué ocurre con los niños y adolescentes que sí han crecido con estas posibilidades al alcance de su mano? Según la psicóloga sanitaria Natalia Ortega, directora de Activa Psicología y Formación, la tecnología tiene numerosas ventajas, pero también presenta desventajas que deberían preocupar a los padres.
Una de las desventajas más evidentes es la falta de tolerancia a la frustración. La inmediatez provoca sentimientos intensos de ira, ansiedad, estado de ánimo bajo y baja autoestima. Esto puede desencadenar problemas académicos, familiares y de relación con sus pares. Es fundamental que los jóvenes comprendan que no conseguir algo no implica un fracaso, sino una oportunidad de aprendizaje. La paciencia es un valor que se está perdiendo en la sociedad actual, y esto puede generar frustración y vacío en la vida de las personas.
Miguel Ángel Martínez, catedrático de Medicina Preventiva en las Universidades de Navarra y Harvard, afirma que la relación entre la inmediatez, la frustración y las tendencias depresivas y suicidas es clara. Además, esta cultura de la inmediatez puede desencadenar trastornos de ansiedad, obsesiones y problemas relacionados con el sueño. El uso constante del móvil antes de dormir, por ejemplo, puede afectar negativamente la calidad del sueño.
La cultura de lo inmediato
La cultura de la inmediatez se refiere a la tendencia actual de buscar resultados rápidos y obtener gratificación instantánea en todos los aspectos de la vida. Esta cultura ha sido ampliamente influenciada por el avance de la tecnología, especialmente con la llegada de internet y las redes sociales. En la era digital en la que vivimos, la información y las comunicaciones están disponibles al instante, creando una expectativa de obtener respuestas y resultados de manera inmediata.
La Generación X, nacida entre los años 1970 y 1982, ha experimentado de forma significativa los cambios acelerados provocados por el desarrollo de la era digital en los últimos 20 años. Esta aceleración ha llevado a una vida más rápida y exigente, en contraste con la tranquilidad de los años 80. La cultura de la inmediatez ha afectado no solo a las nuevas generaciones, sino también a los adultos jóvenes, quienes enfrentan problemas de estrés y salud mental.
Algunos de los efectos negativos de la cultura de la inmediatez en la productividad personal son:
Falta de paciencia y atención
La cultura de la inmediatez ha disminuido la capacidad de las personas para esperar y tener paciencia. Se espera obtener respuestas instantáneas y soluciones rápidas a problemas. Esto puede llevar a una falta de atención y concentración en tareas que requieren tiempo y esfuerzo. Además, la falta de paciencia puede llevar a abandonar proyectos o metas a largo plazo si no se obtienen resultados rápidos.
Dificultad para establecer prioridades
En un entorno en el que todo está disponible al instante, puede ser difícil establecer prioridades claras y enfocarse en tareas importantes. La cultura de la inmediatez fomenta una mentalidad de aquí y ahora, lo que puede llevar a una falta de planificación a largo plazo y a enfocarse en tareas menos significativas pero más rápidas de completar. Esto puede afectar negativamente la productividad personal, ya que las tareas importantes pueden quedar relegadas o pospuestas indefinidamente.
Mayor estrés y ansiedad
La cultura de la inmediatez puede generar un mayor nivel de estrés y ansiedad. La presión por obtener resultados rápidos y constantes puede llevar a una sensación de urgencia constante y a estar siempre conectado y disponible. Esto puede afectar negativamente la salud mental y emocional, lo que a su vez puede tener un impacto en la productividad personal.
Es importante cuidar nuestra salud mental y no dejarnos llevar por la cultura de la inmediatez. Para mitigar los efectos negativos, es fundamental establecer reglas claras en el uso del móvil, limitar su uso y enseñar a los niños y jóvenes a esperar y a no tenerlo todo de forma inmediata. Los padres también deben dar el ejemplo y mostrar empatía mientras ejercen autoridad. La paciencia y la capacidad de esperar son habilidades importantes que debemos cultivar en nosotros mismos y en las nuevas generaciones.
La inmediatez psicológica es un fenómeno social que afecta tanto a los adultos jóvenes como a las nuevas generaciones. La cultura de la inmediatez ha generado falta de paciencia y atención, dificultad para establecer prioridades y un aumento en los niveles de estrés y ansiedad. Es fundamental tomar medidas para contrarrestar estos efectos y fomentar una actitud más paciente y reflexiva en nuestra vida diaria.
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