La iatrogenia psicológica es un concepto que se refiere al daño ocasionado por profesionales de la salud en el ámbito de la psicología a sus pacientes, de manera no intencional. Este daño puede variar desde un ligero malestar emocional hasta consecuencias más graves para la salud mental de la persona. Es importante diferenciar la iatrogenia psicológica de la mala praxis médica, ya que esta última se refiere a errores o negligencias cometidos por los profesionales de la salud en general, no solo en el campo de la psicología.
Qué quiere decir iatrogénico
El término iatrogénico se deriva del griego iatros, que significa médico, y geno, que significa crear. Por lo tanto, se refiere a cualquier alteración del estado del paciente que es causada por el médico. En el caso de la iatrogenia psicológica, se trata de las consecuencias negativas que pueden surgir como resultado de la intervención terapéutica o de las prácticas utilizadas por el psicólogo.
Qué es el daño iatrogénico
El daño iatrogénico puede ser de diferentes tipos. En primer lugar, está el daño predecible o calculado, que es inseparable de un efecto primario. Por ejemplo, la administración de ciertos medicamentos puede tener efectos secundarios no deseados. En segundo lugar, está el daño aleatorio o accidental, que puede ocurrir de manera excepcional. Por último, está el daño por negligencia, que se produce como resultado de la ineptitud o la falta de diligencia por parte del profesional de la salud.
Es importante destacar que la mala praxis médica se refiere a la práctica inadecuada o inepta del profesional de la salud en general, incluyendo médicos, enfermeras, dentistas, entre otros. La mala praxis puede ser causada por impericia (falta de conocimientos técnicos y científicos), imprudencia (ausencia de moderación y racionalidad) o negligencia (falta de diligencia y cuidado).
Qué son las prácticas iatrogénicas
Las prácticas iatrogénicas han existido desde tiempos antiguos. El Código de Hammurabi, uno de los códigos legales más antiguos, ya mencionaba los supuestos errores o negligencias de los médicos y cómo la sociedad civil se defendía frente a ellos. Hipócrates, considerado el padre de la medicina moderna, también mencionaba la importancia de ayudar o por lo menos no dañar.
En la actualidad, la medicina está estrechamente ligada a la ética. El juramento hipocrático, que todavía se utiliza en la práctica médica, establece normas universales como otorgar el mejor tratamiento posible al paciente, dar información veraz y respetuosa, evitar involucrarse sexualmente con los enfermos, oponerse al aborto y a la eutanasia, y buscar una justa distribución de la salud en la sociedad.
La iatrogenia psicológica se refiere específicamente a las consecuencias negativas que pueden surgir en el ámbito de la psicología. Estas consecuencias pueden ser causadas por la intervención terapéutica, el mal manejo de la relación terapéutica o la falta de ética por parte del psicólogo.
Recomendaciones para evitar la iatrogenia psicológica
Para evitar la iatrogenia psicológica, es fundamental que los profesionales de la psicología sigan ciertas recomendaciones. En primer lugar, deben tener un conocimiento profundo de las teorías y técnicas que utilizan en su práctica. Esto les permitirá tomar decisiones informadas y evitar intervenciones inapropiadas.
Además, es importante que los psicólogos establezcan una relación terapéutica basada en la confianza, el respeto y la empatía. Deben asegurarse de que sus pacientes se sientan cómodos y seguros durante las sesiones. También es esencial que los psicólogos respeten la autonomía y la dignidad de sus pacientes, evitando cualquier forma de abuso o violación de los derechos del paciente.
Por último, los psicólogos deben tener una formación continua y mantenerse actualizados en las últimas investigaciones y avances en el campo de la psicología. Esto les permitirá ofrecer un tratamiento de calidad y evitar prácticas obsoletas o ineficaces.
La iatrogenia psicológica es un fenómeno que puede tener consecuencias negativas para la salud mental de los pacientes. Es importante que los profesionales de la psicología estén conscientes de este riesgo y tomen las medidas necesarias para evitarlo. Siguiendo las recomendaciones antes mencionadas, los psicólogos pueden contribuir a un mejor desempeño profesional y elevar la calidad de vida de sus pacientes.
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