La dismorfia corporal es un trastorno de salud mental en el que ocurre una distorsión cognitiva respecto de la apariencia física. Este trastorno se caracteriza por una preocupación excesiva y obsesiva por uno o más defectos o imperfecciones percibidas en el aspecto físico, que no son observables o parecen sin importancia para otras personas.
Según la psicóloga Marcela Cuevas, de la Universidad de Chile, la dismorfia corporal se enfoca intensamente en la apariencia e imagen corporal, a veces durante muchas horas al día. Esta preocupación causa un sufrimiento emocional significativo y puede afectar la capacidad para desenvolverse en la vida diaria.
La dismorfia corporal puede presentarse como un síntoma en los Trastornos de la Conducta Alimentaria, como la anorexia o la bulimia, o como un trastorno independiente, conocido como Trastorno Dismórfico Corporal. Este trastorno puede comenzar en la adolescencia temprana, cuando la relación con el cuerpo adquiere una especial relevancia, y puede presentarse en hombres y mujeres en proporciones similares.
Al igual que otras enfermedades de salud mental, la dismorfia corporal está influenciada por la sociedad y los patrones de belleza. En la actualidad, vivimos en una sociedad en la que se nos bombardea constantemente con imágenes de cuerpos perfectos y el ideal de belleza está sobrevalorado. A pesar de que este ideal es inalcanzable para la mayoría de las personas, muchas personas lo eligen como un referente al que aspirar, lo que puede generar un choque con la realidad, ya que todos los cuerpos son imperfectos.
Es por eso que, al desarrollar este trastorno, las personas suelen realizar comportamientos repetitivos, como mirarse en el espejo de forma obsesiva, asearse en exceso, rascarse la piel o comparar su apariencia con la de otros. Estos actos compulsivos son una respuesta a la preocupación constante por el aspecto físico y pueden interferir con el funcionamiento social, laboral y otras áreas de la vida.
Tratamiento de la dismorfia corporal
El tratamiento de la dismorfia corporal es fundamental debido al malestar clínicamente significativo que causa y al deterioro en el funcionamiento diario de las personas afectadas. Es importante solicitar una evaluación a especialistas en salud mental y, en algunos casos, una evaluación médica especializada para valorar la complejidad de los síntomas y ofrecer el apoyo terapéutico adecuado.
El tratamiento de la dismorfia corporal puede incluir terapia cognitivo-conductual, terapia de grupo, medicación y otras intervenciones complementarias. El objetivo es ayudar a las personas a cambiar sus patrones de pensamiento distorsionados, mejorar su autoestima y aceptación corporal, y aprender estrategias para manejar la ansiedad y la obsesión relacionadas con la apariencia física.
La dismorfia corporal es un trastorno de salud mental en el que se produce una distorsión cognitiva respecto de la apariencia física. Esta preocupación excesiva por los defectos percibidos en el aspecto físico puede causar un sufrimiento emocional significativo y afectar negativamente la calidad de vida de las personas afectadas. Es importante buscar ayuda profesional para recibir un tratamiento adecuado y aprender a manejar los síntomas de este trastorno.
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