El control de los esfínteres es una habilidad que normalmente se desarrolla durante la infancia, pero ¿qué sucede cuando un adulto experimenta dificultades para controlar sus funciones intestinales? La incontinencia fecal, también conocida como incontinencia intestinal, es un problema que puede afectar la calidad de vida de las personas. En este artículo, exploraremos las causas, los síntomas y los tratamientos relacionados con el control de esfínteres en adultos desde una perspectiva psicológica. Además, proporcionaremos consejos útiles y estrategias para ayudar a aquellos que enfrentan este desafío.
Por qué se pierde el control de esfínteres
La incontinencia fecal se refiere a la incapacidad para controlar las deposiciones. Esto puede variar desde un escape ocasional de heces al expulsar gases hasta la pérdida completa del control intestinal. Las causas de la incontinencia fecal pueden incluir diarrea, estreñimiento y daños musculares o en los nervios. El daño muscular o en los nervios a menudo está asociado con el envejecimiento o el parto.
La incontinencia fecal puede manifestarse de diferentes formas. Algunas personas experimentan una necesidad urgente de defecar que es tan repentina que no tienen tiempo para llegar al baño, lo que se conoce como incontinencia por urgencia. Otras personas pueden no ser conscientes de que deben defecar, lo que se conoce como incontinencia pasiva. La incontinencia fecal también puede ocurrir junto con otros problemas intestinales como la diarrea, el estreñimiento, los gases y la hinchazón.
Si experimentas incontinencia fecal con frecuencia, de forma grave o si te causa malestar emocional, es importante que consultes a un médico. A menudo, las personas se sienten avergonzadas de hablar sobre este tema, pero es fundamental buscar ayuda profesional para encontrar alivio y mejorar la calidad de vida.
Causas de la incontinencia fecal en adultos
Existen varias causas posibles de la incontinencia fecal en adultos. Algunas de ellas incluyen:
- Lesiones musculares: las lesiones en los músculos del esfínter anal dificultan la contención de las heces. Estas lesiones pueden ocurrir durante el parto o debido a la realización de una episiotomía o el uso de fórceps.
- Daño en los nervios: una lesión en los nervios responsables de percibir las heces en el recto o de controlar el esfínter anal puede provocar incontinencia fecal. Esta lesión puede ser causada por diferentes factores como el trabajo de parto, el esfuerzo constante al defecar, el estreñimiento crónico, una lesión de la médula espinal, un accidente cerebrovascular, la diabetes o la esclerosis múltiple.
- Estreñimiento: el estreñimiento crónico puede provocar la formación de heces secas y duras en el recto, lo que dificulta su paso. Esto puede debilitar los músculos del recto y los intestinos, permitiendo que las heces líquidas pasen alrededor de las heces retenidas y se filtren. Además, el estreñimiento prolongado puede causar lesiones en los nervios que controlan la defecación, lo que puede llevar a la incontinencia fecal.
- Diarrea: las heces sueltas de la diarrea son más difíciles de retener en el recto, lo que puede causar o empeorar la incontinencia fecal.
- Hemorroides: las hemorroides pueden impedir que el ano se cierre por completo, lo que provoca la filtración de las heces.
- Pérdida de la capacidad de almacenamiento en el recto: si el recto está rígido o tiene cicatrices, no se puede estirar lo suficiente para contener las heces, lo que puede provocar la filtración de las mismas. Las cirugías, el tratamiento con radiación o la enfermedad inflamatoria intestinal pueden causar rigidez y cicatrices en el recto.
- Cirugía: las cirugías en el recto y el ano, como la extirpación de hemorroides, pueden causar lesiones musculares y nerviosas que pueden resultar en incontinencia fecal.
- Prolapso rectal: cuando el recto desciende hasta el ano, puede causar incontinencia fecal. El estiramiento del esfínter rectal debido al prolapso puede dañar los nervios que controlan el esfínter rectal, y cuanto más tiempo dure el prolapso, menor será la posibilidad de recuperación de los nervios y los músculos.
- Rectocele: en las mujeres, el recto puede sobresalir a través de la vagina, lo que puede provocar incontinencia fecal.
Factores de riesgo para la incontinencia fecal
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar incontinencia fecal, entre ellos:
- Edad: aunque la incontinencia fecal puede ocurrir a cualquier edad, es más común en adultos mayores de 65 años.
- Sexo femenino: el trabajo de parto puede ser una causa de incontinencia fecal en las mujeres. Además, se ha descubierto que las mujeres que reciben terapia de reemplazo hormonal tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar incontinencia fecal.
- Daño en los nervios: las personas que padecen diabetes desde hace tiempo, tienen esclerosis múltiple o han sufrido lesiones en la espalda o cirugías pueden correr un mayor riesgo de incontinencia fecal debido al daño en los nervios que controlan la defecación.
- Demencia: la incontinencia fecal es común en casos avanzados de enfermedad de Alzheimer y demencia.
- Discapacidad física: tener una discapacidad física puede dificultar llegar al baño a tiempo. Además, una lesión que cause discapacidad física también puede dañar los nervios rectales y provocar incontinencia fecal.
Complicaciones de la incontinencia fecal
La incontinencia fecal puede tener varias complicaciones, como:
- Sufrimiento emocional: perder el control de las funciones corporales puede generar vergüenza y angustia, lo que puede llevar a evitar situaciones sociales y afectar la autoestima.
- Irritación de la piel: el contacto constante de las heces con la piel alrededor del ano puede causar dolor, picazón e incluso úlceras. Estas úlceras pueden requerir tratamiento médico.
Prevención y tratamiento de la incontinencia fecal en adultos
La prevención y el tratamiento de la incontinencia fecal variarán dependiendo de la causa subyacente. Sin embargo, existen algunas medidas generales que pueden ayudar a mejorar los síntomas y prevenir la incontinencia fecal:
- Reducir el estreñimiento: hacer ejercicio regularmente, consumir una dieta rica en fibra y beber suficiente líquido puede ayudar a prevenir el estreñimiento y mejorar la función intestinal.
- Controlar la diarrea: tratar la causa subyacente de la diarrea puede ayudar a prevenir la incontinencia fecal relacionada con este problema.
- Evitar hacer fuerza excesiva: hacer fuerza durante la defecación puede debilitar los músculos del esfínter anal o dañar los nervios rectales. Es importante evitar la tensión excesiva al defecar.
En algunos casos, puede ser necesario recurrir a tratamientos médicos o terapias para abordar la incontinencia fecal. Estos pueden incluir cambios en la dieta, medicamentos, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, terapia de comportamiento, biofeedback y en casos más graves, cirugía.
El control de esfínteres en adultos es un tema importante que puede afectar la calidad de vida de las personas. La incontinencia fecal puede ser un problema difícil de enfrentar, pero es fundamental buscar ayuda médica y psicológica para encontrar soluciones adecuadas. Con el tratamiento adecuado y la implementación de estrategias preventivas, muchas personas pueden mejorar sus síntomas y recuperar el control de sus funciones intestinales. No dudes en consultar a un profesional de la salud si experimentas incontinencia fecal, ya que existen opciones de tratamiento disponibles para ayudarte a vivir una vida plena y sin limitaciones.
Consultas habituales
¿La incontinencia fecal es común en los adultos?
Sí, la incontinencia fecal es un problema común en los adultos, especialmente en aquellos mayores de 65 años. Sin embargo, no es un tema del que se hable abiertamente debido a la vergüenza y el estigma asociados.
¿La incontinencia fecal puede ser tratada?
Sí, la incontinencia fecal puede ser tratada. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir cambios en la dieta, medicamentos, ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico, terapia de comportamiento, biofeedback y, en casos más graves, cirugía.
Sí, la incontinencia fecal puede tener un impacto significativo en la vida social y emocional de una persona. La vergüenza y la preocupación constante por los accidentes pueden llevar a la evitación de situaciones sociales y afectar la autoestima.
¿Existen medidas preventivas para la incontinencia fecal en adultos?
Sí, hay medidas preventivas que pueden ayudar a prevenir la incontinencia fecal en adultos. Estas incluyen mantener una dieta equilibrada rica en fibra, beber suficiente líquido, evitar hacer fuerza excesiva durante la defecación y buscar tratamiento temprano para cualquier problema intestinal que pueda causar diarrea o estreñimiento.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Control de esfínteres en adultos: psicología y tratamiento puedes visitar la categoría Salud.