Trastorno bipolar: psicología y tipos de bipolaridad

El trastorno bipolar es un trastorno del estado de ánimo que afecta a un porcentaje significativo de la población. Según el Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales, existen cinco tipos de trastorno bipolar: trastorno bipolar I, trastorno bipolar II, trastorno ciclotímico, otros trastornos bipolares específicos y relacionados, y trastornos bipolares no especificados y relacionados. En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de bipolaridad y cómo se diagnostica y trata esta condición.

Contenido

Cuáles son los tipos de bipolaridad

El trastorno bipolar se caracteriza por estados de ánimo extremos, alternando entre episodios de manía y depresión. La duración e intensidad de estos episodios permiten a los médicos determinar qué subtipo de trastorno bipolar tiene una persona. A continuación, se describen los tres tipos principales:

Trastorno bipolar I

El trastorno bipolar I se caracteriza por episodios maníacos que duran al menos 7 días o más, o manías graves que requieren hospitalización. Además, la persona puede experimentar episodios depresivos mayores que duran al menos 2 semanas. Es importante destacar que una persona no tiene que experimentar un episodio depresivo mayor para recibir un diagnóstico de trastorno bipolar I.

Trastorno bipolar II

El trastorno bipolar II implica la presencia de episodios de hipomanía, que son menos graves que los episodios maníacos del trastorno bipolar I. Estos episodios de hipomanía pueden ir acompañados de episodios depresivos importantes, que pueden ocurrir antes o después de la hipomanía.

Trastorno ciclotímico

El trastorno ciclotímico, también conocido como ciclotimia, se caracteriza por síntomas de hipomanía y depresión que duran al menos 2 años en adultos o 1 año en niños. Sin embargo, estos síntomas no cumplen los criterios para episodios maníacos o depresivos completos.

Además de estos tres tipos principales, existen otros trastornos bipolares que no se ajustan a las categorías anteriores. Estos pueden incluir síntomas relacionados con el abuso de drogas o alcohol, o afecciones médicas subyacentes.

Síntomas de la bipolaridad

Los síntomas del trastorno bipolar pueden variar y cambiar con el tiempo. A continuación, se describen los síntomas principales asociados con los episodios maníacos, hipomaníacos y depresivos:

Manía

  • Ira o irritabilidad
  • Dificultad para dormir y menos necesidad de dormir
  • Altos niveles de energía y períodos de hiperactividad
  • Alta autoestima
  • Incapacidad para tomar decisiones
  • Entusiasmo y emoción intensos
  • Falta de concentración
  • Pensamientos acelerados
  • Comportamientos que buscan placer, como aumentos en la actividad sexual o abuso de drogas y alcohol
  • Comportamiento irresponsable, como actividad sexual de riesgo
  • Intranquilidad

Los episodios maníacos pueden afectar la vida diaria de una persona, su trabajo y sus relaciones.

Hipomanía

Los síntomas de la hipomanía son similares a los de la manía, pero son menos graves. Sin embargo, estos síntomas suelen ser notados por otras personas, lo que puede interferir con la vida y las relaciones de la persona.

Depresión

  • Fatiga y poca energía
  • Sensación de tristeza y desesperanza
  • Insomnio o dormir demasiado
  • Pérdida de apetito o comer en exceso
  • Pérdida de concentración
  • Pérdida de interés en las cosas que solían disfrutarse
  • Baja autoestima
  • Dolores físicos y dolores sin causa obvia
  • Pensamientos o comportamientos suicidas

Para que los médicos diagnostiquen estos síntomas como depresión, deben durar al menos 2 semanas.

Otros síntomas

El trastorno bipolar I y II pueden causar síntomas adicionales, como ansiedad o psicosis. Durante los episodios psicóticos, las personas pueden perder contacto con la realidad y experimentar alucinaciones o delirios. Además, algunas personas con trastorno bipolar pueden experimentar ciclos rápidos, lo que significa que han tenido al menos 4 episodios en el año anterior, con períodos ocasionales de remisión o un cambio repentino de un estado de ánimo a otro.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico del trastorno bipolar generalmente se realiza en la adultez temprana, después de que los síntomas han persistido durante varios años. Los médicos y especialistas en psiquiatría pueden diagnosticar el trastorno bipolar en función del historial médico y los síntomas de la persona. Esto puede implicar explorar los pensamientos, sentimientos y comportamientos de la persona, así como hablar con familiares o amigos cercanos para obtener más información. Además, llevar un diario del estado de ánimo y los patrones de sueño puede ser útil en el proceso de diagnóstico.

El tratamiento del trastorno bipolar se enfoca en controlar los síntomas, ya que es una condición de por vida. Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos, psicoterapia y modificaciones en el estilo de vida:

Medicamentos

Los medicamentos estabilizadores del estado de ánimo, como el litio, son comúnmente recetados para tratar el trastorno bipolar. Otros medicamentos que pueden ser utilizados incluyen ansiolíticos, antipsicóticos, antidepresivos y píldoras para dormir.

Psicoterapia

La psicoterapia, ya sea individual, familiar o grupal, puede ser una parte importante del tratamiento del trastorno bipolar. Puede ayudar a las personas a reconocer los cambios en sus pensamientos y estados de ánimo, así como a desarrollar habilidades de adaptación y establecer rutinas saludables.

Modificaciones al estilo de vida

Realizar cambios en el estilo de vida puede ser beneficioso para las personas con trastorno bipolar. Esto puede incluir evitar el consumo de alcohol y drogas, llevar una dieta saludable, hacer ejercicio regular, establecer un patrón de sueño, reducir el estrés y buscar apoyo de la familia y amigos. Además, practicar técnicas de consciencia plena y meditación puede ayudar a manejar los síntomas.

Causas y factores de riesgo

Los expertos aún no conocen exactamente las causas del trastorno bipolar, aunque se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales desempeñan un papel importante. Las variaciones en los genes pueden aumentar el riesgo de desarrollar la condición, especialmente si hay antecedentes familiares de trastorno bipolar. Además, experiencias traumáticas, abuso de sustancias y estrés crónico pueden desencadenar los síntomas del trastorno bipolar.

El trastorno bipolar es una condición compleja que afecta el estado de ánimo de las personas. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida plena y satisfactoria.

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