El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por dificultades en la comunicación, interacción social y comportamientos repetitivos o estereotipados. Aunque existen diferentes teorías y enfoques para comprender el autismo, en este artículo exploraremos la definición desde la perspectiva de dos destacados psicólogos: Sigmund Freud y Jean Piaget.
Qué es el autismo según Freud
De acuerdo con Freud, el autismo se relaciona con el concepto de autoerotismo. Para Freud, el autoerotismo es una forma de satisfacción de la pulsión, una satisfacción que se separa de la necesidad. En el autismo, se produce una exclusión del autoerotismo erógeno, lo que afecta la estructura de la imagen del cuerpo y la función del borde de los orificios corporales.
Qué es el autismo según Piaget
Por su parte, Piaget se enfoca en el desarrollo cognitivo y plantea que el autismo se debe a un déficit en la capacidad de simbolización. Según Piaget, el niño autista tiene dificultades para representar mentalmente los objetos y las acciones, lo cual afecta su capacidad para comprender y comunicarse con el entorno que lo rodea.
Ambas perspectivas ofrecen una comprensión importante sobre el autismo, pero es necesario considerar que el autismo es un trastorno complejo y multifactorial, por lo que ninguna teoría puede explicarlo completamente.
Autismo: ¿Enfermedad mental o condición?
Es importante destacar que el autismo no es una enfermedad mental, sino una condición que afecta el neurodesarrollo. Esta diferencia es relevante debido a las implicaciones que tiene en la forma en que se percibe y aborda el autismo en la sociedad.
Entender el autismo como una condición y no como un trastorno puede tener efectos positivos tanto para la familia como para la escuela. Esto ayudaría a comprender a la persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) con sus propias cualidades y limitaciones, reconociendo que cada individuo tiene su propia realidad y potencial.
En el ámbito escolar, es fundamental cambiar el enfoque desde las escuelas. Diagnosticar a un alumno con TEA no implica únicamente un diagnóstico, sino tener claridad sobre el objetivo de la intervención educativa. En lugar de tratar de cambiar la forma de ser del alumno, el enfoque debe ser apoyarlo para que alcance todo su potencial y logre lo que desee y pueda conseguir.
Las pautas para relacionarse con personas que tienen autismo incluyen una comunicación precisa, evitando el uso de lenguaje ambiguo, sarcasmo o ironía. Además, las rutinas son importantes para reducir la ansiedad de las personas con TEA, ya que les brindan seguridad y predictibilidad.
En el ámbito familiar, es fundamental quitar presión, responsabilidad y sentimientos de culpa a los padres de personas con TEA. A menudo, los padres se sienten responsables de las dificultades que enfrentan sus hijos, por lo que es importante trabajar en el ámbito familiar para promover el entendimiento y la aceptación de la condición de cada individuo.
Consultas habituales sobre el autismo
- ¿Cuáles son los síntomas del autismo? Los síntomas del autismo pueden variar, pero suelen incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, dificultades en la interacción social, intereses y comportamientos repetitivos, y sensibilidad sensorial.
- ¿Cuándo se diagnostica el autismo? El autismo se suele diagnosticar en la infancia, generalmente antes de los 3 años. Sin embargo, el diagnóstico puede realizarse en cualquier etapa de la vida.
- ¿El autismo tiene cura? No existe una cura para el autismo, pero con el apoyo adecuado, las personas con TEA pueden desarrollar habilidades y alcanzar su máximo potencial.
- ¿El autismo afecta a todas las personas por igual? El autismo es un trastorno amplio y cada persona con TEA es única. Las características y necesidades pueden variar significativamente entre individuos.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la comunicación, interacción social y comportamientos. Desde las perspectivas de Freud y Piaget, se ofrece una comprensión parcial del autismo. Es fundamental entender el autismo como una condición y no como una enfermedad mental, lo que permite un enfoque centrado en apoyar a la persona con TEA para que alcance su máximo potencial. La comunicación precisa, las rutinas y la aceptación familiar son elementos clave para promover el bienestar y desarrollo de las personas con autismo.
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