La película el lobo de wall street nos presenta la historia de Jordan Belfort, un corredor de bolsa que se convierte en un magnate de Wall Street. A lo largo de la película, podemos analizar diferentes aspectos psicológicos que influyen en el comportamiento y las acciones de los personajes.
El poder de las palabras
Una de las enseñanzas más destacadas que podemos extraer de esta historia es la importancia de las palabras que utilizamos para manifestar nuestras intenciones y objetivos. En la película, el personaje de Jordan Belfort señala que los ganadores usan palabras como 'debo' y 'haré'. Esta afirmación tiene un profundo significado en el contexto de la mentalidad ganadora y la determinación para alcanzar el éxito.
Al utilizar la palabra debo, estamos asumiendo responsabilidad por nuestras acciones y decisiones. Esta palabra implica un compromiso firme con nosotros mismos, una promesa personal de llevar a cabo una acción o tarea específica. Así, nos convertimos en dueños de nuestras responsabilidades y no dejamos espacio para excusas o evasiones.
Por otro lado, la palabra haré denota una voluntad poderosa de llevar a cabo una acción concreta. Es una declaración de intenciones que impulsa a la acción inmediata y efectiva. Los ganadores no solo se quedan en el plano de las ideas o las metas, sino que se comprometen con la ejecución y la materialización de sus objetivos.
Hablar en términos de debo y haré es un paso crucial para convertir nuestros sueños en realidad. Cuando verbalizamos nuestras intenciones utilizando estas palabras, estamos programando nuestra mente para enfocarse en el logro y la superación de obstáculos. Es el primer paso hacia la concreción de nuestros propósitos y nos mantiene enfocados en el camino hacia el éxito.
Las palabras que usamos tienen un poderoso impacto en nuestra mentalidad y actitud. Al emplear términos positivos y proactivos como debo y haré, estamos cultivando una mentalidad ganadora. Esto nos ayuda a mantenernos enfocados y motivados en soluciones y oportunidades, incluso en medio de los desafíos que puedan surgir en el camino para llegar a ser un verdadero ganador.
El trastorno de Jordan Belfort
En la vida real, Jordan Belfort ha hablado abiertamente sobre su adicción a la cocaína y a los opioides. En la película, vemos cómo su personaje se ve envuelto en un entorno de excesos y drogas que finalmente afecta su salud y su carrera.
Belfort menciona que encontró una cura para su adicción en la ibogaína, una sustancia natural que se está estudiando para tratar enfermedades como la adicción y la depresión. La ibogaína es conocida por sus propiedades psicodélicas y su capacidad para brindar una experiencia introspectiva y sanadora.
La adicción de Belfort a los opioides, en particular al Suboxone, un opioide utilizado para el tratamiento de la adicción a los opioides, fue un obstáculo importante en su vida. Después de muchos intentos fallidos de dejar esta sustancia, decidió probar la ibogaína y afirma que le ayudó a superar su adicción.
Es importante destacar que la ibogaína es una sustancia controvertida y su uso debe ser supervisado por profesionales médicos. Sin embargo, el caso de Jordan Belfort nos muestra cómo algunas personas han encontrado beneficios en su uso para tratar la adicción.
El liderazgo de Jordan Belfort
Otro aspecto interesante para analizar en la película es el tipo de liderazgo que ejerce Jordan Belfort sobre su equipo. Belfort es conocido por ser un líder carismático y persuasivo, capaz de motivar e influir en sus empleados para lograr sus objetivos.
Sin embargo, su liderazgo está basado en la manipulación y la falta de ética. Utiliza tácticas agresivas y poco éticas para lograr el éxito, lo que finalmente lo lleva a la ruina. Aunque inicialmente sus empleados se sienten atraídos por su carisma y éxito, con el tiempo se dan cuenta de la falta de integridad de Belfort y los riesgos que conlleva trabajar bajo su liderazgo.
Este ejemplo nos muestra la importancia de un liderazgo ético y responsable. Un líder verdaderamente exitoso es aquel que inspira a su equipo a alcanzar su máximo potencial de manera ética y responsable, sin comprometer los valores y principios fundamentales.
La película el lobo de wall street nos brinda la oportunidad de realizar un análisis psicológico de los personajes y las situaciones presentadas. A través del poder de las palabras, podemos aprender la importancia de asumir responsabilidad por nuestras acciones y comprometernos con la ejecución de nuestros objetivos. También podemos reflexionar sobre la adicción de Jordan Belfort y cómo encontró una posible solución en la ibogaína. Además, podemos analizar el liderazgo poco ético de Belfort y la importancia de un liderazgo responsable y ético en cualquier ámbito de la vida.
En definitiva, el lobo de wall street nos invita a reflexionar sobre la importancia de nuestras acciones, decisiones y palabras, y cómo estas pueden influir en nuestra vida y en el logro de nuestros objetivos.
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